Increíbles coincidencias históricas

Alguna vez en la vida nos suceden extrañas o maravillosas coincidencias en nuestras vidas, como un encuentro casual con alguien conocido mientras viajábamos, por ejemplo, por un país lejano.

Las coincidencias son parte de la experiencia humana. Pero algunas coincidencias históricas son particularmente extrañas, casi demasiado extrañas para ser verdad. Y sin embargo, lo son. Aquí algunos ejemplos.

La maldicion de Tamerlán

Tamerlán, también conocido como Timur, fue un conquistador turco-mongol, y primer gobernante de la dinastía timúrida. Vivió desde 1336 hasta 1405, y gobernó desde 1370 hasta su muerte. Su objetivo era restaurar el gran imperio mongol de Gengis Kan, que había muerto más de un siglo antes en 1227 y se refería a sí mismo como “la Espada del Islam”. Fue enterrado en un mausoleo en Samarcanda, pero su cuerpo fue exhumado en 1941 y examinado por Mikhail Gerasimov, un antropólogo soviético.

La tumba de Timur tenía una inscripción con la frase: “Cuando me levante de entre los muertos, el mundo temblará”, y se encontró una segunda inscripción en su ataúd: “Quienquiera que perturbe mi tumba, desatará a un invasor más terrible que yo”.

Las fuerzas de Adolf Hitller invadieron la Unión Soviética tres días después como parte de la Operación Barbarroja, que fue la operación militar más grande de la historia. Unos días antes de la victoria soviética en la batalla de Stalingrado en 1942, Timur fue enterrado nuevamente, en un ritual islámico.

Vecinos poco probables

George Frideric Handel (1685-1759) fue un compositor nacido en Alemania que pasó la mayor parte de su carrera viviendo en Londres, Inglaterra. Es famoso por sus óperas, conciertos de órgano, himnos y oratorios, pero su obra más conocida es ciertamente el Mesías, que compuso en 1742. Tras pasar casi 50 años en Inglaterra, Handel murió en Londres como un hombre rico y respetado, y recibió honores del estado con un entierro en la Abadía de Westminster.

Avancemos rápido 200 años después, otra vez a Londres, y nos encontramos con otro músico talentoso llamado Jimi Hendrix. Hendrix nació en Seattle, Washington en 1942, y se mudó a Londres en 1966 donde, con la ayuda de producción de Chas Chandler, formó la banda Jimi Hendrix Experience y en 1967 lanzó su famosa canción “Purple Haze”.

Después de dejar Londres 6 meses, Hendrix se mudó allí de nuevo en 1969 con su novia a su apartamento en 23 Brock St. ¿La coincidencia? George Frederic Handel había vivido en el número 25. El edificio ahora es el museo Handel & Hendrix en Londres.

Los chicos malos de Viena

Viena, Austria, es conocida por su cultura, sus edificios, la Escuela española de equitación y su opulento Carnaval. Pero también es conocida como el antiguo hogar temporal de algunos de los peores delincuentes de la historia. Y todos estuvieron allí al mismo tiempo.

Adolf Hitler, Josip Broz Tito, Leon Trotsky y Joseph Stalin vivieron en Viena durante el verano de 1913. Hitler, que vivió en Viena desde 1908, luchaba por ganarse la vida como pintor.

Stalin pasó cerca de un mes en la ciudad, escribió sobre el marxismo y se reunió con el revolucionario ruso Trotsky, quien vivió en Viena durante aproximadamente 7 años y lanzó el periódico Pravda, que se traduce como La Verdad. Tito, un revolucionario comunista yugoslavo y luego líder político, trabajó como operario en una fábrica y se convirtió en miembro activo del movimiento obrero local.

Hitler, Trotsky, Tito y Stalin eran clientes del Café Central (Hitler y Trotsky eran clientes habituales), que cerró al final de la Segunda Guerra Mundial. Reabrió sus puertas en 1975, y ahora es un lugar turístico muy popular.

Violeta insumergible

Una camarerra de transatlánticos, Violet Jessop, ciertamente tenía algunas buenas historias para contar en sus viajes. Especialmente cuando esos viajes acababan en desastre.

En 1911, estaba a bordo del lujoso barco RMS Olympic trabajando cuando chocó con un barco de guerra británico. No hubo víctimas fatales, y el Olympic pudo llegar a puerto sin hundirse. Sin dejarse intimidar por esta experiencia, Jessup se embarcó en RMS Titanic en 1912, nuevamente como camarera.

El destino del Titanic es bien conocido, y Jessup fue una de los sobrevivientes del  devastador suceso. En 1916, se embarcó nuevamente, esta vez como voluntaria de la Cruz Roja Británica a bordo del HMHS Britannic. El barco se había reconvertido en un hospital, pero se hundió en el mar Egeo después de una explosión, llevándose 30 vidas por delante.

Jessup, mientras saltaba de su bote salvavidas para evitar ser arrastrada por las hélices del barco, sufrió una lesión en la cabeza. Regresó a trabajar para la White Star Line en 1920, desafiando a la suerte, y a menudo se la llamaba “Miss Insumergible”.

Lugar correcto en el momento adecuado. ¡Dos veces!

En octubre de 1938, Joseph Figlock era barrendero en Detroit, Michigan. Estaba barriendo una calle cuando un bebé se cayó por la ventana cuatro pisos arriba. Aterrizó en la cabeza y los hombros de Figlock y, aunque ambos resultaron heridos, la niña sobrevivió.

Un año más tarde, otra vez, mientras barría una calle, otro bebe, esta vez un niño, volvió a caer desde una ventana. Como antes, el bebé aterrizó en Figlock, con un resultado similar y bastante feliz.

¿Venganza o karma?

La historia de Henry Ziegland, Texas, fue un poco triste. En 1893, él rompió con su novia, quien posteriormente se suicidó, dejando a su familia devastada. Su angustiado hermano se encargó de vengar el corazón roto de su hermana y defender el honor de su familia.

Le disparó a Ziegland, pero solo le rozó la cara; la bala en cambio acabó incrustada en un árbol cercano. El hermano, creyendo que había matado a Ziegland, intensificó aún más el dolor de su familia y también se quitó la vida. 20 años después, Ziegland debía cortar el árbol en el que se había alojado la bala. Para acelerar el proceso, utilizó dinamita.

La explosión, de hecho, derribó el árbol, aunque también disparó la bala directamente a la cabeza de Ziegler, matándolo. La venganza puó no haber sido rápida, pero llegó al final.