Panteón de París, lugar de descanso de Marie Curie
Completado en 1790, el Panteón de París es un mausoleo neoclásico impresionante situado en el Barrio Latino de París. Alberga los restos de ciudadanos franceses de renombre, como Voltaire, Jean-Jacques Rousseau, Victor Hugo o Louis Braille.
También es el lugar donde descansan los restos de Marie Curie, la científica polaco-francesa cuya pionera investigación le valió el Premio Nobel de física 1903, que compartió con su esposo Pierre Curie, y el de Química en 1911.
La mayoría de sus investigaciones se centraron en la radioactividad: entre otros logros, acuñó y definió el término «radioactividad» y descubrió dos elementos radiactivos importantes, el radio y el polonio, este último en homenaje a su país de origen.
Desafortunadamente, ya que los efectos negativos de la radiación en la salud humana eran desconocidos en aquella época, Curie nunca se protegió de ellos durante sus experimentos. De hecho sus descubrimientos le llevaron a la muerte: en 1934, murió de anemia aplásica, una afección que fue causada por la exposición prolongada al radio y al polonio. Incluso su hija Irene Joliot-Curie, que también recibió el Premio Nobel de Química, murió de leucemia, que probablemente fue el resultado directo de la exposición constante de su madre a los altos niveles de radiación.
Fue enterrada en el cementerio de Sceaux, en el sur de París, junto a su marido, que murió casi 28 años antes. Sin embargo, en 1995, sus restos fueron transferidos al Panteón de París para unirse a los restos de otros iconos de la historia francesa. Fue un proceso singular: cuando fue desenterrada de su lugar de descanso original, sus restos eran tan radiactivos que fueron enterrados en el Panteón en ataúdes de plomo de 2,5 centímetros de espesor para evitar que la radiación dañe a los que la honren.
Dado que los desafortunados Curie estaban contaminados con radio 226, el isótopo más estable de este elemento, con una una vida media aproximada de 1.500 años, sus restos permanecerán peligrosamente radiactivos durante al menos ese tiempo
Marie Curie no era consciente de los riesgos que corría
Además, dado que Marie Curie nunca pensó que sus experimentos fueran dañinos, contaminó toda su casa junto con muchos de sus artículos personales. Con frecuencia llevaba muestras de radio y polonio en los bolsillos de su bata de laboratorio y las trasladaba a casa para analizarlas en su tiempo libre. Sin darse cuenta, ella contaminó toda su ropa, sus libros, cuadernos y libros de cocina, sus joyas, muebles y otros artículos personales.
Hoy en día, más de 80 años después de su muerte, muchos de sus objetos personales se almacenan en París, en la Biblioteca Nacional de Francia. Los artículos se guardan en cajas especiales reforzadas con plomo para evitar que la radiación dañe a sus manipuladores. Al igual que el cuerpo de Curie, permanecerán altamente radiactivos durante siglos.
Aún así, los artículos radiactivos de Curie son accesibles al público. Cualquier persona que desee estudiar los cuadernos originales que contienen los detalles escritos a mano de su innovadora investigación debe firmar una exención de responsabilidad y usar todo tipo de equipos de protección mientras estudia los peligrosos documentos.
(*) Imágenes: Flickr, Wikimedia Commons, Cuaderno de Marie Curie. Foto: Imágenes de Wellcome CC BY-SA 4.0
Ya había oído que esta mujer era la bomba, pero no me imaginaba por qué.
Un saludo.
Jeje, menudo humor negro 🙂
Un saludo, Cayetano
Curie