Cada vez que llega un nuevo año, la mayoría nos proponemos mejorar. Nos prometemos perder peso, encontrar un nuevo trabajo o tal vez incluso hacer esas vacaciones que hemos soñado. Es cierto que dada la situación por la pandemia de la COVID esto ha pasado a un segundo plano, pero la vida sigue y no dejamos atrás trazarnos metas.
¿Por qué nos hacemos estas promesas y de dónde vino esta tradición? ¿Y por qué esta tradición sigue viva cuando tantas personas no cumplen con sus objetivos? Bueno, podemos empezar culpando a los antiguos babilonios.
Hace unos 4.000 años en Babilonia, se llevó a cabo la primera celebración registrada en honor a la llegada de un nuevo año. Los calendarios no eran como hoy día, porque el calendario babilonio comenzaba a fines de marzo durante la primera luna nueva después del equinoccio de primavera. Los eventos ceremoniales colectivos se conocían como el Festival Akitu, que duraba 11 días. Las festividades estaban dedicadas al renacimiento del dios sol Marduk, pero los babilonios hacían promesas para satisfacer a todos sus dioses. Sentían que esto les ayudaría a comenzar el nuevo año con el pie derecho.
Eso continuó con los romanos. Cuando el calendario romano temprano ya no se sincronizaba con el sol, Julio César decidió hacer un cambio. Consultó con los mejores astrónomos y matemáticos de la época e introdujo el calendario juliano, que se acerca más al moderno que usamos hoy. César declaró el 1 de enero como el primer día del año para honrar dios de las puertas, los comienzos, los portales, las transiciones y los finales, Jano. Los romanos celebraban el Año Nuevo ofreciéndole sacrificios.
Hasta el día de hoy, las tradiciones de los antiguos babilonios y romanos continúan en todo el mundo. Tanto es así que Google lanzó un Mapa en 2012 donde las personas podían agregar propósitos y ver a otros agregando los suyos en tiempo real. Sin embargo, no importa cuántas personas participaron en el proyecto de Google, las cifras son sombrías cuando se trata de la cantidad de personas que mantienen sus propósitos; solo el 9.2 por ciento de las personas logran tener éxito.
Los propósitos de Año Nuevo más populares:
- Bajar de peso / comer más sano
- Organizarse
- Ahorra mas dinero
- Dejar de fumar
- Disfrutar de la vida
- Pasar más tiempo con amigos cercanos y familiares.
- Mantenerse saludable
- Aprender algo nuevo
- Ayudar a otros a perseguir sus metas
- Encontrar el amor
Si esos propósitos te resultaron fallidos en años anteriores o si te inspiran a crear tu propia lista de promesas para 2021, solo recuerda que esta tradición está destinada a perdurar. Tenemos 4.000 años de historia que nos lo dice, y esa es una estadística que es difícil de discutir.
Y para ayudar a que se cumplan esos buenos propósitos nada mejor que las felicitaciones navideñas, que animan a que se hagan realidad. Ahora es cuando te bombardean con todo tipo de mensajes positivos. Hasta el banco te felicita las fiestas y te desea lo mejor para el año que viene, después de haberte subido las comisiones.
Saludos, Félix.
Jaja, cierto. Pero bueno, los mensajes positivos nos ayudan a tener ilusión y cargar el cuerpo de esa «gasolina» que nos hace levantarnos cada día dispuestos a mejorar en la vida.
Te deseo un Feliz 2021 amigo Cayetanus.