Fue la vida de Mehran Karimi Nasseri la que se narró en la película “La Terminal” y que, aunque tiene tintes surrealistas, tristemente fue un caso real. Conocido como Sir Alfred, estuvo durante 18 años viviendo en el aeropuerto parisino de Charles de Gaulle.
Sir Alfred recordaba con exactitud el día que llegó al aeropuerto: ”Fue el 8 de agosto de 1988, iba a Londres, pero me rechazaron la entrada porque no tenía pasaporte”. Desde entonces vivió en el subsuelo del aeropuerto, con sus cajas, maletas y libros.
El tiempo no le hizo hecho perder un ápice de coquetería e iba pulcramente afeitado y con su buen bigote recortado. Cuando llegaba el momento de hacerse unas fotos, sacaba con toda naturalidad un espejito y un peine blanco.
Fue desterrado por el Sha iraní debido a que había participado en las protestas contra su régimen, así que lo montaron en un avión sin pasaporte ni otros documentos en un alarde de democracia. Terminó llegando al aeropuerto de Londres donde las autoridades le negaron el derecho de asilo y a partir de entonces estuvo viajando de ciudad en ciudad por media Europa durante cuatro años, sin conseguir asentarse en parte alguna.
Terminó llegando al aeropuerto parisino donde se “instaló” por una buena temporada y, aunque en el año 1991 recibió por parte del gobierno francés un permiso de residencia, fue rechazado por nuestro protagonista. Ya no se sentía ciudadano de sitio alguno, la Terminal era su vida.
Tanto el médico como el cura del aeródromo se encontraban entre sus mejores amigos. “Le da miedo abandonar la burbuja en la que ha vivido estos años”, certificaba el doctor jefe médico del aeropuerto. “Tiene sus papeles en regla, medios económicos, pero no quiere irse porque su vida ya es el aeropuerto”. Hay que recalcar que recibió de Spielberg la cantidad de 300.000 dólares por los derechos de su historia.
Los mimos de unos y otros le procuraron el alimento, la vestimenta y hasta la lectura, sin olvidar la prensa diaria. A pesar de su ya lógico desequilibrio nunca perdió su dignidad.
Protagonizado por Tom Hanks en el filme de Steven Spielberg, este hombre ni se llamaba Víktor Navorski ni era ciudadano -claro está- de la ficticia Krakozhia, aunque por lo demás la historia cinematográfica se aproxima bastante a la verdad.
Porque la película es excelente, no hay dudas, y las actuaciones, de primera. Pero una cosa es con gorra y otra con bombín. Una historia, además, de racismo, xenofobia, e indolencia, porque quedaría por ver si en igualdad de circunstancias, un ciudadano del Norte opulento habría llegado a sufrir tamaña infamia.
Lo último que se supo sobre él fue que finalmente, en 2006 fue trasladado a un hospital donde recibió las atenciones de la Cruz Roja francesa del aeropuerto Charles De Gaulle y luego fue acomodado en un hotel cercano a la terminal aérea, hasta que el 6 de marzo de 2007, “fue transferido al centro de recepciones Emmaus en el distrito 20 de Paris”. Después, el silencio.
Resulta inquietante que pueda suceder algo así.
En cuanto a su rechazo a salir del aeropuerto, es algo que suele darse en los presos. Cuando llevan muchos años en prisión, sienten miedo al terminar sus condenas, pues no se ven capaces de adaptarse al mundo exterior.
Buen comienzo de semana.
Felix, siempre que paso por un aeropuerto y me toca esperar, recuerdo esta peli.
Lo que no sabía era lo que había ocurrido con este tipo, pero ya veo que a ciencia cierta no se sabe muy bien como está.
300.000 dólares!!!!, pues ya podía gozar de una vida cómoda.
Un abrazo.
@Perikiyo
Cierto, me recuerda también al señor mayor de la película “Cadena perpetua” (salvando las distancias). No quería ni imaginaba su vida trás aquellos muros…
Feliz semana y un abrazo
@JRio
No se como acabaría, pero sin duda el dinero se la traía al pairo. Pudo vivir como quiso pero ya tenía una forma de vida…
Un abrazo
Esa película creo que la recordamos todos en los
aeropuertos cuando
retrasan los vuelos
o los anulan.
Qué será de ese hombre,
quizás la ayuda y el dinero le hayan llegado demasiado tarde.
Besos
Vi la película y me gustó, lo que no sabía es que estaba basada en hechos reales. De todas formas me parece subrrealista.
Un beso paisano.
@Marisa
A mi también se me ha pasado por la cabeza en alguna ocasión (rara vez un avión es puntual). Pero la espera de este hombre no tiene parangón…
Besos
@Elena
Casi siempre la realidad supera a la ficción, querida Elena.
Un beso, paisana
Siempre pensamos que la imaginación de los guionistas es, a veces, excesiva. Pero esta película confirma el dicho “la realidad supera la ficción”.
Un abrazo Magiter
Ufff, pobre hombre. :S El que no se sepa a ciencia cierta qué es de él a día de hoy no da muy buena espina, no.
Qué miedo todo el tema de papeleos de cualquier tipo, el sentido común no va con ellos, desde luego.
Besos.
@Javier
Cierto, amigo, y con el tiempo, incluso las películas que hoy nos parecen fantásticas (ej.ciencia-ficción) dejarán de serlo…
Un abrazo, maestro
@Olvido
Hay dos tipos de burocracia querida amiga: La que está hecha para los ricos y la “burrocracia” para los pobres, tan triste como cierto…
Besos
¡Qué decirte…!
Todo me resulta muy interesante, siempre.
Un beso muy grande.
Interesantísima entrada…y reflexiva, como ésta gran película a la que haces referencia…que será de él…
Saludos y feliz semana.
Ramón
Que fascinante historia. Aunque dudo que sea interesante en el cine… tengo esa sensacion.
Ahora bien, lo que me sorprende de muchas personas del occidente es su inimaginable poder de adaptacion en cualquier tipo de situacion extrema. Es increible… 18 años en un aeropuerto. Casi como resignarse luego de ser rechazado en todos lados. El poder de intimaciones que sufrio este hombre lo paralizo durante mucho tiempo. Lo de los dolares de Spielberg, me parece un detalle capitalista, pero que lo tiene bien merecido.
Abrazo.s
@Sakkarah
Gracias, eso lo dirás porque eres amiga 🙂
Un beso más grande aún.
@ANRAFERA
Nos lleva a refelexionar sobre el tratamiento a unos y a otros según su clase social.
Un abrazo
@Adrián J. Messina
La verdad es que la película no estuvo nada mal, y en mi opinión Tom Hanks estuvo excepcional en la interpretación.
En muchos casos, la resignación es un arma de defensa contra el exterior que lleva a las personas a encerrarse en su propia burbuja…
Un abrazo
La realidad es la mejor película, colega!
Sabía que este hombre había existido, es decir el hombre de la película de Spielberg, aunque desconocía por completo su historia real. Una pregunta: ¿es que no tenía familia que lo reclamase? Aunque bien es verdad que daba igual porque seguro que no podían hacer nada desde Irán, tal y como están las cosas.
Besos
@Cesar
Y tanto que sí, colega¡
Un abrazo
@CarmenBéjar
Había perdido a toda su familia en las revueltas contra el Sha de Persia (Irán). Pero no era un analfabeto ni mucho menos. Aprovechando el “destierro” y su envio a Londres, quería estudiar un doctorado. Era licenciado en Psicología y Ciencias Sociales.
Besos
He leido bastante sobre él, porque fue noticia durante algún tiempo, aunque no he visto la peli. Su historia es increíble. Parece mentira que haya personas de este calibre, vidas aparentemente sin sentido pero con dignidad y que tienen mucho que decir aunque los demás no quereamos escucharles.
Un post que deja un sabor agridulce.
Un beso y buena semana
@Katy
Ciertamente deja un sabor agridulce la vida de este señor, pues sigue demostrando aquella máxima de “hay ciudadanos de primera y de segunda…”. Lo genial de este hombre es que nunca se dejo llevar y mantuvo su dignidad todo el tiempo. Buena reflexión.
Besos y feliz semana
Como dices, si hubiese sido un ciudadano del Norte opulento la historia sería otra, cuanto daño nos hacemos por no escucharnos los unos a los otros, por no “legalizar” la situación de un ser humano en un país, solo hay que darle un papel! pongo legalizar entre comillas entre otras cosas porque no me gusta nada esa palabra, tener que legalizar la situación de un ser humano…
Entiendo perfectamente su aislamiento, entiendo que creara una burbuja donde se sentía seguro y separado del mundo absurdo que lo rodeaba.
Abrazos!!!
@David Pardo
Has expresado en pocas palabras una verdad como un templo, querido David. Ciudadanos de primera, segunda y tercera (titanic-los que más murieron…). ¿acaso por tener un papel sellado tenemos derechos y en caso contrario no? todos somos iguales aunque suene a tópico y, claro, tanto tienes, tanto vales…
Abrazos¡¡
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
@Mer
Y es que la realidad supera en la mayoría de veces con creces la ficción. E incluso lo que hoy vemos irrelizable llegará a conseguirse. Gracias a tí como siempre.
Besos de azahar
definitivamente este iranì es “toda una instituciòn”, es que 18 años son 18, he leido varios articulos de este hombre y aun asi me pregunto que serà de el actualmente?, recuerdo que cuando prestè servicio militar en la armada colombiana en una licencia perdì la billetera en la terminal del norte de bogotà, y ese dia se me hizo ¡eterno! anduve dandole vueltas a la terminal(por lo menos 30), pidiendo dinero, aguantando hambre ,hable con la policia por lo menos 4 veces, fuì a inmigraciòn, hice llamadas etc, ahora me pongo a pensar ¿18 años?!! uf me da como una tristeza y una sensaciòn de vacio e incertidumbre que todavia no me cabe en la cabeza.
@juan miguel
La verdad es que las debiste pasar “canutas” y es que cuando nos ocurre una incidencia de ese tipo, quedamos poco menos que desamparados. Me ocurrió algo similar y es desesperante.
Recibe un abrazo
Sólo faltaría que en el hospital que estuvo ingresado le hubieran calificado de enfermo “terminal”. Ya sería el colmo.
Un saludo.
Cayetano,
jajaja, menudo ingenio tienes.
Saludos
Que saben del Sir?? ya apareció?? ,muy interesante saber que esta película este basada en una historia real. O como todo, es una película de la película??