Mariana Pineda, una gran heroína…

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El siglo XIX español pasa por ser una de las Centurias más horribles de toda nuestra Historia. Guerras Carlistas, Guerra de Independencia, la Independencia de las Colonias americanas, el desastre de Cuba y Filipinas. Más de 200 Golpes de Estado se intentaron en España en estos 100 años, y lo cierto es que miles de españoles murieron en guerras fraticidas. Tan solo en la 1ª Guerra Carlista murieron más de 200.000 españoles. En la Guerra de la Independencia, otros 500.000 muertos. Una sangría humana como jamás se había visto en este país.
Tras la Guerra de la Independencia de los franceses, llegaba de nuevo al trono Fernando VII, apodado “El Deseado”. Un Rey complicado, absolutista, y en consecuencia para aquellos tiempos, anacrónico. Un Rey que impuso incluso el terror para perpetuarse en el cargo. A él hay que atribuirle esa década ominosa, desde 1823 hasta 1833, en la que España atravesó una de sus etapas más miserables. La población, en esencia rural, vivía unida siempre a la pobreza. Aún así, determinados grupos de ilustrados, de intelectuales, soñaron  con algo más para este país…, soñaron con aferrarse a una Constitución, a un sueño. Esa Constitución que las Cortes de Cádiz, en pleno asedio francés, proclamaron el 19 de marzo de 1812. Aquella “Pepa” iba a dar fe y esperanza al pueblo español. Pero el absolutismo fernandino lo impidió… y vamos a hablar de una mujer libre, igualitaria y de Ley…
Mariana Pineda, aquella que fue ensalzada por Federico García Lorca, aquella que fue inmortalizada por su acción decisiva a la hora de bordar una bandera, la bandera del Liberalismo, la que defendía la Constitución de Cádiz. Vino al mundo en la ciudad de Granada el 1 de septiembre de 1804, cuando faltaban solo unos meses para que se autoproclamara Emperador un tal Napoleón Bonaparte. Se estableció una alianza entre Francia y España que traería trágicas consecuencias. Un año después del nacimiento de Mariana, España sufría el desastre de Trafalgar.
Era hija de un capitán de navío, Mariano Pineda, y de una labriega, Dolores Muñoz. Era una relación complicada, por lo que ambas partes “peleaban” por la tutela de la niña. Y como es obvio, la Ley se decantó por el lado más fuerte en aquella época, y la niña fue entregada a su progenitor. De su madre poco más se supo, y del padre poco hay que contar porque murió al poco, y la niña fue entregada en adopción, y un matrimonio sin hijos se hizo cargo de ella. Era una niña muy hermosa, que destacaba. Rubia, de inmensos ojos azules, de piel lechosa… y se casó muy joven, con tan solo 15 años, con un capitán de Huesca llamado Manuel Peralta, un liberal convencido.
Nos encontramos en el año de 1820. Mariana con 15 años y ya embarazada de su primer hijo. Y en esa fecha el Coronel Riego lanza una Proclama militar en Cabeza de San Juan, y desde entonces queda inaugurado un trienio, que pasara a la Historia como el Trienio Liberal. Riego consiguió imponer sus ideales, y con él un Himno que incluso años más tarde adoptaría la República Española. En esos tres años, Fernando VII tiene que asumir que Riego y sus correligionarios han tomado el poder. Por tanto el Rey pasa a un segundo plano, y con rechinar de dientes aguanta que caiga algo tan obsoleto como la Santa Inquisición, todavía vigente (fue el último país de Europa en erradicar esta costumbre). La  Inquisición acababa en 1823, pero también el Gobierno de Riego acaba con los Mayorazgos, con los Señoríos… y España comienza a atisbar un futuro prometedor…
Parece que en España va a llegar una época de progreso, prosperidad y libertad. Pero Fernando VII no se va a quedar calladito ante los acontecimientos, no iba a permitir por más tiempo que los Liberales le usurparan por más tiempo el poder. Y echa mano de las viejas alianzas europeas, pide ayuda a sus “hermanos” franceses, y estos atienden la petición que llega desde Madrid. Y envían un contingente, que será conocido como el de “Los 100.000 hijos de San Luis”. Al frente de esta tropa se encuentra Luis Antonio de Borbón, de infausto recuerdo, y estas tropas ponen fin al Trienio Liberal y el Absolutismo vuelve a hacerse cargo del Gobierno de España. Los liberales temen lo peor y buscan el exilio, y comienza una década horrible, 10 años fatales. Con ejecuciones sumarísimas, con movimientos “en la sombra” de los ahora rebeldes liberales, y, en Andalucía muchas Sociedades secretas hablan de Libertad pero a escondidas… Se hablaba de alzamiento en todo el país, pero Fernando VII supo actuar muy bien y sus hombres acabaron con estos intentos de revuelta.
Por entonces, Mariana Pineda, ya ha enviudado de Peralta, y tiene 2 hijos. Con 18 años había quedado impregnada de las ideas liberales de su difunto marido, y ella también aspira a la Libertad, a la Igualdad, a la Ley. Y en las casas, a escondidas, los liberales se reúnen para celebrar tertulias, se habla del futuro de España y Europa, intuyendo la próxima revolución que iba a recorrer todo el continente europeo… y a Mariana Pineda ya por entonces se la empieza a asociar con esta revuelta liberal, y se convierte en voluntaria y visita a los presos en las cárceles, y les provee de alimentos, de tabaco, de mantas…, e intenta hacerles la vida un poco más agradable. Entre los encarcelados está su primo,  Alvarez de Sotomayor, que preparaba un plan de fuga, sabedor de que su fin estaba próximo. Pero Mariana urde un plan, y le lleva unos hábitos de monje y unas barbas postizas, y con esta simple treta consigue que su primo se evada del presidio.
El capitán Alvarez de Sotomayor escapa de la cárcel y la noticia circula por toda Andalucía, y por las calles de Granada se rumorea que Mariana Pineda está bordando una Bandera, la Bandera de los Liberales. Y aquí tenemos también a un personaje infame, Ramón Pedrosa Andrade, que fue un esbirro fiel de Fernando VII, y que es enviado a Granada como “Alcalde del Crimen” en la Chancillería Real de Granada. Es el hombre fuerte del gobierno monárquico en esa ciudad.
Pedrosa, como tantos, queda prendado por la belleza de Mariana Pineda (desde que enviudó muchos la pretendieron, pero ella solo tenía amor para sus dos hijos), y sabe que está entre los conjurados, entre los liberales, que está tramando algo, pero su corazón le impulsa a proclamar su amor hacia Mariana. Son antagonistas, son enemigos, pero Pedrosa se declara a ella. Ella queda estupefacta, estremecida, no quiere saber nada de ese amor…, y Ramón Pedrosa se enoja muchísimo y empieza a buscar pruebas en contra de Mariana para poder encarcelarla. Llaman a chivatos, a gente que de el soplo, a que alguien cuente algo que la involucre. Quiere hacerla ver que tiene todo en contra, y que si no accede a su amor, su futuro será incierto.
Pero Mariana permanece inflexible, y sigue acudiendo a las reuniones clandestinas, y sigue siendo afín a la causa, y sigue bordando esa Bandera. Finalmente, a principios de 1831 se produce la tragedia. Ramón Pedrosa ya no puede aguantar más, sus intentonas amatorias han sido vilmente rechazadas, y está enfadado, ofuscado, y mueva las teclas oportunas para que el mismísimo Rey acceda a la detención de Mariana Pineda. Esta se produce en marzo de 1831, y la rehén es internada en un Convento a la espera de acontecimientos.
Los liberales poco pueden hacer, están mermados en número. ¿Cómo ayudar a Mariana Pineda? Todos temen lo peor, que la torturen y pueda revelar los nombres de la rebelión en Granada, pero Mariana no habla. Finalmente, en un juicio injusto, terrible, Mariana Pineda es condenada a muerte, y morirá por Garrote Vil. El pueblo está indignado, los granadinos no pueden creer lo que sus oídos escuchan…, Mariana Pineda va a ser ejecutada. La pena capital se consumará el 26 de mayo de 1831. En ese día,  es despertada por una monja. Viste su mejor traje, calza sus mejores zapatos, empolva su nariz y espléndida, bellísima como nunca encamina sus pasos hasta el momento final de su existencia.
No perdió en ningún momento el ánimo, no bajó jamás la mirada. Tuvo que soportar como el verdugo, ante sus ojos, quemaba la bandera que antaño había bordado con tanto amor. Fue sentada en el garrote vil, ajustados los hierros y se consumó la tragedia. Además, fue horrible, porque uno de los hierros cruzó su garganta y no fue rápido como se presumía. Sufrió mucho en sus últimos segundos…
Desde entonces pasó a la Historia, como una de las grandes heroínas por la libertad en este país. Tenía tan solo 26 años, pero su determinación procuró que entrara con letras de oro entre las más grandes, esas mujeres que escriben la Historia. En cambio, de Pedrosa, ¿qué sabemos de él?, lo que hay que saber, NADA. Un siglo más tarde, Federico García Lorca, elevaba a los cielos la figura de Mariana Pineda…

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Comentarios35 comentarios

  1. Que interesante, Felix me parece ideal que nos acerques la historia.
    Millón de gracias, te enlazo en mi blog por tus comentarios y visitas, gracias por tu presencia.

  2. Una gran mujer. Me ha parecido muy interesante toda su vida, fue una mujer muy valiente respecto a la época en que se encontraba.

    Saludos, Cris.

    P.d: Hace unos días hice unos cambios para solucionar lo de los comentarios, espero que haya sido así. Gracias por pasarte!

  3. Felix Casanova Briceño

    Gracias Cris. Claro que fue una gran mujer, y muy valiente. Parece ser que en tu blog ya está solucionado lo de los comentarios.ok. Besossss

  4. Hola, Félix:

    Tremenda y apasionante la biografía de Mariana Pineda, yo siempre he dicho que tiene mucho en común con Juana de arco…¡Mon Dieu, qué mujeres!
    En comparación, ahora somos casi, casi de mantequilla ;=)

    Pusieron una serie en TV, hace tiempo, sobre la vida de esta mujer. Encarnada por Pepa Flores (Marisol), me gustó mucho, pero recuerdo la agonía del garrote y se me ponen los pelos de punta…
    ¡Qué salvajes!

    Un besote, Félix, desde que tengo uso de razón me encantan las biografías…

  5. Felix Casanova Briceño

    Hola, Mar. Si tiene en común con Juana de Arco la tenacidad, y la lucha por la justicia y la igualdad, y una fe inquebrantable por sus ideales. Recuerdo aquello serie de tv, aunque la vi de pasada. No solo las mujeres, también los hombres parecemos de mantequilla comparados con los de antes… Compartimos el gusto por las biografías. Besossss

  6. Felix Casanova Briceño

    Cierto, gran faraona. Algo muy difícil para una mujer en aquella época. Expresar sus ideas y luchar por ellas, en clara desventaja con los hombres. Besossssss

  7. Felix Casanova Briceño

    Gracias a ti, chata. Tu si que eres una heroína. ¿a que al final te vas a llamar Mariana?, je,je.Besazos

  8. Hola Felix!
    Sabes? en mi cabecica donde tengo acumulada parte de nuestra historia, esta bastante oxidada :s
    Ahora q contigo aqui, se va refrescando, gracias!!!
    Y voy aprendiendo ;)
    Una gran mujer!! Sin duda :)

    Mil gracias!!!
    Un besico! :)

  9. Felix Casanova Briceño

    Hola Tres. A todos nos ocurre algo parecido. Tenemos “almacenados” muchos recuerdos y vivencias. Tan pronto nos lo nombran, vemos u olemos, nos vuelven a aflorar pensamientos que creiamos olvidados e historias como la de esta gran mujer. Besossss

  10. Amigo felix, como siempre cautivador tu relato. Tanto que es mi auriculares escuchaba Aerosmis y lo conjugaba perfectamente con la cronica. Maestro, felicidades.

  11. Félix…Gracias por compartirlo. Siempre me ha gustado la historia, y la de Mariana Pineda es muy interesante.

    Muchos besitos.

  12. Felix Casanova Briceño

    Para mi es un gusto compartirlo. Son personas a las que debemos mucho, porque sin ellos ni ellas no seriamos nada. Empezado por las libertades (o supuestas libertades) de las que gozamos. Y sus vidas deben transmitirse generación tras generación… Un besazo

  13. Felix, leer tus historias es como leer algo que nunca has oído. Vivo las historias como si estuviera presente…
    ¡Oh, qué día triste en Granada,
    que a las piedras hacía llorar,
    al ver que Marianita se muere
    en cadalso por no declarar!
    Besos

  14. Felix Casanova Briceño

    Nikkita, como me halagas con tus palabras. Que pena no haber caido, pero que buen final serian esos versos para este relato.Genial aportación. Besos

    FERNANDO.
    ¡Sé que vas a morir! Dentro de unos instantes
    vendrán por ti, Mariana. ¡Sálvate y di los nombres!
    ¡Por tus hijos! ¡Por mí, que te ofrezco la vida!
    MARIANA.
    ¡No quiero que mis hijos me desprecien! ¡Mis hijos
    tendrán un nombre claro como la luna llena!
    ¡Mis hijos llevarán resplandor en el rostro,
    que no podrán borrar los años ni los aires!
    Si delato, por todas las calles de Granada
    este nombre sería pronunciado con miedo.

  15. Gabriela Maiorano

    Hola Felix!! Qué historia terrible, pero cuando la dignidad es tan grande e inalteranle perdura a través de la muerte.
    Besosssss

  16. Felix Casanova Briceño

    Hola Gabriela. En todos los países tenemos en la Historia a mujeres valientes que dieron su vida por la Libertad. Y como bien dices, esa dignidad es tan grande e inalterable que perdur a través de la muerte. Besossss

  17. Qué tiempos y qué personajes aquellos…luchando (por ideales, creencias, o por ellos mismos), viviendo (no viendo la vida pasar) como la gran mayoría hoy…me parece cuanto menos interesante tu blog, pero hasta hoy no pude pararme un poco a leer.
    Te sigo!.
    Y gracias por tus comentarios y por pasarte por mi humilde rincón.
    Besos, mil.

  18. Me gusta los personajes que nos traes al recuerdo. Y, como te digo siempre, aprender contigo, leyéndote.

    Una manera bonita de hacerlo.

    Un beso muy grande.

  19. Félix, gracias por revivir grandes momentos de la historia y las vidas de personas por las cuales ahora somos lo que somos y tenemos las libertades que tenemos.Vaya pedazo de mujer, todo un ejemplo a seguir !!! Salu2.

  20. Felix Casanova Briceño

    Tu lo has dicho, Ayahara. Somos lo que somos gracias a personas como ella que dieron la vida por la libertad. Besosss

  21. Hola Felix gracias por tu comentarios que maravilla de historia Mariana Pineda una gran persona y gran mujer…
    Gracias al sufrimiento de ellos hoy podemos disfrutar de la libertad ….
    Besos y cuidate mucho…Sensi

  22. Creo que sobrecoge tu relato, y la introducción tan trabajada que haces de esos momentos de la Historia. Sólo puedo añadir :¡¡VIVA MARIANA PINEDA, abajo los absolutismos!!.Una heroína que no me extraña que García Lorca ensalzara en sus poemas.
    Precioso.
    Un beso

  23. Felix Casanova Briceño

    Y yo te secundo y lo añado también. Abajo los absolutismos, y a ver si de una vez por todas países como China (es que los tengo entre ceja y ceja) dejan de coartar libertades y dejan paso a la democracia. No es que la democracia este exenta de problemas, pero es el mal menor de esta sociedad deshumanizada. Muchos besos

  24. …//Todo tenía su explicación. Desde la quema de la iglesia, en el pueblo se había propalado una consigna: el vacío más absoluto para Sebastián y Rosa. Desde aquel aciago día la marginación había sido la condena de casi todo un pueblo que señalaba a “los republicanos”, como eran conocidos desde que cinco años antes, el 14 de Abril de 1931, se habían lanzado los dos solos por las calles del pueblo —Rosa, embarazada— enarbolando una gran bandera republicana bordada por la madre de ella…//
    ©JoseA.Bejarano

  25. Féix tienes un maravilloso blog, que leo con fruición (no todo, la verdad…) y siempre, siempre, leo algo que me retrotrae a mi pasado. Espero que no te molesten mis intromisiones presuntamente literarias, que no son más que fragmentos de muchas horas de volcar todo lo que yo he absorbido, si se puede decir así…
    Un abrazo y adelante con tus Historias!!!
    JoseA Bejarano

  26. Felix Casanova Briceño

    Estimado JoseA Bejarano

    No puedo sentirme más que halagado por tus inmerecidas palabras. Pero si he conseguido que personas cultas e instruidas como tu disfruten de los post, ya es una enorme satisfacción para mi persona.
    Y estas intromisiones (como tu las llamas) tan deliciosas, no son más que el reflejo de esas horas empleadas por ti y que demuestran tu culta e inquieta personalidad.
    Recibe un fuerte abrazo