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La visita de Buffalo Bill a Barcelona

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Tiempo de lectura: 3 minutos

Por las calles de Barcelona han pasado todo tipo de personajes variopintos. Desde grandes celebridades de su era, hasta héroes anónimos que han quedado en los anales de la historia como meras anécdotas a pie de página. Hoy queremos recuperar una historia altamente curiosa que mezcla dos elementos tan a priori alejados como pueden ser el universo Western y la Ciudad Condal. ¿Qué tienen que ver los cowboys con una ciudad eminentemente Mediterránea? Pues la respuesta la encontramos en el año 1899 y guarda relación con uno de los iconos del imaginario americano.

William Frederick Cody, que seguramente conoceréis por su nombre artístico, Buffalo Bill, visitó la capital catalana ese mismo año. Nacido en 1846 en la ciudad de Le Claire, se dedicó a explorar los territorios inhóspitos del lejano oeste. Fue una de las figuras más populares y más paradigmáticas del oeste americano, creando una compañía ambulante que se dedicaba a organizar shows por Europa y Estados Unidos mostrando las bondades y los peligros que configuraban el Far West.

Muchos de los elementos que forman parte del imaginario colectivo western fueron implementados por este mítico personaje. Buffalo Bill era inseparable de su sombrero, una pieza de ropa que después popularizaron grandes estrellas de Hollywood como Charles Bronson, Steve McQueen o «el duque» John Wayne, quien profesó en más de una ocasión su amor por su sombrero de cowboy.

Barcelona fue una de las capitales europeas que acogieron el «Buffalo Bill ‘s Wild West Show», y el emplazamiento escogido fue un solar que se encontraba entre las calles Aribau y Rosselló. Una zona que actualmente destaca por ser una de las más acomodadas de la urbe mediterránea. Su llegada tuvo cierta notoriedad social, ya que fue portada en algunos de los periódicos de la época, como es el caso de la Vanguardia, que el 15 de diciembre de 1889 anunciaba la creación de un hipódromo ex novo para albergar el show. También lo hicieron otros diarios españoles como es el caso de La Ilustración ibérica, La Época o La Correspondencia de España.

Según crónicas de su tiempo, Buffalo Bill se presentó en el puerto de la ciudad con 200 pieles rojas, una gran cantidad de cowboys mexicanos y unos 200 animales, entre los que destacaban bisontes, caballos y, obviamente, búfalos. La rueda de prensa de presentación del show tuvo lugar en la plaza de Colón y contó con varios desfiles y una campaña publicitaria muy agresiva teniendo en cuenta el contexto histórico.

La primera función del show tuvo lugar el 21 de diciembre, con una gran cantidad de espectadores. El hipódromo edificado tenía capacidad para 2000 personas y las casas adyacentes que tenían buena visibilidad también se llenaron de curiosos. Una de las anécdotas más curiosas de su paso por Barcelona es que Buffalo Bill fue rebautizado.

Los catalanes lo llamaron «Bufa-li l’ull» -sóplale el ojo-, una semblanza gramatical que tuvo gracia en la Barcelona de finales de siglo.

A pesar de la buena predisposición de los barceloneses, hay una serie de condicionantes que afectaron la efeméride en clave negativa. La primera era el precio de las entradas: entre 1 y 5 pesetas, una cifra muy alta si tenemos en cuenta los ingresos de finales del siglo XIX. Además, de entre todos los animales que se anunciaban en las crónicas -como ya hemos mencionado anteriormente se hablaba de 200- sólo formaron parte del show unos 20, y todos estaban plenamente domesticados. Finalmente, la guinda negativa al pastel la aportó a la climatología. Llovió muchos de los días en que se realizaban espectáculos y teniendo en cuenta que el hipódromo no tenía ningún tipo de cubierta exterior, hizo que los espectadores se mojaran. Un coctel explosivo que afeó el resultado global.

Como curiosidad, en el fondo fotográfico del Centro Excursionista de Cataluña todavía se pueden ver algunas fotografías del paso de Buffalo Bill por Barcelona. Unas instantáneas donde se pueden ver bisontes, indios y otros elementos iconográficos de la compañía. Una mezcla heterogénea y a priori inconexa, que trasladó el Far West Americano a la línea de costa barcelonesa.

(*) Créditos imagen: Photo by MrsBrown Public Domain (License)

1 COMENTARIO

  1. Yo también lo rebauticé en su día: Búfalo Vil.
    Un saludo, Félix, que los Reyes sean generosos contigo.

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