Los orígenes de los deportes siempre han sido tema de debate para los aficionados y los historiadores. Muchas disciplinas deportivas registran sus antecedentes en culturas milenarias y otras recién aparecieron hace un par de siglos. Un controversial caso es el del béisbol, cuya creación todavía es materia de discusión y análisis. En medio del debate aparece la figura de Abner Doubleday.
El militar que inventó el béisbol
Abner Doubleday (1819, Nueva York – 1893, Nueva Jersey) fue un militar norteamericano que alcanzó el grado de general del ejército de la Unión durante la Guerra de Secesión. Fue reconocido por su valentía en los momentos iniciales de la Batalla de Gettysburg y por su liderazgo en dos divisiones de infantería. Luego de la guerra, se hizo con la patente del sistema de tranvías tirados por cable de San Francisco y, posteriormente, se dedicó a los estudios teosóficos. Sin embargo, su loable vida tiene un reconocimiento bastante cuestionado: se le atribuye la creación del béisbol.
El béisbol es uno de los deportes más populares de Estados Unidos. En sus inicios se jugaron diferentes versiones hasta que adquirió su formalización gracias a las reglas publicadas por Alexander Cartwright en 1845. Los primeros bates de béisbol eran tallados a mano y con variadas dimensiones (planos, cortos, largos, redondeados, etc.). Fue a comienzos del siglo XX cuando se optó por el prototipo estándar que actualmente se emplea con ciertas modificaciones. En medio de toda esta serie de cambios y oficializaciones, en 1905 la Liga Nacional de Béisbol encomendó a una comisión para que indagara sobre los orígenes de esta disciplina.
Albert Mills se encargó de liderar las investigaciones. Así, la comisión concluyó que fue Abner Doubleday quién sentó las bases del béisbol cuando estudiaba en la Auburn Academy de Cooperstown. Es en este lugar de Nueva York donde se construyó el Salón de la Fama y el Museo Nacional del Béisbol de los Estados Unidos, aprovechando la fama póstuma del militar.
¿Creador del béisbol o un mito más?
La biografía del general Doubleday podría finalizar con estos datos si no fuera porque muchas instituciones pusieron en tela de juicio su rol de inventor del béisbol. Numerosas investigaciones se dedicaron a señalar que Abner Doubleday no fue el creador de este deporte pues no existe ningún documento válido que acredite ello. También manifestaron que es poco probable que se hubiera encargado de difundirlo y promocionarlo. Yendo más lejos, varios académicos señalaron que el béisbol ni siquiera era norteamericano, pues supuestamente en países como Inglaterra y Alemania ya lo practicaban a finales del siglo XVIII.
Actualmente, la relación entre el béisbol y Abner Doubleday ha caído en el campo del mito. Algunos historiadores, para paliar las dudas, han decidido determinar como creador del béisbol a Alexander Cartwright por haber establecido las reglas modernas del deporte. Además, dudan que Doubleday a los 20 años hubiera tenido los conocimientos suficientes para idear una disciplina tan compleja.
(*) Crédito imagen: pixabay
A lo mejor Alexander Cartwright (parece uno de Bonanza) se aprovechó, como Marconi de Tesla, pefeccionando el invento.
Jamás entendí ese juego o deporte. Y mira que sale veces en las películas norteamericanas. Sé que debe ser muy importante para la sociedad de allí. De hecho siempre hay un padre que va -o que no va por razones del trabajo- al partido donde juega su hijo. Y ello trae consecuencias para toda la familia. En mi barrio jugábamos al fútbol y los padres ni aparecían. Mejor para nosotros, que podíamos decir y hacer más burradas.
Saludos, Félix.
Ahora los padres tienen mucho peligro en los campos de fútbol. Y cierto, en nuestros tiempos no aparecían ni por asomo 🙂
Saludos Cayetano!
Recordemos que en los Estados Unidos, la imagen tiene mucho peso. De esa cuenta, ellos inventaron la mercadotecnia para ser utilizada en la venta de sus productos. Y en ocasiones, … favorecer sus intereses políticos. Como sucedió con el acorazado Maine en la Habana. Randolph Hearst se encargó de presentar un mala imagen de los españoles. El resto ya es bien conocido.
Cierto, Francisco. Y en eso son los mejores, no hay duda. Y haces bien en traer a colación el suceso del Maine, un claro ejemplo, tanto gobierno americano como prensa amarilla bien que lo aprovecharon.
Saludos!