En el actual debate entre los políticos europeos aparece el alivio o la condonación de la Deuda como un tema tabú. Sin embargo, las quitas de deuda a ciudadanos o la eliminación por parte de países acreedores no son situaciones sin precedentes en la historia.
Una tradición judeo-cristiana. La práctica de la condonación de la deuda aparece por primera vez en el Nuevo Testamento. En la ley mosaica judía, cada siete años se celebraba el llamado “Año de reposo”, en el que se anulaban las deudas contraídas con esa antigüedad. Cada 49 años, es decir, cada siete años sabáticos, se celebraba el Año Jubilar, en el que además de condonar deudas se liberaban esclavos. Los préstamos, siguiendo esta tradición, no eran formas de conseguir dinero, sino un medio de ayudar al prójimo. El contraste con la concepción moderna es grande.
En 1792 a.C. en Babilonia. Una de las renuncias de deuda más famosas sucedió en la antigua Babilonia (actual Irak). En esta fecha, el autoproclamado rey de Babilonia, Hammurabi, anuló las deudas de todos los ciudadanos ante el Gobierno y sus altos funcionarios. El Código de Hammurabi, que se encuentra ahora en el Museo del Louvre en París, decía: “Si alguien le debe un préstamo y una tormenta destruye el trigo de su cosecha, o este no germina debido a la escasez de agua, ese año no tiene que dar un sólo grano al acreedor. La deuda queda saldada por no poder pagar el año en curso…” Esta fue sólo una de las muchas producidas. Los historiadores han registrado al menos treinta supresiones o condonaciones generales entre el 2.400 y el 1.400 a.C.
El rescate de Europa desde la Gran Depresión. Europa, en general, salió del conflicto de la I Guerra Mundial con enormes deudas y sumida en una gran recesión. Hasta mediados de la década de 1930, muchos países comenzaron a abandonar el modelo del oro en la búsqueda de revitalizar sus economías sin basarse en sistemas de tipo de cambio antiguo. Como parte de este proceso, gran parte de las deudas se eliminaron. De 1932 a 1939, el promedio de reducción ascendió al 19% en las economías avanzadas, llegando en los casos de Francia y Grecia a una tasa del 50%. Finlandia fue el único país europeo que cumplió todas sus obligaciones de post-guerra.
La Post-Guerra o el milagro económico de Alemania. Sólo el 16% de los encuestados alemanes piensan que se debe condonar una parte de la deuda de países como Grecia. Sus gobernantes no san más magnánimos. Irónica actitud la del país germano.
Después del final de la II Guerra Mundial, el Acuerdo de Londres sobre la deuda en 1953 dió lugar a la abolición de toda la deuda externa de Alemania. La cantidad total alcanzó el 280% del PIB 1947-1953, de acuerdo con el historiador Albrecht Ritschl. Ahí es nada. La cancelación de la deuda, junto con la ampliación del calendario de pagos, permitió a Alemania volver a los mercados y convertirse en miembro del FMI y el Banco Mundial. El milagro económico de Alemania no hubiera sido posible sin el acuerdo de Londres.
El nuevo gobierno griego. La coalición liderada por Syriza está presionando para que se celebre una Conferencia sobre la condonación de deudas y quiere la eliminación total del 50% de la misma. Hasta el momento están “jugando a la pelota”, pero los grandes juegan con cartas marcadas. Pase lo que pase en este juego de acreedores y deudores, la Historia nos demuestra que el perdón de la deuda no es raro ni tabú…
Imágenes: Picture-alliance/dpa Más información: TVXS
O sea que la cosa ya viene de lejos.
Entre tú y yo: se pagarán intereses pero la deuda, por ejemplo la española (un billón de euros), es impagable.
Un saludo.
Los intereses ya son un disparate. Es un goteo diario que va minando el Tesoro Público. La deuda total se puede pagar, hombre. Es cuestión de apretarse un poco más el cinturón. Es que os gusta vivir muy bien 😉
Un saludo
Es curioso como a lo largo de la historia se repiten situaciones y hechos similares en casi todos los campos.
UN SALUDO.
La historia es cíclica, Juan Carlos. Una y otra vez…
Un saludo
Lección para no olvidar, no perdonar deudas a Alemania.
Xes, la historia nos demuestra que todo el panorama actual puede ser diferente en lustros o décadas. Como bien dices, sería bueno tomar nota para futuras “negociaciones”…
Un saludo