La historia de Pinocho, Collodi vs Disney

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En 1940, Disney estrenó una película familiar sobre Geppetto, un anciano carpintero empobrecido que en su soledad decide fabricar un muñeco de madera. La noche que terminó el trabajo el anciano se fue a la cama para descansar y descubrió una estrella que iluminaba el cielo nocturno. No era cualquier estrella, brillaba intensamente.

Se extrañó de ver una estrella de este tipo, se levantó, miró a través de su ventana y pidió un deseo: «Luz de estrella, estrella brillante, primera estrella que veo esta noche. Ojalá pueda tener lo que deseo esta noche», «deseo que mi pequeño Pinocho se convierta en un niño de verdad». Miró con cariño a su muñeco y suspiró, agregando «¿No sería lindo?».

La estrella, que no era tal, sino una hada bondadosa, había escuchado el anhelo del hombre y decidió hacer realidad su deseo. Convirtió a Pinocho en un ser viviente que, acompañado por Pepito Grillo, un pequeño grillo asignado para actuar como su conciencia, debe demostrar ser digno de convertirse en un niño de verdad. Esta encantadora historia trata de enseñarles a los niños cómo deben comportarse con rectitud.

El libro original Las aventuras de Pinocho, escrito por el autor italiano Carlo Collodi en la década de 1880, tenía un tono completamente diferente. Su objetivo era mostrar lo difícil que es ser padre de un niño travieso

Collodi nunca fue padre, y su historia no era tan agradable como la de Disney. El muñeco de la historia que escribió y publicó está descrito como un bribón desobediente y un «niño miserable». Pinocho, en opinión del autor, es un reflejo de la filosofía de cómo educar a un niño que fue explorado por el filósofo del siglo XVIII Jean Jacques Rousseau. En su discurso sobre la educación social, Rousseau considera que se debe permitir que un niño aprenda las consecuencias naturales de sus malas acciones.

La versión Disney de Pinocho es muy diferente del cuento original

«Que no aprendan nada de los libros, que lo hagan de la experiencia», argumenta. De todos modos, el títere se negaba a ir a la escuela. ¿Y qué hace este «recién nacido» que fue amado tanto y tan ciegamente por su creador?. Se salta las clases, discute con su padre y huye de casa tan pronto como aprende a caminar. ¿Y por qué?, por su manía de ignorar los consejos de los mayores (Geppetto), que probablemente saben una o dos cosas más de la vida que él.

Para colmo, cuando se le pregunta por qué, él declara que ha abusado de él, y su creador es encarcelado. Mientras que Rousseau argumenta que un niño debe aprender de la naturaleza y explorar sus propios caminos, también afirma que él o ella también debe aprender de las personas.

Así pues, tras haber matado a su conciencia (Pepito Grillo fue aplastado en la pared como una mosca por Pinocho) y en total desprecio por el hombre lleno de amor que anhelaba engendrar un niño y lo creó, Pinocho toma decisiones dudosas y a veces incluso malévolas que al final lo llevan a morir colgado en un árbol por personas en las que él confiaba.

Sí, en la historia original Pinocho es ahorcado por el Zorro y el Gato en una rama de un roble. Sin éxito, pero colgado. A lo largo del cuento original, Pinocho siente la repercusión de sus acciones muchas veces, cuando es asaltado, raptado, apuñalado de vez en cuando, atado y azotado como un perro, golpeado continuamente y quemadas sus piernas.

Él es, por definición, un mocoso ingrato, no se puede negar. Y su historia es compleja, y como tal, junto con la manera oscura en que se presenta, no ofrecía ningún interés a una empresa como Disney que deseaba dar al mundo la historia de un niño ingenuo en el mundo cruel de los adultos.

En lugar de una lección para padres cariñosos, el libro apunta a mostrar algunos aspectos prácticos detrás del complejo vínculo que se forma entre un padre y su hijo que la mayoría de las veces buscará desobedecer a su «creador». Disney y su equipo lo redujeron a una dulce y amorosa historia infantil de un niño ingenuo e ignorante.

«Pinocho es demasiado arrogante y astuto para simpatizar con la audiencia», fue lo que dijo Walt Disney antes de detener la producción de dibujos animados a mediados de la misma. En su opinión, esta historia de un chico irrespetuoso que es torturado y casi asesinado por su ignorancia y rebeldía no era de ninguna manera adecuada para los niños.

Para vender la historia, pintaron una imagen mucho más bonita de un niño ingenuo e indefenso. La lección es que aquellos que son lo suficientemente valientes y van con la verdad por delante encontrarán la salvación. Lo cual, a decir verdad, es una historia mucho más fácil de vender.