¿Sobrevivir al calor sin aire acondicionado ni un mísero ventilador? Parece ciencia ficción… ¡pero es ciencia real y con mucha sal (literalmente)!
Un fenómeno jamás visto detectado en el CERN: ocurre una vez en mil billones
Nadie esperaba este regreso: las sorpresas que revolucionarán noviembre en series y películas
El reto del calor en un mundo que se cuece: ¿qué podemos hacer?
¿Quién no ha soñado con refrescar su casa sin ver temblar la factura de la luz ni hacer sudar al planeta entero? El calentamiento global no da tregua y cada vez más personas pasan sus días buscando sombra… o el mando de la climatización. Pero la otra cara de la moneda es menos idílica: estos sistemas, tan refrescantes como glotones de energía, están por todas partes. Algunos hogares quedan al margen simplemente porque ¡ni siquiera tienen electricidad! Con ese contexto, la ciencia –con un guiño a la ciencia ficción– nos sorprende con una alternativa ingeniosa, inspirada en algo tan común como la sal y la energía del Sol.
Refrigerar sin cables ni enchufes: el secreto está en la sal
Investigadores de Arabia Saudita han dado con un sistema de enfriamiento pasivo, especialmente pensado para regiones tórridas y bañadas por el sol, donde la electricidad es un lujo. ¿La clave? Aprovechar un fenómeno natural llamado «cambio de fase», que ocurre cuando los cristales de sal pasan de estado sólido a líquido (más exactamente, se disuelven transformándose en iones). Esta transformación es endotérmica: es decir, absorbe calor del entorno y, con ello, lo enfría, bye bye bochorno.
- Al disolver sal en agua, el proceso literalmente chupa energía del ambiente, generando un descenso térmico.
- ¿Has vertido sal en agua caliente alguna vez? Pues esa agua se enfría rápidamente conforme la sal se mezcla.
Los científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (KAUST) no se quedaron en la teoría: probaron diferentes sales para averiguar cuál era la campeona indiscutible. Resultado: el nitrato de amonio (NH4NO3) gana por goleada. No solo por ser ultra-soluble (hasta 8710 g/L a 100 °C, por si alguien quiere hacer su propia sopa científica), sino porque su poder de enfriamiento es cuatro veces mayor que el segundo mejor, el cloruro de amonio. Además, es barato, fácil de almacenar y se usa en mezclas refrigerantes y fertilizantes.
El experimento: una nevera casera con sal y mucha ciencia
El equipo liderado por el profesor Peng Wang no se quedó en las pizarras: prepararon un experimento de andar por casa (pero muy serio). Mezclaron agua y nitrato de amonio en un recipiente metálico, lo encerraron en una caja de espuma de poliestireno sellada (sí, como una nevera portátil pero versión laboratorio), y observaron qué pasaba. Cuando la sal empezó a disolverse, la temperatura del recipiente se desplomó de 25 °C a 3,6 °C en apenas 20 minutos. Pero ahí no acaba el truco: ¡la temperatura se mantuvo por debajo de 15 °C durante más de 15 horas!
Este sistema, con nombre casi de robot de Star Wars: NESCOD (No Electricity and Sustainable Cooling On-Demand), podría alcanzar una potencia frigorífica de hasta 191 W por metro cuadrado. Y no solo serviría para enfriar habitaciones, sino también para conservar alimentos.
Reciclando sal y agua: el círculo (casi) perfecto
Tan ingeniosos son estos científicos, que encontraron la manera de reutilizar los cristales de sal. Una vez disuelta toda la sal, el calor solar se emplea para evaporar el agua del recipiente. Cuando el proceso acaba, se recuperan los cristales y pueden volver a usarse. Como subraya el equipo, el diseño permite separar en el tiempo y el espacio la disolución (que enfría) y la regeneración del soluto (que permite guardarlo y usarlo cuando sea necesario, incluso en otra estación). Y para los que temen perder agua en regiones secas, aclaran: no hay que derrochar. La mayor parte puede recuperarse e incluso reutilizarse mediante un destilador solar.
Un planeta que se calienta, una demanda que explota
En los últimos 20 años, la demanda mundial de aire acondicionado ha subido entre un 3 y un 4 % al año. El mercado de la refrigeración supera los 110.000 millones de dólares anualmente. Los climatizadores consumen hoy alrededor del 9 % de la electricidad mundial; para 2050, podría rozar el 20 %! Arabia Saudita lo siente de cerca: en verano, hasta el 70 % de su electricidad se destina a sistemas de refrigeración.
Si piensas que esto es cosa solo de países calurosos, atento: Estados Unidos, con el 4 % de la población mundial, gasta más electricidad en aire acondicionado que el resto del planeta junto. Allí, el 90 % de los hogares están climatizados y esto supone 117 millones de toneladas métricas de CO2 liberadas cada año. En China, la fiebre del aire acondicionado ha hecho que la proporción de casas equipadas suba del 8 % al 70 % entre 1995 y 2004. En 2013 se vendieron 64 millones de unidades, ¡ocho veces más que en EEUU ese mismo año!
¿Eres incapaz de identificar tus emociones? Descubre la raison que sorprende les psychologues
¿Te atreves a entrar? “Welcome to the Derry” revela fecha y dónde verla
Ante el avance de olas de calor cada vez más frecuentes e intensas, el apetito global por el enfriamiento solo puede crecer. Pero más de 700 millones de personas viven en zonas empobrecidas y sin acceso a la electricidad. Aquí cobra sentido el desarrollo de tecnologías baratas y sin dependencia eléctrica, como la que presentan estos investigadores saudíes.
Así que, la próxima vez que busques alivio del calor, piensa en la ciencia, en la sal y en la energía del Sol… ¡y mantén la esperanza en las buenas ideas que refrescan el mundo, sin necesidad de enchufes!
Artículos similares
- Ola de calor en España: 10 actividades imperdibles para hacer cuando el calor es insoportable
- AcquaMente revoluciona: Tecnologías inteligentes para un uso consciente del agua en empresas.
- Lo que nadie te cuenta: el lado oscuro ecológico de ChatGPT revelado
- ¿La verdad sobre los autos eléctricos? Lo que nadie se atreve a decir
- Reiche propone eliminar tarifas de inyección solar: ¿Cómo te afectará?

Manuel Sánchez es un periodista curioso por naturaleza, especializado en historias insólitas, datos sorprendentes y esas noticias que pocos se atreven a contar. Explora lo extraño, lo viral y lo inesperado con una mirada aguda y entretenida. Con estilo dinámico y siempre bien informado, le descubre los hechos más comentados… antes de que se hagan virales.
manuel.sanchez@hdnh.es