Christian Pulieri, CEO y cofundador de Math Legacy
Esta reflexión lo llevó a sumergirse en la ciencia del aprendizaje y a descubrir que existen estudios detallados sobre cómo el cerebro adquiere y retiene información, pero que raramente se aplican en la educación tradicional. “Tenemos trescientos años de literatura científica sobre cómo aprendemos y cincuenta sobre cómo crear experiencias envolventes, como los videojuegos. Me pregunté: ‘¿Por qué nadie ha unido estas dos cosas?’”.
Así nació Math Legacy, que utiliza mecánicas de juego para hacer las matemáticas más intuitivas y menos frustrantes. “Uno de los grandes problemas de las matemáticas es que son abstractas y carecen de retroalimentación. Si no tienes una respuesta inmediata, el error puede convertirse en frustración. Nosotros hemos creado un sistema que proporciona una respuesta inmediata a cada paso, como si tuvieras siempre un tutor a tu lado”.
Un nuevo modo de aprender, un nuevo modo de incluir
La innovación de Math Legacy no es solo tecnológica, sino también social. El método tradicional de enseñanza de las matemáticas a veces puede excluir a ciertos estudiantes, imponiendo modelos rígidos que no tienen en cuenta las diferentes formas de aprendizaje. ¿El resultado? Muchos estudiantes pierden confianza en sus habilidades, generando un efecto dominó que puede limitar sus oportunidades futuras.
“Si te pierdes un concepto, nunca podrás construir la torre completa porque te falta ese bloque. Esto lleva a muchos estudiantes a desarrollar una verdadera ansiedad por las matemáticas, con reacciones en el cerebro similares a las del dolor físico”, explica Pulieri, citando una investigación realizada en 2012 por la Universidad de Chicago. La ansiedad por las matemáticas es un fenómeno tan extendido que ha llevado a la creación de un término específico: “matofobia”, que describe el miedo psicológico hacia las matemáticas y todo lo que las rodea. Según la OCDE, afecta al 48 por ciento de los jóvenes italianos.
Math Legacy ofrece una alternativa: un enfoque personalizado y atractivo que permite a los estudiantes recibir retroalimentación inmediata, entender los errores en tiempo real y avanzar sin frustración. “Hemos desarrollado un sistema que transforma los ejercicios en una experiencia interactiva: el juego genera problemas siempre nuevos, proporciona retroalimentación paso a paso y, si es necesario, sugiere el siguiente paso, justo como un tutor virtual”.
De la escuela al mundo laboral: la matemática como palanca de equidad
Las dificultades en matemáticas se reflejan en el mundo laboral, donde la brecha digital y la falta de habilidades cuantitativas se convierten en barreras invisibles para acceder a ciertas profesiones. Según la Comisión Europea, para 2030 habrá una escasez de al menos 20 millones de trabajadores con habilidades digitales. Además, el desajuste de género en las carreras científicas sigue siendo significativo, con un número aún reducido de mujeres que eligen rutas STEM.
Es aquí donde la visión de Math Legacy se expande: hacer que la matemática sea más inclusiva también significa crear oportunidades para todas las personas, independientemente de su origen. “Los videojuegos no tienen brecha de género: el 51 por ciento de los jugadores son hombres y el 49 por ciento mujeres. Y hemos notado que nuestro enfoque, aunque no desarrollado específicamente, ayuda mucho también a los estudiantes con necesidades educativas especiales (BES) y trastornos específicos del aprendizaje (DSA), porque hace el proceso más accesible y menos frustrante”, explica Pulieri.
Ya en el primer mes, los estudiantes mejoran en promedio un 20 por ciento gracias al juego, que asigna puntajes basados en errores y tiempo de ejecución. Esto los ayuda a sentirse más seguros, a encontrar más placer en las matemáticas y a avanzar con un camino guiado e inclusivo.
Christian Pulieri, CEO y cofundador de Math Legacy
Las empresas están empezando a entenderlo. “Muchas escuelas no tienen el presupuesto para adoptar herramientas innovadoras como la nuestra. Por eso estamos tratando de crear colaboraciones con empresas”. La idea es crear un emparejamiento entre escuelas y empresas, donde estas últimas puedan financiar la adopción de la plataforma, recibiendo a cambio informes detallados sobre el impacto de su inversión.
Un reconocimiento que habla de impacto social
La innovación de Math Legacy no ha pasado desapercibida. La startup ha recibido el premio MySocial Impact y el premio especial LifeGate Way en el Myllennium Award, un reconocimiento que premia las ideas capaces de generar un cambio real en la comunidad. “Estamos escalando una montaña gigantesca, pero no podemos hacerlo solos. Colaborar con otras realidades, como LifeGate, nos permite llegar más lejos y tener siempre más retroalimentación para mejorar”, afirma Pulieri. Este reconocimiento ha dado un impulso adicional a la startup, que ahora apunta a la expansión internacional. “En los Estados Unidos hemos visto un enorme interés por Math Legacy, especialmente entre los propios docentes. Nos estamos preparando para entrar en el mercado estadounidense entre 2025 y 2026”.
Mirando hacia adelante, el objetivo es transformar Math Legacy en un verdadero videojuego educativo. “Tenemos una hoja de ruta clara: para 2025 queremos completar todos los contenidos para las escuelas secundarias y luego convertirlo en el videojuego educativo que siempre hemos imaginado”. Un proyecto ambicioso que parte de un presupuesto simple: la matemática no debe ser un obstáculo, sino una puerta abierta a un futuro lleno de oportunidades.