El misterio del hombre de la máscara de hierro sigue vivo. No hay nada como una máscara para aumentar la intriga y la mística, y esas cualidades están ahí cuando hablamos del prisionero francés conocido sólo como «El hombre de la máscara de hierro». Fue recluido en cárceles de toda Francia, comenzando con una en la costa de Cannes en 1669 o 1670; los historiadores difieren en este punto. Pero coinciden en que permaneció encarcelado durante un total de 34 años, terminando en la Bastilla, la cárcel más famosa del país, en 1703.
Quien era, y qué hizo para merecer su sentencia, todavía es objeto de acalorados debates por parte de los académicos y los teóricos de la conspiración. Pero no se discute un aspecto del prisionero: su rostro estaba cubierto, ya sea por hierro o tela de algún tipo, tal vez de terciopelo. De cualquier manera, la máscara fue utilizada por los funcionarios para ocultar su verdadera identidad, e incluso hoy sus supuestos crímenes no están completamente claros o no se entienden completamente.
Algunos insisten en que el hombre era un enemigo político del rey Luis XIV, quien gobernó Francia durante el período. Otros teorizan que el prisionero era de hecho un noble italiano, Ercole Matthiole, que conspiró contra el rey para arruinarlo. Voltaire, el gran filósofo y escritor francés, postuló que él era, quizás, el hermano mayor e ilegítimo del rey.
Otra hipótesis era que él era, en verdad, el verdadero padre del rey, y que revelar su identidad no solo arruinaría al rey sino que dañaría a su madre. Las especulaciones abundaban en los círculos sociales franceses y en la clase política gobernante, pero nadie reveló quién era realmente el misterioso hombre. Lo cierto es que sus carceleros hicieron todo lo posible para evitar que su nombre se conociera.
Y no fue solo mientras estaba vivo que la identidad y los supuestos crímenes del hombre se mantuvieron en secreto. Después de su fallecimiento, toda su ropa fue incinerada y su celda fue, según la historia, completamente destruida, para eliminar todo rastro de él.
Pero el hecho de que nadie supiera de manera decisiva quién era el hombre, al menos nadie fuera de las diversas cárceles que lo retenían, no detuvo la propagación de los rumores. Su historia incluso fue escrita por el famoso novelista francés Alexandre Dumas, autor de «Los tres mosqueteros».
Dumas escribió un libro titulado «L’Homme au Masque» o, en español, «El hombre de la máscara de hierro». Sugirió que el prisionero era de hecho el hermano del rey, pero por varias razones tuvo que ser escondido. Lo catalogó como «ficción histórica», lo que significa que la historia se basaba en algo que Dumas creía que era verdad, o al menos posible.
En el libro, el personaje encarcelado se llama Phillipe, y es el hermano gemelo de Luis XIV, quien gobierna Francia cuando comienza la historia. Uno de los mosqueteros, sobre quien Dumas había escrito anteriormente, Aramis, va a visitar al hombre en la cárcel, junto con un obispo. El trío planea cambiar a Phillipe por su hermano para que Aramis pueda trabajar con él para gobernar el país a su manera, y con la ayuda de uno de los asesores del rey, el cambio tiene éxito. Sin embargo, el resto de la trama está llena de maquinaciones políticas tortuosas sacadas directamente de una telenovela moderna.
Dumas fue uno de los primeros escritores en contar la historia del hombre y su máscara, pero ciertamente no fue el último. Muchos artículos, libros, películas y otros medios de comunicación también han contado su historia; En 1977, Richard Chamberlain protagonizó una versión cinematográfica del libro.
Lo mismo hizo Leonardo DiCaprio, en 1998. Como nadie sabe con certeza absoluta quién era, el hombre de esa máscara siempre será un misterio, una historia llena de intriga, maniobras políticas y doble trato: ¿cómo podría resistirse Hollywood?
La historia aparece también en otra novela de Dumas, El vizconde de Bragelonne, la tercera de la saga después de Los tres mosqueteros y Veinte años después.
Saludos, Félix. Cuídate.