(*) ARTÍCULO ACTUALIZADO, PUBLICADO EL 15/05/2016
Sufrió el escarnio de sus paisanos, fue insultado y hasta le arrojaron basura. Jonas Hanway había regresado de un viaje a Francia a principios de 1750, y fue el primero en llevar un paraguas por las lluviosas calles de Londres.
La gente estaba indignada. Gritaban y se burlaban de Hanway a su paso. Otros simplemente miraban pasmados. ¿Quién era aquel extraño hombre al que parecía no importarle estar cometiendo un pecado social?
Eran unos tiempos y un lugar en el que los paraguas eran estrictamente tabú. En la mente de muchos británicos , el uso de paraguas era sintoma de debilidad de carácter, particularmente entre los hombres. Pocas personas se atrevieron a ser vistas con un aparato tan detestable y afeminado. Llevar un paraguas cuando llovía era incurrir en ridículo público.
Los ingleses lo consideraban un artefacto demasiado afrancesado, ya que allí, llegado del lejano Oriente, mantuvo durante siglos a los nobles protegidos del sol. El paraguas -para la lluvía- había comenzado a usarse en Francia a principios del siglo XVIII cuando el comerciante parisino Jean Marius inventó uno, ligero, plegable, y con materiales impermeabilizantes.
En 1712, la princesa francesa Isabel Carlota compró uno de los paraguas de Marius. Poco después, se convirtió en un accesorio imprescindible para las damas de todo el país.
Jonas Hanway, siempre terco, prestó poca atención al estigma social. Los más perjudicados por esta moda serían los comerciantes y los taxis (carruajes de caballos). Los negocios vendían más en los días de lluvia, pues la gente se resguardaba en ellos. Y los carruajes iban provistos de una lona protectora, con lo cual la demanda era más alta.
Temiendo una bajada drástica de sus ingresos, muchos conductores arreciaron violentamente contra Hanway. Según la revista de historia británica Look and Learn, cuando lo veían pasar le arrojaban basura. En una ocasión, un conductor incluso quiso atizarlo con su látigo. Hanway reaccionó usando su paraguas para «darle al hombre una buena paliza».
A la muerte de Hanway en 1786, el uso del paraguas estaba ya casi extendido. En los días de lluvia, cada vez se veían más personas caminando por las ciudades y pueblos sosteniendo sus sombrillas de forma orgullosa y sin miedo. Todo gracias a un valiente que desafió las normas sociales de la época.
«No todos los héroes usan capa, algunos llevan sombrillas»
Referencias: Look and Learn, atlasobscura Imágenes: Flickr, WikimediaCommons
Pensaba que solo en España eran rechazadas las novedades que venían de fuera por ese carácter nuestro tan palurdo a veces y tan apegado a lo nuestro, como quedó demostrado en el Motín de Esquilache, para finalmente aceptar el sombrero de tres picos y dejar arrinconados el chambergo y la capa larga. Ir a la vanguardia en la moda significa tener que soportar la mofa, la befa y hasta los insultos de los que no quieren cambiar nada.
Un saludo, Félix.
Es un buen ejemplo, en todas partes cuecen habas. No obstante sigo creyendo que vamos a la cabeza en ese triste ránking. Afortunadamente siempre hay pioneros empeñados en cambiar las cosas, sea donde sea. Así hemos mejorado.
Saludos, Cayetano!
Un apunte de fechas. Esta historia ocurre, según cuentas, a principios de 1750 y por tanto ya no sucedía en Inglaterra sino el Reino de Gran Bretaña (Kingdom of Great Britain), que existió entre 1707 y 1801 tras la unión de las coronas de Escocia e Inglaterra en el Acta de la Unión de 1707 (Union Act, 1707).
Jeje, gracias por el apunte, «kalle28» 😉 No obstante, no dejaban de ser ingleses, al menos Londres lo era.
Un abrazo y siempre atentas tus indicaciones
Un apunte «Kalle28», sucedió en Inglaterra, aunque como bien dices y estás en lo correcto la unión entre las coronas de Escocia e Inglaterra fue en 1707 (en plena Guerra de Sucesión, que empezó siendo un país y la terminó siendo otro). Pero Inglaterra como tal, no desapareció sino que formó parte de esta unión (lo mismo que Gales o Escocia…) y de igual manera, que aunque anteriormente, el rey lo era de Inglaterra pero también era rey en Londres. Por tanto, Inglaterra seguía existiendo como tal, si bien ya desde 1707 el nombre del reino no era Reino de Gran Bretaña… sino el Reino Unido de Gran Bretaña (aunque se solía abreviar como Reino de Gran Bretaña o Reino Unido e incluso hasta Gran Bretaña)
¿Cuándo será que la sociedad aceptará a los gays?
De momento van por buen camino, aunque no es un problema de ahora, siempre lo fue. Pese a todo, los tiempos cambian…
Saludos
[…] Hay algo que siempre me preocupó: la absurda manía de criticar y burlarse del diferente. Es un sesgo cognitivo ridículo y de los que más daño ha hecho a la humanidad. Para poneros un ejemplo de lo absurda que puede llegar a ser la sociedad hoy os compartimos una historia real recogida en el extraordinario blog Historia de nuestra historia. Un viaje al pasado. […]