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La dieta de los antiguos griegos

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Tiempo de lectura: 2 minutos

Los antiguos griegos son muy estudiados por sus ideas sobre el equilibrio entre mente y cuerpo. No solo bastaba cultivar las distintas disciplinas del pensamiento, sino también desarrollar hábitos saludables para asegurar un estado físico óptimo. Además de los deportes, los antiguos griegos apelaban a una alimentación muy sana para conseguir una anatomía dentro de sus cánones de bienestar.

Gracias a múltiples documentos históricos como las obras de Aristófanes, de Ateneo (“El banquete de los eruditos”), de Platón (“El banquete”), entre otros, se ha podido conocer muchos de los alimentos que ingerían los griegos y cómo eran combinados en distintos platillos.

¿En qué se basaba la dieta de los griegos?

El laureado arqueólogo británico Colin Renfrew señaló que la dieta de los griegos se basaba en la “trilogía mediterránea”, compuesta por trigo, aceite de oliva y vino. Esto en función de las características agrícolas de las ciudades de la Antigua Grecia.

Pero el número tres también estaba presente en la distribución de las comidas, el cual consistía en desayuno, almuerzo y cena, todas abundantes en vegetales y frutas. En algunos textos de Ateneo se menciona que eventualmente podía incluirse una cuarta comida: la merienda.

Los alimentos más consumidos en la antigua Grecia

Se sabe que alimentos como los higos y las aceitunas eran muy apreciados por los griegos. Además, consumían bastantes cereales que solían acompañarse con grandes dosis de verduras, destacándose las espinacas, las habas, las lentejas y la lechuga. Estas combinaciones alimenticias contienen un alto porcentaje de vitaminas A, E y C. Esencialmente, las funciones de las vitaminas son reguladoras y reactivadoras, por lo que no es de extrañar que los griegos estuvieran tan bien formados física y mentalmente.

La ingesta de carnes no era común en el día a día, pero sí en las ceremonias religiosas, en las fiestas y en los banquetes. En estas celebraciones se ofrecía res, pescado y cerdo, cuyo valor era ínfimo comparado con las dos primeras.

Los antiguos griegos también ahondaron en la panadería, empleando trigo, cebada y espelta para hacer panes, tortas y galletas. Estas galletas se horneaban en pequeños moldes y se podían consumir en las tardes o en las noches. Asimismo, crearon una variedad de platillos dulces y salados con lácteos, especialmente con queso y yogurt. Pero, además de crear, también imitaban parte de la gastronomía de otros lugares. Uno de los ejemplos más conocidos es la baklava, un pastel con frutos secos originario de la Antigua Mesopotamia pero que fue copiado y mejorado por los atenienses.

Finalmente, se sabe que los antiguos griegos fueron veneradores del vino. En las comidas eran infaltables los vinos tintos, rosados o blancos. Dichos licores no solían beberse si no eran consagrados a los dioses, a quienes se les agradecía por las dádivas otorgadas. En los banquetes, el vino nunca podía escasear y era ofrecido sin restricciones a los participantes de las ceremonias, quienes juzgaban la amabilidad de los organizadores en proporción a las atenciones culinarias que mostraran.

(*) Créditos imagen: pixabay

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Editor de contenidos de HDNH desde 2007. La historia está llena de misterios inexplicados y grandes momentos. Nuestro gran objetivo es ayudar a divulgar el pasado de la humanidad.

4 COMENTARIOS

  1. Queso de cabra, aceitunas, higos, buen pan y buen vino… base de una buena dieta para enfrentarse con los cíclopes y las sirenas.
    Un saludo, Félix.

  2. Estoy encantado al haber descubierto esta página.

    Soy nutricionista y he de decir que me gustaría añadir algún detalle importante:
    – Los humanos en esa época tenían las hormonas acordes al equilibrio natural, en estos tiempos estamos muy desequilibrados.
    – Las etnias humanas nos han dado una riqueza genética sin igual, eso ahonda en las diferencias metabólicas interindividuales, los nórdicos no comían igual que los griegos, por poner un ejemplo.
    – Los griegos tenían huevos y derivados lácteos, como mínimo, para equilibrar la blanza proteínica en ausencia de carnes de forma habitual.

    Por lo demás, me parece fantástico el artículo y la página web en general.

    Gracias Félix por hacernos este regalo.

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