¿ En cuantas ocasiones desde pequeñitos hemos sentido ese miedo atávico a Satanás y a todo lo que rodea? El miedo a las llamas del infierno, al vagar eterno de nuestro alma…. y todo aquello que la Iglesia Católica ha querido que creamos de esta figura creada por ella misma.
Cualquiera que lea la Biblia, sabe que todo esto del Demonio, Satanás o el Diablo son milongas castañeras… Las únicas referencias que se hacen de esta figura en las Sagradas Escrituras suceden en el libro de Enoc (haciendo alusión a que Lucifer era el más bello y perfecto de los angeles y que, en un acto de rebeldía y vanidad quiso ser como él, con lo cual Jehová lo desterró). Pero donde más duele todo esto es en el libro de Job, en el cual Jehová es el que tienta al diablo a que se cebe con Job y lo desposea de todo cuanto él ama para demostrarle su amor y fidelidad por él (con padres como este nos sobran los enemigos). La conclusión que yo saco del libro de Job es que el más decente de los 3 (Jehová,Satanás y Job) era sin lugar a dudas el sufrido Job. Aparte de esto nada de nada en la Biblia (supuestas aluciones, pero nada más).
Y llegamos al meollo de la cuestión: ¿quién se invento esta figura demoniaca con rabo y cuernos que ha atormentado a tantas generaciones de humanos?. Respuesta: la Iglesia Católica.
Ya en la Edad Media, los jerifaltes papales decidieron que no podía haber una dualidad en la figura de Dios como bueno y a la vez vengativo (esto es realmente lo que nos cuenta el Antiguo Testamento) y se inventaron esta figura para separar el bien del mal, el maniqueismo. Además ha servido con el paso de los siglos como un mecanismo de control social que ha resultado ser más que efectivo (si te portas bien iras al cielo y si no al infierno). Ha servido para controlar naciones y pueblos enteros y amasar grandes fortunas que en pocas ocasiones han revertido en los más necesitados.
Estamos sin lugar a dudas ante la mejor campaña de marketing de la Historia. Que cada uno saque sus propias conclusiones…
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@Mer
Y yo también pasaba mucho miedo, y ese precisamente es el éxito de esta idea. Generación trás generación se ha ido inculcando esta idea hasta convertirla en algo más que una figura metafórica del mal. ¿le pedías a tu madre una cabeza de ajos? jajaja -veo que te lo tomabas muy en serio-.
De pequeño vi una película de la cual no logro recordar el nombre pero me causo un impacto brutal.
Tambíen tenía algún que otro rombo y en una de las escenas, el prota descorría la cortina de una bañera y encontraba un muerto ahogado.
Bien, pasé muchos, pero muchos años, con auténtico pavor a esas cortinas, hasta el punto de que cada vez que entraba al cuarto de baño, me asomaba…
¿Un diablín yo? Más bueno que un San Luis es lo que soy,jajaja
Besos de azahar, maja
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@Mer
Es que los vampiros serán malos, malotes, pero de tontos no tienen un pelo,jajaja. No suelen irse a por la fea del baile, claro está. Les va la marcha. De Crepúsculo sólo se que no se nada y ni siquiera se el argumento. Los vampiros buenos son como una paella sin arroz 🙂
Besos de azahar
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@Mer
Ya me dirás, descafeinado totalmente. Gracias por la información :). Además, una de las reglas de oro de un vampiro es no enamorarse jamás. Los vampiros “trabajan” de noche y ya sabes como suelen acabar esos matrimonios, y como viven eternamente sufrirían mucho las criaturas…
Besitos de La Fallera (el arroz que no se pasa nunca)
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@Mer
Clarooo, a los vampiros no se les pasa nunca el arroz, siempre están a tope. Lo de la noche lo digo por los matrimonios, que supongo que deben llevar mal el dormir solos, tanto uno como otra, digo yo.
¿Qué si conozco la noche? Bueno, en mi época junior era pinchadiscos de una Discoteca los fines de semana cuando estudiaba en mi Córdoba natal, me lo pasaba pipa, repipa.
Beos, guapa¡¡
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@Mer
No conozco el tema en profundidad para hacer una valoración profunda de ese tipo de matrimonios, tan sólo son suposiciones. Yes, pinchadiscos de la noche,jajaja. Tú también eres muy divertida.
Besos de azahar al cuadrado
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