El Sr. Arthur Ferguson era un excelente vendedor. Sin embargo, como muchos, no se dio cuenta de su talento hasta que un día de 1923, observó a un rico millonario americano que miraba extasiado la estatua del almirante Lord Nelson en Trafalgar Square. Así que, ni corto ni perezoso, decidió nombrarse a si mismo como guía oficial de la plaza.
Comenzó a hablarle sobre el almirante Nelson. “Ha sido uno de los marinos más famosos de Gran Bretaña y un héroe naval. Murió durante la Batalla de Trafalgar”. La estatua estaba muy deteriorada. “Es una verguenza” exclamo el incauto. Sin embargo, Ferguson le contestó “El gobierno de Gran Bretaña la ha puesto a la venta al mejor postor por la mala situación económica del Estado”. Todo iba en el “pack”: leones y fuentes incluidas.
El americano se interesó y preguntó por el precio. Ferguson reflexionó y explicó que iba a ser vendida por sólo £ 6000. Obviamente, sólo se vendería al comprador adecuado, una persona que protegiera el monumento y supiera apreciarlo.
Por una “curiosa coincidencia”, era el mismo Ferguson quien había sido encargado por el gobierno para la tarea de organizar la venta, y tenía que mantenerla en alto secreto. El estadounidense le declaró a Ferguson su interés en la compra inmediata. El “vendedor” decidió que la Gran Bretaña estaba dispuesta a aceptar su cheque de inmediato, para completar la operación lo antes posible.
Nuestro personaje, asombrado de su propia astucia, fue rápidamente a cobrar el cheque, mientras que su cliente se puso en contacto con algunos contratistas para poder “empaquetar” el monumento. Ellos eran muy reticentes a aceptar el trabajo y le dijeron que sin permiso de las autoridades no podían hacerlo. No fue hasta que recibió una llamada oficial de Scotland Yard cuando se dio cuenta que había sido estafado. Ese mismo verano, otro estadounidense se quejó de que había pagado £ 1000 por el Big Ben, y otro había hecho un pago inicial de £ 2000 por el Palacio de Buckingham.
Durante su visita a París, se las arregló para vender la Torre Eiffel como chatarra a un precio desconocido a otro americano. Dado que los estadounidenses habían sido sus mejores clientes, decidió continuar su trabajo en aquel país. En 1925, arrendó la Casa Blanca a un ranchero de ganado de Texas, por 99 años al precio de $ 100,000 al año, cobrándole el primer año de renta por adelantado. Su vanidad y avaricia no tenía fin, y quiso acabar su carrera con un gran final.
En Nueva York encontró a la víctima perfecta, un australiano de Sydney. Ferguson le dijo que la entrada al puerto de Nueva York iba a ser ampliada y, por desgracia, la Estatua de la Libertad estaba en el camino. Sin embargo, el apego sentimental no iba a impedir el progreso, y los EE.UU estaban dispuestos a venderla.
Ferguson cometió la torpeza de permitirle al comprador el ser fotografiado junto a él frente a la Estatua de la Libertad. El australiano, que ya sospechaba, llevó la fotografía a la policía. Fue exactamente la pista que la policía quería, pues ya estaban al tanto de sus operaciones pero siempre conseguía escapar. El australiano les llevó directamente a Ferguson, que fue detenido y encarcelado durante cinco años, un precio bastante pequeño a pagar por la fortuna que había hecho. Fue liberado en 1930, y se mudó a Los Ángeles, donde vivió de lujo (gracias a un par de “trucos” más) hasta su muerte en 1938…
Fuente: Hechos y falacias (Recopilación Sélection du Reader’s) 1988
Vaya espabilado
De estos tenemos bastantes por España aunque no nos lo creamos. Buena anécdota, sí señor.
Un saludo.
Una historia muy curiosa
Me parece muy bien que alguien haya sabido aprovechar de la capacidad económica y la aparente estupidez de las victimas.
Un saludo.
Seguro que, en la cárcel, vendió hasta los barrotes, je,je.
Menudo pájaro.
Saludos.
Bueno, como sólo estafaba a ricos extravagantes, tiene mi apoyo.
Menudo espabilao era este tio.
Americanos tenián que ser!!.
Como dice Perikiyo vendería los barrotes en la carcel…jajaja.
Buen domingo felix.
Un beso-
A ver, él vendía…, si otro se dejaba estafar y compraba…
Un beso paisano.
La verdad fue una condena muy corta, pero sus víctimas fueron unos incautos, ¿Cómo pensar que podía arrendar la casa blanca? Muy buena entrada como siempre Félix.
Dejo un fuerte abrazo.
Hasta pronto.
Ostras… este era capaz de venderle un Iglu a un Esquimal..
Curiosísima anécdota.
Aunque yo lo que me pregunto es cómo hay gente tan idiota para caer en sus trucos.
BUENAS TARDES AMIGO MIO.
El timo de la estampita, pero a lo grande.
Y habalndo de timo y al leer lo de la venta de la torre parisina, me ha venido a la memoria, otra venta tipo timo , que los politicos locales , consiguieron hacerle a los onubenses.
resulta que en nuestra plza de la Merced, teníamos un templete de la música metálico de gran valor artístico y supongo que monetario y los sociolistos de turno, con la escusa de re modelar la feisima plaza que ha quedado, venden esta obra de arte a un pueblo de Sevilla , para con el dinero, se supone, construir el adefesio que hoy tenemos.
lógicamente, dicho templete luce orgulloso, por las tierras beticas.
La cuestión está en quién compraba, jaja
Feliz semana.
Muy interesante esta historia.
Él sería realmente astuto… ahora que creo que coincidió con personas verdaderamente ingenuas.
Un abrazo grande.
Una vida de película.
Un abrazo.
Y pensar que el truco de este señor ha seguido funcionando durante algunas centurias más… Muy avispado, desde luego. Él no tenía la culpa de tener éxito… si los pardillos caían en la trampa. Ni la estafa del tocomocho…
Saludos
Que astucia la de este hombre y que ingenuidad la de sus compradores jeje. Hoy en día aunque la gente es menos ingenua, debemos de tener cuidado de no caer en estafas.
Saludos!
juas vaya prenda! pues si que tendría que engatusar bien para vender cosas asi XD
Un saludo!
@Luis I. Díaz
En España y en cualquier país que se precie…
Un abrazo
@macgo
Tan curiosa como extravagante por parte de ambas partes…
Un abrazo
@sagitaire17
Los amantes de Teruel, tonta ella y tonto él…
Un abrazo
@Perikiyo
jajaja, no me extrañaria nada, querido amigo. Pájaro es poco…
Un abrazo
@elblogdeluna
Es que la parte “comprante” tampoco tiene perdón…
Un abrazo
@Laura.M
Hay personas que tienen el “don” de engañar al prójimo y, si además, el comprador es un “vivo”, en bandeja se lo ponían…
Un beso
@Elena
Pues sí. Para que nos vamos a engañar. No se salvaba ninguno de los dos 🙂
Un beso, paisana
@Pluma Roja
Suerte tuvo con la condena, tienes razón. Aquel granjero que quería arrendar la Casa Blanca por un siglo tampoco tenía perdón de Dios.
Un fuerte abrazo
@Isaac Roales
Y un país entero si se pone…
@martinyfelix
La vanidad humana no tiene límites…
Un abrazo
¡Enhorabuena, Felix! Portada en Menéame.
Aunque traiga tipos como el anónimo éste 🙂
Abrazos
@PEDROHUELVA
Ya sabes que en el timo de la estampita ambos son culpables. Lo de la pérgola de Musica de la Merced no tiene nombre. Ningún político debe ni puede comerciar con el patrimonio artístico o arquitectónico de ninguna localidad. Es de locos.
Un abrazo
@El dinosaurio
También debían ser unos pájaros de cuidado 🙂
Feliz semana
@7 letras
Llamémoslas ingenuas o aprovechadas. Más bien me inclino por esta última opción.
Un abrazo
@Senovilla
Un guión perfecto para Leonardo di Caprio 🙂
Un abrazo
@CarmenBéjar
Es la estafa del tocomocho pero con mayúsculas, querida amiga. De todas formas, la Historia está plagada de estos personajes…
Un abrazo
@Gladyzs
E internet es una herramienta que se presta mucho a eso. Que se lo pregunten a los bancos y sus usuarios…
Un abrazo
@J-M
Lo que si tengo seguro es que debía tener una buena verborrea y capacidad de convición…
Un abrazo
Eso se llama saber venderle la moto a cualquiera,…..¡debía tener el tipo un don de palabra, que ya te digo….!
Un saludo
Un heroe mas!
Este individuo tendría que tener un piquito de oro. Y los compradores una mente avariciosa y torpe.
Pienso que el timador tiene delito pero más el que se deja timar.
Un abrazo paisano.
Un gran vendedor, o estafador, tiene que estar rodeado de incautos, inocentes… y algún que otro bobo.
No sé si será una coincidencia que los americanos eran los más fáciles de timar.
Lo que está claro es que Ferguson hacía las cosas a lo grande.
Un abrazo magister.
jojojo esta no me la sabía!!! no me lo puedo creer, iba vendiendo por ahí a diestro y.. siniestro.. cada monumento que se encontraba, no me extraña la astucia tanto como la inocencia/ignorancia de aquellos compradores…
Felix espero me permitas q aproveche la oportunidad para ofrecer:
Señoras y Señores… Una ganga en toda regla!, se ha puesto a la venta el canal de panamá, (como construyen uno nuevo en paralelo), cualquiera puede llevarlo por la módica suma de 100,000 Euritos de nada! quién ofrece más? tan solo con un poco de espacio en el jardín trasero de casa pueden tener un canal que atraviesa fronteras y une culturas hermanas, ¿Quién ofrece más? (promoción valida hasta agotar existencias)
xD
@Xibeliuss
Gracias, amigo, aunque no soy muy amante de Meneame. Las críticas de esta persona no provienen de allí. Ya lo tengo identificado, y lo que más me jode es que no haya dado la cara para esgrimir sus argumentos.
Un abrazo
@MIMOSA
A eso lo venimos llamando todo un encantador de serpientes… 🙂
Un abrazo
@oscar
Otro heroe más que añadir a la lista¡
Un abrazo
@CORDOBESA
Tienen más culpa si cabe los compradores, que llevados por la vanidad, entraron en el juego del estafador. Así que estoy totalmente de acuerdo contigo, querida amiga.
Un abrazo, paisana.
@Javier
Sin incautos no existirían este tipo de “vendedores” o estafadores. En este caso eran incautos disfrazados con piel de cordero, y si, no vendía aspiradoras, hacía las cosas a lo grande 🙂
Un abrazo, maestro
@Silvia
A diestro y siniestro que si dice señorita. Todo lo que se le pusiera por delante :).
Queda publicada tu oferta, espero que tengas suerte y ya te digo que es muy atrayente e imaginativa. Eres una gran vendedora. ¿No serás desdenciente de nuestro personaje?
Besos XD
Jejeje Felix, si te portas bien te vendo la Cibeles por el módico precio de 10.000 Euros. No me explico cómo podía haber gente con dinero y tan tonta que cayese en esta trampa. Claro que me imagino que las fuentes de información que tendrían no son las de ahora.
Menudo bribón espabilado. Mira que vender el palacio de Buckingham 🙂
Sewría sin la Reina supongo.
Besos y buena semana
Amigo mio, esto se esta poniendo animado.
Por fin un TROLL, que ambienta el cotarro. Que envidia me das, con lo que me gusta un buen troll con todas sus picardias.
Presumo que este es femenino y que algún asunto pendiente tendrias tu con ella , truhan.
Ah. que yo también he coleccionado las seleciones del readers y lo cierto que algo catoliquilla eran. Así que tu anónimo, no iba muy desencaminada.
Otro asunto , esto se debe leer en plan irónico:
¡ Que me gusta que la gente comente, en esto que se llama, red social 2.0.
no se si se me entiende, vamos que pasan de leer a los demás comentaristas.
¿ tu cuando trabajas tío, pa echarle tanto tiempo a las respuestas.
un abrazo, para ti y para tu troll.
Envidia que me corroe.
Hola Felix, tanto tiempo, (aunque te leo)Hoy vengo desde Viajando por el fin del mundo, en dónde te tengo en lugar privilegiado. Me ha interesado mucho la historia de Ferguson. En mi país les llamamos “vendedores de buzones” Pero debo decirte que aquello que más me ha llamado la atención es la personalidad de los norteamericanos.¿No conocían las obras de arte públicas? ¿Tenían sólo dinero y nada de Cultura? Ya sé, me dirás que eran otros tiempos. De cualquier manera, hay que sacársele el sombrero a Ferguson, por su habilidad en el manejo de insensatos. Y un mensaje para los que no entienden que lo más importante en un Blog, es el pensamiento de su creador, el trabajo de leer, clasificar, seleccionar, los temas que habrá de publicar. No todo es genuino, en esta vida. De lo contrario no aprenderíamos nunca. Un abrazo, Felix.
Felix el anónimo está celoso, anda véndele el Mediterráneo, para que se haga una piscina particular.¡anda, di que siiiiiiiii!
Magnifico post y magnifico estafador, deberían hacerle una estatua y vendersela al “tonto el haba” que se esconde en el anonimato.
Besos
nela
Desde luego si llego a tener este talento ya estaría jubilado y disfrutando en una hermosa playa paradisiaca en una isla perdida. Lo malo es que hoy todo el mundo vende cosas, con menos talento y encima dentro de la ley:)
Un abrazo Felix
@Katy
¡Pues me la quedo de ipso facto¡ porque ya sabes por mis preferencias futbolísticas, y si no, te las digo, merengón :).
En aquella época, la palabra iba más allá de los contratos, y en este caso, la palabra era un pelin fullera…
Besos y feliz semana
@PEDROHUELVA
Es que a tí te va mucho la marcha, querido amigo,jaja. Ciertamente, las colecciones del readers (como dices en tu argot) son un “pelín” católicas, pero eso no es óbice para que de vez en cuando aporten información interesante. Intento sacar tiempo de donde puedo pero respondo con mucho agrado y agradecimiento. Las ventajas que tiene uno de trabajar para si mismo.
Un abrazo, amigo envidioso 🙂
@ZM
Me alegra mucho volver a leerte querida amiga. ¿vendedores de buzones? curiosa forma de llamarlos. Los nuevos ricos americanos de la época eran demasiado excéntricos y querían ser aún más famosos de lo que eran haciéndose con estos monumentos emblemáticos, aunque parece que no estaban muy al día de lo que significa el Patrimonio Cultural público. Gracias por el mensaje, porque nadie nace sabiendo…
Un abrazo
@Nela
Pronto pondré a la venta las Islas Baleares con Mallorca incluida. Buen precio y buena ubicación con vistas al mar por todos los lados de la isla, se admiten ofertas. Todo en regla XD
Besos¡¡
@A.L.
Tuvo merito el hombre en engañar a incautos pero con el dinero por castigo. No puedo sentir tristeza por ellos porque pecaron de pardillos y anviciosos. Cuando tengas la Isla, me avisas 🙂
Un abrazo
Más mérito tiene vender una pulsera con propiedades magnetoterapeutas que proporciona nada más y nada menos que “salud, bienestar y buenas vibraciones”. Al fin y al cabo Ferguson ofrecía cosas tangibles y bien gordotas.
@Jose Antonio Bejarano
Pues no te falta razón querido amigo. La superstición llega al punto de creer en cosas intangibles como la curación, el “imán” para el dinero, o el amor, entre otras virtudes que dicen que poseen las famosas pulseritas. Menudo negocio millonario como tantos estafadores de guante blanco…
Un abrazo
Interesante, creo que es uno de los articulos mas interesantes que lei aqui en tu web, sigue asi1
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AMERICANO TENIA QUE SER JAJAJJAJAJAJA