Sir George Everest fue el topógrafo más grande de la historia británica. En 1823, asumió el cargo como responsable general de topografía de la India después de que su predecesor falleciera, y luego obtuvo el puesto de inspector general siete años después.
El interés de Everest en la topografía se remontaba a sus días en la escuela militar en Inglaterra. Aquel joven destacó en su formación en ingeniería, y se embarcó en una gira de siete años en Bengala de 1806 a 1813. En 1814, Everest se trasladó a las Indias Orientales Holandesas, donde ayudó a completar la prospección trigonométrica de Java durante dos años.
Después de esa época, Everest regresó a la India en 1818, donde pasó los siguientes 25 años ayudando a los británicos a mapear todo el subcontinente. Cuando regresó a la India, se reencontró con el coronel William Lambton, un buen amigo, el hombre con el que trabajó en 1806 en la topografía de Bengala.
Lambton murió en 1823, lo que llevó a Everest a convertirse en inspector general de la India. Eso le permitió obtener aún más recursos para continuar la enorme tarea que tenía por delante, la orografía de aquel país era inmensa.
El reto era tomar medidas precisas de un gran país con una amplia variedad de climas. Los topógrafos recorrieron densas junglas y secos desiertos. En un momento dado, Everest cayó enfermo. Los trabajos se detuvieron, pero tan pronto se recuperó volvió al trabajo.
Everest era más que un simple agrimensor, era un inventor. Como ingeniero, hizo varias mejoras a las herramientas de topografía de la época. Sus equipos realizaron medidas precisas desde el Himalaya hasta el extremo sur del subcontinente indio, un logro impresionante considerando que se hizo tomando medidas en el terreno sin la ayuda de láseres de alta tecnología, satélites o fotografías aéreas. Los estudios comenzaron con teodolitos primitivos antes de que Everest mejorara estos dispositivos.
Everest también era muy riguroso para la precisión. No abandonaba un área hasta que se aseguraba de tener lecturas y datos exactos. Su información ayudó a hacer los mapas más precisos de India. Everest se retiró de su puesto en 1843 como coronel en el ejército. Por su arduos trabajos, el Monte Everest fue nombrado en homenaje a él en 1856.
Una montaña para un hombre
Un matemático que trabajaba en el Gran Estudio Trigonométrico de la India llamado Radhanath Sikhdar descubrió que la montaña era la más alta del mundo en 1852. Informó sus hallazgos a Andrew Scott Waugh, sucesor de Everest como inspector general.
Cuatro años más tarde, Waugh decidió nombrar el pico más alto del mundo como Monte Everest. Waugh pensó que era un honor apropiado para el hombre que supervisó la mayor parte de la topografía de la India.
El Monte Everest se convirtió en el nombre en inglés del pico más alto del mundo, a pesar de que los lugareños ya tenían un nombre para él. La montaña era llamada Chomolungma por los tibetanos y Sagarmatha por los nepaleses. Hay que reseñar que el propio George Everest no estaba muy contento y honrado, era partidario de mantener el nombre dado por los habitantes de la zona.
Cinco años después nuestro protagonista recibió el título de caballero de la Reina Victoria por sus contribuciones a Gran Bretaña. En 1866, Everest murió pacíficamente en su país después de una vida plena. Hay una ironía importante en esta historia.
Everest nunca vio el pico que lleva su nombre. Se retiró en 1843, y los equipos de investigación británicos aún no habían llegado a Nepal para medir las montañas allí. Everest tiene una montaña que lleva su nombre simplemente por su reputación y porque los científicos lo tenían en alta estima.
Si levantara la cabeza comprobaría que todo el mundo reconoce ese término por la montaña y no por él, un desconocido para la inmensa mayoría de los mortales. Manda carallo.
Saludos de fin de semana.
Aún así fue un hombre de Ciencia que abogaba por respetar el nombre que le daban los habitantes de la zona. Como dices, él no está en muchos libros de historia, pero que decir de la montaña…
Saludos y que vd. disfrute
Curioso nombre para la «montaña» por excelencia, mas sin siquiera haberla visto, creía que tenía algo que ver con ella.
Saludos
La madre de todas las montañas y el deseo anhelado de cualquier alpinista que se precie, Flores. Los que la suben prefieren llamarla por sus nombres originales tibetanos o nepaleses.
Un saludo!