Cada diciembre, los cristianos organizamos una «fiesta de cumpleaños» colectiva para celebrar el aniversario de la llegada de Jesús a la Tierra. Pero sin un certificado de nacimiento, o cualquier otro registro oficial de su fecha de nacimiento real, el 25 de diciembre parece un día arbitrario para nuestra tradición navideña. Entonces, ¿cómo llegamos a esa fecha?
¿Cuándo nació realmente Jesús?
Dado que la Biblia no menciona un mes o incluso una estación para el nacimiento de Jesús, los historiadores se han basado en otras pistas para estimar cuándo ocurrió. Los pastores cuidaban ovejas en la historia de la Natividad, por lo que la mayoría suele atribuir como evidencia de que es más probable que Jesús naciera durante la primavera. Otros argumentan que las suaves temperaturas invernales de Israel permiten que las ovejas pasten incluso en diciembre. También es posible que a las ovejas reservadas para sacrificios religiosos se les diera rienda suelta, noche fría o no.
Una pista que apunta específicamente al 25 de diciembre proviene de la historia de Isabel, la prima de María, quien se acercaba a la vejez sin haber dado a luz a ningún hijo. Un día, su esposo, un sacerdote llamado Zacarías, estaba quemando incienso en el templo cuando el ángel Gabriel se le apareció con buenas noticias: Isabel daría a luz un hijo.
Los primeros cristianos supusieron que Zacarías probablemente estaba en el templo el día del Yom Kipur que tenía lugar el 24 de septiembre (en realidad cambia año a año según el calendario lunisolar judío). Nueve meses después del 24 de septiembre es el 24 de junio, así que lo eligieron como fecha de nacimiento —y día de fiesta— de Juan el Bautista, el hijo de Isabel y Zacarías. Cuando Gabriel visitó a María más tarde para hacerle saber que ella también tendría un hijo, mencionó que Isabel estaba en su sexto mes de embarazo. Eso significa que Jesús habría sido concebido a finales de marzo y nacido a finales de diciembre, la noche del 24 de diciembre, para ser exactos, o las primeras horas del 25 de diciembre.
Otra teoría sugiere que los cristianos llegaron a la fecha del 25 de diciembre basándose en una antigua idea judía de que los profetas mueren en su cumpleaños. Durante el siglo III d.C., teólogos como Tertuliano e Hipólito fecharon la crucifixión de Jesús al 25 de marzo, ya que ocurrió alrededor de la Pascua. Pero para Sextus Julius Africanus no se trataba tanto de cuando murió Jesús sino de cuando vino por primera vez a la Tierra; en otras palabras, creía que la muerte y la concepción de Jesús coincidieron el 25 de marzo, por lo que su nacimiento ocurrió el 25 de diciembre.
Mientras los cristianos del siglo III estaban ocupados adorando al Hijo de Dios, algunos de sus homólogos paganos estaban ocupados adorando al Dios Sol. En la década de 270, el emperador romano Aureliano popularizó el culto del Sol Invictus, o «El Sol Invicto», cuya fiesta se celebraba el 25 de diciembre. Otros romanos veneraban a un dios persa, Mitra, cuya fiesta también se celebraba el 25 de diciembre. También estaba la Saturnalia, una fiesta romana anual que se celebraba del 17 al 23 de diciembre. En resumen, muchos antiguos romanos estaban acostumbrados a celebrar algo a finales de diciembre cuando el cristianismo comenzaba a tomar fuerza.
Eso sucedió durante el gobierno de Constantino sobre Roma a principios del siglo IV. En 313, Constantino y su compañero Licinio emitieron el Edicto de Milán, que básicamente legalizó el cristianismo dando fin a las persecuciones dirigidas por las autoridades contra ciertos grupos religiosos. Constantino era un cristiano devoto y pasó el resto de su reinado difundiendo la religión por todo el imperio. El primer registro conocido del 25 de diciembre como el cumpleaños oficial de Jesús es del 336, el año anterior a la muerte de Constantino. Debido a que se menciona en un volumen que contiene otras fechas religiosas importantes, algunos han asumido que probablemente ocurrió una celebración ese día, y es por eso que el 336 a menudo se cita como la primera «Navidad» conocida.
Si los cristianos celebraron la Navidad el 25 de diciembre antes del año 336 se desconoce, pero sí sabemos que la costumbre rápidamente se hizo popular. A finales del siglo IV, los obispos cristianos celebraban la misa de Navidad en toda Roma y las fiestas paganas pronto dejaron de estar de moda. El hecho de que la Navidad reemplazó esencialmente a esas tradiciones de diciembre podría ser una coincidencia, pero algunos creen que fue por costumbre: dado que los romanos ya estaban preparados para las fiestas el 25 de diciembre, la Iglesia, muy inteligente por su parte, siguió respetando esa fecha.
Imposible que en lo más crudo del invierno estuvieran los pastores con el ganado en el monte, de noche, fuera de los establos y los rediles. Pero ya sabemos que la Iglesia aprovecha lo que considera más oportuno para sus fines.
Un saludo.
La iglesia primitiva fue muy hábil y se adaptó a las costumbres que había, ¿para que cambiar las fechas festivas? Mejor sustituirlas, mientras corra el vino…
Un saludo!
En cualquier caso es presuponer mucho. No se puede analizar la historia con nuestra mirada y conocimientos actuales Es mucho otorgar una inteligencia descomunal a unos señores y el resto borregos. Se trata del cristianismo no de una iglesia. En fin habría mucho que hablar y comentar. Lo que sí que es cierto que legalizar evitó más la masacres de más cristianos y entonces no se podía prever que 2.000 años después el cristianismo estuviera en vigencia. Un abrazo