Los dedos más gigantescos e intimidantes de toda la antigüedad
Elevándose sobre el moderno horizonte de Ammán se encuentra el Templo de Hércules, ubicado en la cima de una colina en una de las zonas de la ciudad antigua.
Construido entre 162-166 d.C. durante la ocupación romana de Marco Aurelio de la ciudadela de Ammón, el gran templo era más grande que cualquier otro que hubiera en la propia Roma. Su pórtico mira hacia el este y estaba rodeado por seis columnas de 10 metros de altura. Con 30 metros de largo y por 26 de ancho, constaba también con un santuario exterior de 122 por 72 metros. El hecho de que el resto del templo permaneciera sin columnas sugiere a los eruditos que la estructura nunca se completó, por razones que la historia aún no ha revelado.

Probablemente se derrumbó durante uno de los terremotos catastróficos periódicos que suelen asolar el área, la estatua se hizo añicos, pero a diferencia del templo, todo, excepto la mano y el codo, desaparecieron. Como dice un guía, «El resto de Hércules se convirtió en las encimeras de mármol de los ciudadanos de Ammán».
La mejor conjetura de los expertos es que, en su estado original, la estatua habría medido más de 13 metros de alto, lo que la habría colocado entre las estatuas de mármol más grandes conocidas que hayan existido.









Hércules tenía buena mano para repartir collejas.
Un saludo.
Debía dar hostias como panes, permítame el exaprupto.
Un saludo!