La empresa italiana Chloe ha sido reconocida por la NASA por desarrollar cápsulas pre-sembradas y sistemas autónomos que permiten cultivar hasta 15 tipos diferentes de plantas en entornos cerrados.
- Chloe, de origen italiano, ha patentado dos innovaciones internacionales para la agricultura en microambientes autónomos y libres de contaminación.
- Utiliza aplicaciones y códigos QR para iniciar un ciclo de crecimiento sin necesidad de intervención manual.
- Desde la alta cocina hasta los grandes supermercados, incluyendo experimentos pioneros en el espacio.
Imagina una pequeña caja que contiene un ecosistema completo. No es una granja vertical en miniatura, sino una estructura autosuficiente, cerrada y modular, capaz de producir microvegetales en pocos días, sin tierra y sin requerir conocimientos de agricultura. Se llama Chloe, forma parte de LifeGate Way y es un sistema patentado por una startup de Milán que ha impresionado a la NASA.
La trayectoria de Chloe
Fundada por Luca Mascetti y Paolo Mascetti, Chloe ha desarrollado una tecnología que permite a cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento, cultivar de manera autónoma hasta 15 variedades diferentes de alimentos frescos y nutritivos (incluyendo brócoli, rúcula y albahaca). Los microvegetales crecen dentro de cajas cerradas y controladas, sin pesticidas ni desperdicios: la cultivación no es hidropónica ni consume suelo.
Al escanear un código QR en la cápsula, el usuario activa la hidratación del sustrato: un proceso que ocurre una sola vez para todo el ciclo de cultivo. Desde ese momento, todo procede de manera autónoma dentro de cajas cerradas que recrean un microambiente protegido, ideal para apoyar a la planta en cada etapa de su crecimiento. Al final, una notificación indica que la planta está lista: permanece en la caja que la sigue alojando durante la distribución, hasta su llegada a la cocina. Todo el proceso requiere hasta un 99 por ciento menos de agua que la agricultura tradicional y se lleva a cabo en un ambiente protegido, replicable en cualquier lugar sin interferencias externas.
Chloe ha sido galardonada en el Deep Space Food Challenge, un concurso promovido por la NASA que busca soluciones replicables para cultivar alimentos frescos en ausencia de gravedad. Gracias a la estructura del sustrato y al cierre del sistema, las cápsulas de Chloe están preparadas para funcionar en condiciones extremas, donde la agricultura tradicional sería inviable.
Del espacio a la gastronomía
El alcance de la startup no se limita al espacio. El primer mercado en adoptar Chloe fue la gastronomía de alta gama (con el respaldo del chef estrella Davide Oldani), seguido de un plan que incluye grandes supermercados y lugares como gimnasios, hoteles y edificios de apartamentos. Cada dispositivo Chloe es escalable: puede funcionar como unidad individual o replicarse en cadenas para la producción a escala media.
El modelo de negocio se basa en tres líneas: venta de hardware (los sistemas Chloe Start y Chloe Fields), ingresos recurrentes de los consumibles (las cápsulas Cores), y suscripciones de software para la gestión y monitoreo remoto. La integración de estos elementos permite un control completo sobre el proceso, desde la siembra hasta la cosecha, con alta eficiencia y mínima complejidad logística. “En los últimos 50 años, hemos perdido un área de tierra agrícola del tamaño de Austria debido a la urbanización y el consumo de suelo. Este modelo de desarrollo erróneo ha privado a Italia de tierras fértiles, poniendo en peligro el medio ambiente y la seguridad de los ciudadanos. Cada una de nuestras instalaciones garantiza el máximo rendimiento anual por metro cuadrado: 43 kg. Esto nos permite producir más con menos, haciendo nuestra solución no solo sostenible, sino también increíblemente eficiente”, explicó el fundador Luca Mascetti.
El futuro del agritech
A diferencia de las granjas verticales, que requieren estructuras complejas y grandes inversiones de infraestructura, Chloe ofrece una agricultura indoor descentralizada, autónoma y accesible, diseñada para satisfacer necesidades reales: calidad nutricional, seguridad alimentaria, reducción de desperdicios y resiliencia de las cadenas de suministro.
Con dos patentes internacionales, experimentos en curso en Italia, América del Norte y los Emiratos Árabes Unidos, y una tecnología que combina sensores, automatización y diseño modular, Chloe se posiciona en la intersección entre agritech y la necesidad de alimentos frescos y saludables. No es solo un ejercicio de estilo, sino un sistema efectivo para cultivar productos saludables, trazables y locales, en cualquier lugar. Incluso donde no existen la gravedad y el suelo.
Artículos similares
- Descubre cómo la exploración espacial transforma nuestra vida más allá de los viajes estelares.
- Descubrimos el Deebot X9: El robot ideal para hogares con mascotas
- ¡Descubre el mayor meteorito marciano conocido: ahora en subasta!
- Descubierto: Cometa con impresionante cola de 25.000 kilómetros
- España al descubierto: Vino falso y los problemas de vivir en la costa

Javier Martínez es un periodista científico apasionado por la física, la biología y la astronomía. Con años de investigación, convierte hallazgos complejos en artículos claros y accesibles. Su escritura precisa le aclara las claves de cada descubrimiento.