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Castillo Oheka: la inspiración detrás de El gran Gatsby

castillo oheka
Tiempo de lectura: 3 minutos

Oheka, el fastuoso castillo en el que Scott Fitzgerald imaginó al Gran Gatsby

Construido en 1919 cerca de Nueva York, este castillo era y es la segunda residencia privada más grande de América del Norte

Scott Fitzgerald, fue un extraordinario escritor, cuya vida y obra está repleta de acontecimientos sorprendentes y obras literarias para inspirar a cualquier guionista o biógrafo. Produjo una gran cantidad de cuentos y novelas, la más famosa de las cuales es El gran Gatsby«… el mensaje principal que Fitzgerald nos envía no es que el soñar lleve a la desesperación, sino que perseguir un sueño inalcanzable llevará a la tragedia».

oheka castilloY como cualquier gran novela merece ser representada en la pantalla grande, el libro de Fitzgerald no podía quedarse atrás. La película dio vida a Gatsby y con ella una gran cantidad de escenarios. Aquí es donde entra en acción el Castillo Oheka.

Película El gran Gatsby
Película El gran Gatsby

Hogar de Otto Hermann Kahn, coleccionista y filántropo pero, sobre todo, un exitoso banquero. Así que invirtió en este castillo de 127 habitaciones. Anteriormente había tenido su «casa de campo» en Nueva Jersey. Desafortunadamente, Otto no era bienvenido en esa zona, porque el antisemitismo era desenfrenado en aquella comunidad, y así fue como acabó en Long Island, donde compró una parcela de tierra donde construyó la casa de sus sueños «Oheka».

El nombre del Castillo Oheka es un acrónimo del nombre de su propietario original, Otto Hermann Kahn

Otto Hermann Kahn
Otto Hermann Kahn

Con este lugar, quería hacer algo especial. Por esta razón, contrató a Delano y Aldrich, una prestigiosa firma de arquitectos. Él les encargó la construcción de un edificio a prueba de fuego ya que su hogar anterior en Nueva Jersey había sido devastado por el fuego.

Pero Otto tenía otro deseo y ese era que la casa estuviera en lo alto de una colina artificial, dándole al lugar un aspecto aún más majestuoso si cabe. Su idea aumentaría en dos años los cálculos originales de la construcción; no obstante, se creó la colina artificial.

Entrada principal y escalera. Lolalatorre CC BYSA 3.0
Entrada principal y escalera. Lolalatorre CC BYSA 3.0

Huelga decir que una propiedad tan vasta requería que alguien se ocupara del diseño del paisaje, y Otto contrató a los hermanos Olmsted para ello. Esta empresa dio forma a los magníficos jardines Oheka. Hechos en un estilo conocido como jardin à la française,  con hermosos setos verdes y terrazas de agua, estos jardines tienen un aspecto verdaderamente precioso.

Otto llegó incluso a construir su propio campo de golf de 18 hoyos para lo cual contrató a Seth Raynor, un arquitecto especializado en el diseño de campos de golf. Además, enriqueció su propiedad con cancha de tenis, pista de aterrizaje, piscina cubierta, huertos, establo, y la lista continúa…

Foto del castillo de Oheka del este. Gryffindor CC BYSA 3.0
Foto del castillo de Oheka del este. Gryffindor CC BYSA 3.0

Otto Hermann Kahn disfruto de su propiedad tanto como humanamente pudo hasta el día en que murió el 29 de marzo de 1934. Cuando dejó este mundo, la finca se vendió. Y ahí es cuando comenzó la tragedia de este lugar; durante un período fue utilizado por los trabajadores de saneamiento de la ciudad de Nueva York, los militares arrasaron los jardines y cambiaron el interior de la casa; incluso fue utilizado como una escuela.

Durante cuatro años, el castillo permaneció vacío y abandonado hasta que Gary Melius lo compró e inició el proyecto de renovación residencial más grande que Estados Unidos haya presenciado. Pero el costo era demasiado alto, por lo que tuvo que vender la propiedad al empresario japonés Hideki Yokoi.

Cameron Diaz y Ashton Kutcher en Algo pasa en Las Vegas con el castilo de Oheka de fondo
Cameron Diaz y Ashton Kutcher en Algo pasa en Las Vegas con el castilo de Oheka de fondo

Hoy, este lugar, en parte, se utiliza como hotel, lugar popular para las bodas de la alta sociedad, celebridades y dignatarios, y como telón de fondo para innumerables éxitos de Hollywood como Algo pasa en las Vegas y Ciudadano Kane. Según todos los biógrafos del escritor, esta es la misma propiedad en la cual F. Scott Fitzgerald se inspiró para el exorbitante hogar de Gatsby.

2 COMENTARIOS

  1. Un lugar imponente y de lo más apropiado.
    A la gran literatura muchos han -hemos- llegado a través de intermediarios: cine, teatro, cantautores…
    Saludos.

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