Alessandro Malaspina, conocido en España como Alejandro Malaspina fue un noble y marino italiano al servicio de España, brigadier de la Real Armada, célebre por protagonizar uno de los grandes viajes científicos de la era ilustrada, la llamada Expedición Malaspina.
El oficial fue al gobierno español con una ambiciosa propuesta: una expedición científica para explorar y registrar la mayoría de las posesiones asiáticas y americanas de España. Malaspina era un explorador experimentado que había dado la vuelta al mundo en 1788.
El rey Carlos III era un partidario de la ciencia, por lo que accedió a su solicitud. Malaspina y su compañero explorador José de Bustamante y Guerra zarparon de Cádiz en 1789 en dos corbetas.
La expedición cruzó inicialmente el océano Atlántico y llegó Montevideo. Desde allí, Malaspina exploró las costas de América del Sur antes de navegar a las Islas Malvinas. Luego cruzó el océano Pacífico a través del Cabo de Hornos y comenzó a explorar la costa del Pacífico. Comenzó desde Chile y terminó en México .
Cuando Malaspina llegó a México, Carlos IV había sucedido a su padre. Carlos IV le dio al explorador nuevas órdenes para que trazara y navegara el recientemente descubierto Paso del Noreste. Así que Malaspina cambió de rumbo y se fue al norte a Alaska. Después, también visitó Filipinas, Nueva Zelanda, Australia y Tonga.
La expedición duró cinco años y reunió un tesoro de información gracias a los astrónomos, cartógrafos y naturalistas que llevaba a bordo. Sin embargo, la mayor parte de esa información permaneció oculta durante siglos. De hecho, parte de ella se perdió para siempre.
Esto se debe a que Malaspina no estuvo de acuerdo con el nuevo régimen político e inicialmente fue encarcelado como traidor, pero más tarde fue exiliado. Pasaron 200 años antes de que se publicaran la mayor parte de sus trabajos.
(*) Referencias: Listverse, Wikipedia Imágenes: Wikicommons
Un personaje peculiar poco conocido e injustamente tratado por buena parte de la historiografía, sobre todo la más «patriótica».
Un saludo, Félix.