Os recuerdo algunas cosillas en este día de ilusión que tanto amigo de lo ajeno quiere hacer suyo con presunta corrección política curiosa de quien se declara republicano bicolor y ateo confeso (con perdón). Las tradiciones es cierto que van cambiando, pero no confundamos costumbres con tradición, y mucho menos, moda con lo que se ha transmitido de generaciones en generaciones.
Con sus cambios y curiosidades que le valen a quien tenga fe, pero también al simbolismo tan propio del ser humano y tan necesario desde el principio de los tiempos. ¿Por qué tres? Pues básicamente porque tres regalos llegaron (según nos cuenta Mateo) al Misterio: oro, que simbolizaba la realeza de Jesús; incienso, por su divinidad; y mirra (que siempre nos suena raro) y que tiene su punto gore pues representa la mortalidad como hombre que es, ya que es un aceite usado para embalsamar y perfumar un cadáver. Y aunque los armenios nos llegaron a hablar de hasta 12, se acabó en tradición el que fuera por cada regalo, un oferente concreto.

Obviamente representaría a África, y su montura sería, ¡ojo!, el dromedario. Aquí suele haber controversia pues exégetas hay quien no terminan de ver esto claro presentando una confusión en las simbologías con el último rey: Gaspar. Gaspar, con el incienso, sería el jovenzuelo imberbe (por eso suele transmutarse la imagen con Baltasar, quedando aquél con barba castaña), esa primera madurez aún por determinar, cuya piel algo cetrina nos indica que simboliza a Asia, y cuya montura será la de un elefante, eso sí, de cortas orejas para diferenciarle de sus primos africanos. Aunque otros le pongan en dromedario que no deja de ser oriundo de Asia, cambiando tanto de edad como de monturas ambos dos.

Si unos por consumismo, otros por politiquería, y otros por joder (básicamente) han pervertido esta Fiesta allá ellos. Algunos seguimos creyendo en los Reyes Magos. Aunque no fueran reyes ni magos. Y el joven fuera en principio Melchor y Baltasar ario, como así aparecen en Rávena en un mosaico del Siglo VI. ¿Acaso importa si tenemos claro cuál es el significado de esta Epifanía?
Por cierto, ese bulo de que «los Reyes son los padres» no os lo creáis. ¡A no ser que queráis recibir carbón!








