Así terminaría el mundo según los científicos, y el scénario es aterrador

Foto del autor

Por Manuel Sánchez

¿Te has preguntado alguna vez cómo terminará nuestro universo? No, no es un trailer de ciencia ficción, sino la predicción aterradora (y profundamente realista) de la ciencia actual. Spoiler: no hay final feliz, ni regreso de los dinosaurios, ni explosión épica al estilo Hollywood.

El universo: una estrella en declive

Triste pero cierto: desde el punto de vista de la formación de estrellas, nuestro universo lleva mucho tiempo en decadencia. Los expertos afirman que el gran momento de gloria de la creación estelar se vivió hace unos 10.000 millones de años. Desde entonces, la fiesta se ha ido apagando. ¿La razón? El universo sigue expandiéndose a ritmo imparable, mientras la cantidad de materia presente permanece constante. Resultado: los materiales necesarios para fabricar nuevas estrellas se dispersan cada vez más, haciendo cada vez más difícil el nacimiento de nuevas luminarias cósmicas. Y no, la cosa no parece que vaya a mejorar en el futuro próximo (ni en el lejano, de hecho).

La muerte de la luz: el destino final de las estrellas

Formar una estrella no es moco de pavo; se necesita comprimir una pequeña masa de materia (ya hemos dicho que anda bastante repartida por el cosmos). Por eso, la expansión del universo va poniendo cada vez más trabas al proceso. Según las estimaciones científicas, llegará un día, dentro de aproximadamente un billón de años (eso es 1012 años, para los que llevan la cuenta), en que nacerá la última estrella. Y cuando hayan pasado unos 100 billones de años (algo así como 1014 años), se apagará la última luz. Sí, el apagón más colosal de la historia.

Un universo cada vez más solitario (y oscuro… muy oscuro)

Mientras tanto, la expansión acelerada del universo no da tregua. Algunas galaxias que hoy observamos desde la Tierra desaparecerán de nuestra vista para siempre. De hecho, ahora contemplamos la luz que emitieron cuando estaban mucho más cerca de nosotros, pero la que generan en la actualidad jamás llegará a nuestro sistema solar—ni con telescopios ni con prismáticos. Al final, solo nos quedará el Grupo Local de galaxias: la Vía Láctea, Andrómeda y otras sesenta vecinas gravitacionales. Y punto. El universo, tal y como lo percibimos, se reducirá a este pequeño club privado, completamente aislado del resto.

  • Grupo Local = Vía Láctea + Andrómeda + ~60 galaxias cercanas
  • Resto del universo: inalcanzable y sumido en la oscuridad

¿Creías que eso era lo peor? Hay más. Con el tiempo, todo ese pequeño grupo se disolverá o se autodestruirá, llegando finalmente a la oscuridad total. Claro, habrá que esperar entre 1020 y 1030 años para el blackout cósmico definitivo.

Degeneración, partículas y la muerte térmica

Antes del negro final, la desaparición de la última estrella abrirá una era muy poco glamurosa: la era de la degeneración. Por unos nada despreciables mil millones de millones de años (1018 años), los planetas seguirán existiendo, pero sin fuentes de calor. Igual suerte correrán asteroides, cometas y restos del espacio: vagarán fríos y oscuros.

  • Planetas y asteroides sobreviven, pero helados
  • Sin nuevas fuentes de energía, la materia comienza a desmoronarse

Poco a poco, y átomo a átomo, todo el material se desintegrará. ¿Cuánto tiempo? Cuando hayan pasado unos 1065 años (ese número ni siquiera tiene nombre propio), no quedará ni un solo objeto macroscópico en todo el universo. Solo los agujeros negros resistirán un poco más. Pero el llamado radiación de Hawking hará que también se vayan evaporando poco a poco, hasta desaparecer en 10100 años… o, como gustan llamarlo, un googol de años.

Llegados a ese punto, ya no quedan ni planetas, ni estrellas, ni agujeros negros. El universo estará gobernado por partículas, con los protones quizá (y con suerte) como los «más grandes» de la época. Pero tampoco está asegurada la estabilidad de los protones a tan largo plazo. En cualquier caso, hacia los 10200 años, hasta los protones terminarán por desintegrarse. Es el reinado de la energía oscura, en un universo en expansión perpetua y sin ninguna energía útil para mover nada. Es la llamada muerte térmica: ningún proceso, ningún movimiento, ninguna vida posible.

Lo que reste de todo esto estará en equilibrio térmico absoluto. La temperatura bajará acercándose al cero absoluto (pero sin llegar nunca). Coincide, según la ciencia actual, con la desaparición de toda forma de vida. ¿Y luego? Nadie lo sabe. ¿Un nuevo Big Bang? ¿Un fenómeno inesperado? Queda la intriga… y, siendo honestos, una cierta (y cósmica) curiosidad.

Artículos similares

Califica este artículo

Deja un comentario

Share to...