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Leyenda de la Santa Compaña

Tiempo de lectura: 3 minutos

La leyenda sobre la Santa Compaña es una tradición que ha permanecido en la cultura tradicional gallega con el paso de los siglos y de la que aún quedan rastros, como los cruceiros en los cruces de caminos. La Santa Compaña es, en la mitología popular gallega, una procesión de muertos o ánimas en pena que por la noche (a partir de las doce) recorren errantes los caminos, los bosques, las cercanías de una parroquia o un pueblo.

Lo tétrico de su procesión es que visitan todas aquellas casas en las que en breve habrá una defunción. Además de Santa Compaña también es conocida como «a procesión das animas» o simplemente «Compaña».

Aunque el aspecto de la Santa Compaña varía según la tradición de diferentes zonas, la más extendida es la formada por una comitiva de almas en pena, vestidas con túnicas negras o sudarios y capucha que vagan durante la noche con los pies descalzos. Cada fantasma lleva una vela encendida y su paso deja un olor a cera o incienso en el aire. Además de estas visiones hay otras leyendas que dicen que se nota un frío intenso siempre que aparece, además del olor y el sonido de cadenas como que también se dice que los fantasmas son como una niebla.

La procesión va encabezada por un vivo (mortal), el cual precede a la procesión y que bien puede ser hombre o mujer, dependiendo de si el patrón de la parroquia es un santo o una santa.

Se cree que quien realiza esa «función» no recuerda durante el día lo ocurrido en el transcurso de la noche, y únicamente se podrá reconocer a las personas penadas con este castigo por su extremada delgadez y palidez. Cada noche su luz será más intensa y cada día su palidez irá en aumento. No les permiten descansar ninguna noche, por lo que su salud se va debilitando hasta enfermar sin que nadie sepa las causas de tan misterioso mal. Son condenados a vagar noche tras noche hasta que mueran u otro incauto sea sorprendido (al cual el que encabeza la procesión le deberá pasar la cruz que porta).

Caminan emitiendo rezos (casi siempre un rosario) cánticos fúnebres y tocando una pequeña campanilla y a su paso, cesan previamente todos los ruidos de los animales en el bosque. Los perros anuncian la llegada de la Santa Compaña aullando de forma desmedida y los gatos huyen despavoridos.

Se dice que no todos los mortales tienen la facultad de ver con los ojos a «La Compaña». Elisardo Becoña Iglesias, en su obra «La Santa Compaña, El Urco y Los Muertos» explica que según la tradición, tan sólo ciertos «dotados» poseen la facultad de verla: los niños a los que el sacerdote, por error, bautiza usando el óleo de los difuntos, poseerán, ya de adultos, la facultad de ver la aparición. Otros, no menos creyentes en la leyenda, habrán de conformarse con sentirla o intuirla.

En unas versiones se cuenta que la luctuosa procesión transporta un ataúd en el cual hay una persona dentro, la cual puede ser incluso la persona que sufre la aparición siendo su cuerpo astral el que está en el ataúd. Se pueden aparecer en diferentes lugares, pero predominan las encrucijadas y hay fechas concretas en las que se dice que tiene más incidencia las apariciones, como por ejemplo, la noche de Todos los Santos (entre el 1 y el 2 de noviembre) o la noche de San Juan (24 de junio).

En otras provincias adyacentes a Galicia como Asturias también existe esta tradición conocida como La güestia o bona xente. Es un grupo de personas encapuchadas que se acercan a la casa de un enfermo moribundo, dan tres vueltas a la misma y el enfermo muere. Normalmente son conocidos del moribundo. Se dice que van exclamando «Andad de día que la noche es mía». Se cuenta el relato de una mujer que salió de su casa a por castañas pensando que ya era de día y un miembro de la procesión le dijo que era su padrino entonces ya muerto. Le tendió la mano dándole la vela encendida, ella la cogió, y al cabo de unos días enfermo y murió.

En Extremadura, aparece el Corteju de Genti de Muerti, que se compone de dos jinetes fantasmales que causan el pánico de madrugada por los pueblos ya que quien los ve puede resultar muerto. En Zamora se la denomina La estadea y es una mujer que vaga por los caminos y los cementerios. No tiene rostro y huele a la humedad de los sepulcros. Sólo se aparece a aquel que va a morir. En León se la llama La hueste de ánimas.

Las numerosas leyendas sobre esta compañía de difuntos en pena cuentan que se aparecen en los caminos cercanos a los camposantos o en los cruces de caminos en busca de algo o alguien, y que siempre auguran un desastre o maldición. Y es que, queridos amigos, como dicen las almas en pena:»Andad de día que la noche es mía…»
Una cosa es que no creamos, y otra bien diferente que existan…

Referencias: Turismo enxebre

58 COMENTARIOS

  1. Bueno yo en estas fantasmadas no creo. Son leyendas de los pueblos, como los vampiros y demás.
    Yo a los que temo no es a los muertos sino a los vivos:) Esos si que hacen daño.
    Pero por si acaso no me voy a ira a andar entre cruceiros a las 12 de la noche. No se me ha perdido nada.
    Un beso y feliz semana

  2. @Katy
    Las leyendas siempre tienen visos de alguna realidad aunque luego se desvirtuan con el paso del tiempo. (ejemplo:Rey arturo por no citar otros). En este caso no lo considero una fantasmada en absoluto, porque forma parte del arraigo de un pueblo y está sumergido en su cultura. Y a mí tampoco me verás por esos lares de madrugada (por si acaso)… 🙂

    Un beso y feliz semana

  3. @marycel_love
    Todo el planeta está repleto de leyendas en las que el mundo de los muertos cruza el «umbral» hacía nuestro mundo. En caso de encontrártelos, huye…

    Un abrazo

  4. Feeeeeeelix, ¡qué maravilla de artículo!.

    Con diferencia, A Santa Compaña es la mejor leyenda de Galicia.

    Recuerdo hace años, contándosela a un amigo que no la conocía. Era de noche, haciendo acampada libre por la sierra del Caurel,… ya te puedes imaginar el acojone, je, je.

    Un abrazo.

  5. @JRio
    No se porqué, pero me daba en la nariz que te gustaría,jeje. Es una leyenda, como bien dices, que forma parte de la Galicia más primitiva, más arraigada y contada de boca en boca desde nuestros ancestros. Tiene un halo terrorífico, es cierto, pero a la vez mágico.
    Supongo que por la Sierra de Caurel a más de uno le diste un susto…

    Un abrazo

  6. «Andad de día que la noche es mía…» en el contexto de esta historia, esta frase es realmente tenebrosa… Excelente y terrorífico artículo.

  7. De ésta, derivan otras leyendas como la leyenda «de la cruz». En algunos pueblos existían-yo conocí al último, se murió sin «pasar» la cruz- personas que estaban marcadas y se decía de ellas que tenían la cruz. Solían ser personas tristes, melancólicas, solitarias y dadas a la bebida que se creían a pies juntillas que eran portadoras de la Cruz. Sólo se podían deshacer de ella «pasándosela » a otro, tocándoles justo a media noches, entre las doce y la una, siempre que éste no portase consigo un crucifijo. Se dice que los cruceiros cumplían la función de «refugiarse» de la maldición de la cruz.

    Non creo nelas, mais habelas haynas.

  8. Jooo¡¡ Félix vaya texto que me he encontrado justo antes de irme a la cama.
    Cuando vi el titulo pensé dejarlo para mañana, pero lo he leído entero y veremos a ver si no me acuerdo de ti esta noche jijijiji.
    No creo en estas leyendas, pero por si acaso tampoco las niego rotundamente. Son tenebrosas.
    En la próxima entrada un poquito de humor porfa.
    Buenas noches y un fuerte abrazo.

  9. tu lo has dicho amigo Felix.

    las leyendas, siempre tienen viso de alguna realidad.
    no me quiero poner antropológico, pero la realidad, es el oscurantismo interesado de algunos de la época, alease, curas, expropiadores de terrenos y que no tenían televisión, cojones. Que eso si que es una SANTA ACOMPAÑA. Si no que se lo digan a todos los abueletes de nuestra Andalucia nocturna y profunda , que en sus desvelos , les acompaña, LA SANTA DEL CANAL SUR PSOE.

    buena entrada maestro.

  10. Anda que no he pasado yo miedo, con estas historias, cuando mi abuela nos las contaba, en al aldea.
    Además había casos, un vecino y conocido, dice que una noche lo agarraron por los pelos y lo llevaron por los aires, y mis primos y yo cada vez que lo veíamos, salíamos como alma que lleva el diablo, porque farfullaba, nos insultada, nos tiraba piedras y se balanceaba como un barco…claro que nadie, nos contó «que en su vida, nadie lo conoció sereno» era de los que en las analiticas «le encontraban sangre en el alcohol».
    Ahora, cuando a voy a Galicia, y me reuno con mis primos y hablamos de la niñez, nos partimos de risa recordando pero…¡que miedo pasabamos!, ajjaaja
    Estupendo post, como siemrpe
    Besos
    nela

  11. @Cesar
    El control social siempre ha sido un factor determinante en cuanto a religiones y leyendas se refiere. Los datos que aportas no los conocía, así que me los «apropio» querido amigo, pozo de sabiduría…

    «Non creo nelas, mais habelas haynas…» dicho queda…

    Un abrazo

  12. @CORDOBESA
    Una de cal y otra de arena, querida amiga :). Como digo en el post, creer no creemos, pero por si acaso…
    ¿humor? claro que sí…

    Un fuerte abrazo

  13. @PEDROHUELVA
    La mejor arma para controlar una sociedad es el imprimir temor a los ciudadanos. La Santa del Canal Sur Psoe bien merece otro post aparte porque estos si podemos asegurar a ciencia cierta que están vivos y chupan del bote…

    Gracias, crack.

  14. Esto es como la leyenda de la Llorona de México. Yo no creo mucho en leyendas. Se contaban cuando era niño y forma parte de de las tradiciones de los pueblos el buscar explicaciones a lo inexplicable.
    Lo que no quita el mérito a tu post por supuespo siempre excelente.
    Un abrazo Felix

  15. @Nela
    Uff, que historia tan espeluznante, sobre todo para las personas jóvenes que no asimilaban ciertas cosas como las que citas. Debía dar pavor y pocas ganas de salir al anochecer…
    Gracias, y por supuesto que estaré encantado de tu comentario sobre los «fuegos fatuos». Tomo buena nota…

    Besos

  16. @A.L.
    La leyenda de «La llorona» también tiene mucho arraigo por aquellos lares. y como bien citas ya forman parte de la cultura y el arraigo de las sociedades. No hay país o zona geográfica en el que no se haya transmitido desde muy antiguo todo tipo de historias entre vivos y muertos. Pero, particularmente, la Santa Compaña es que es una de mis favoritas. Gracias.

    Un abrazo, amigo

  17. La leyenda de la cruz era malévola, Don Félix; se autocumplía. Nadie quería acompañar a quien supuestamente la portaba que se aislaba cada vez más hasta conseguir quedar completamente sólo.
    Portar la cruz,según la leyenda de los pueblos, era como ser cenizo, portador de mala suerte y acarreador de toda clase de males. Hacía que secasen las cosechas, que muriese el ganado que tocaba…toda una suerte de maldiciones que,cuando se producían, eran indefectiblemente achacado al «hombre de la cruz». Siempre había alguien que lo había visto cerca del lugar de las desgracias..
    Leyendas de pueblo, colega, no hagas mucho caso..

  18. @Cesar
    Esto me recuerda a los falsos profetas o los que se hacen llamar videntes que suelen augurar guerras y catástrofes pero sin definir fechas. Como bien dices, indefectiblemente aciertan por cuestión de lógica más tarde o más temprano, y el populacho le da credibilidad.
    Te contaré un secreto querido colega, aunque a buen seguro lo habrás deducido. Soy una persona heterodoxa por naturaleza y sólo utilizo el raciocinio para «echar números y leer las cartas de los bancos» poco más…
    No creo ni dejo de creer, porque se trata de eso, de Leyendas, pero si soy de los que opinan que hay una línea más delgada entre la vida y la muerte de lo que muchos piensan.
    Una opinión más, señor mío.

    Un abrazo

  19. Mucho se cuenta
    sobre este mito
    o leyenda e incluso
    algunos te llegan a
    narrar episodios
    que les ocurrió a
    ellos mismos.
    Como tu bien dices
    una cosa es no creer
    y otra distinta
    que existan.
    Un tema este que
    siempre ha interesado

    Un abrazo Félix

  20. Félix, no me traigas estos temas que me «cago» de susto, jajaja.
    La cosa es que no creo en estas cosas pero por si acaso las evito.

    Un beso paisano.

  21. Me encanta el sabor rancio y ancestral que traen este tipo de leyendas.
    En mi tierra está la leyenda de la «Tía Tragantía». Se trata de una mujer que cómo no, aparece en la noche de San Juan, cantando:
    «Yo soy la tía Tragantía,
    hija del Ray Baltasar.
    El que me oiga cantar,
    no durará más de un día,
    tras la noche de San Juan»
    Cuando me contaron esta historia, siendo un niño, me tapaba los oídos cuando me iba a la cama, en la víspera de San Juan, -que es el día de mi cumpleaños-, para no oir cantar a la dichosa mujer.

    Un abrazo.

  22. En mi caso prefiero no creer en estas cosas. Así, por lo menos, duermo mejor, jjej Por si acaso intentaré no caminar por el monte d enoche, no vaya ser que se me aparezca el cortejo…

    Saludos

  23. A mí me encantan estas leyendas, las de la tradición oral, las que se transforman y crecen a lo largo de los siglos. ¿Quién sabe cómo fue en su origen? Si es que el umbral entre los vivos y los muertos, o entre la realidad y el deseo (pero también el miedo) da para mucho.

    No creo en espíritus que caminen por ahí fuera, pero nadie sabe cuántos viven en nuestra propia mente. 😉

    Besos.

  24. Como dicen por allí ‘haberlas, haylas’ jejejeje. No deja de ser más que un cuento, quizá inventado en otras épocas para asustar a los niños y a los no tan niños. Porque de tener algo de cierto, digo yo: ¿Por qué no se aparece en las ciudades?

    Un abrazo. (Yo tampoco voy a ir a los cruceiros, por si acaso)

  25. @Marisa
    Es como las leyendas urbanas: lo que le pasó a un amigo de mi amigo… pero si es cierto que La Santa Compaña arraigó en la cultura gallega y aledaña y sigue instalada…

    Un abrazo, Marisa

  26. @Perikiyo
    ¿Sabes? Me ha encantado la leyenda de la «Tía Tragantía» y los versos que nos dejas. No me extraña que te tapases los oidos, yo hubiera hecho igual…

    Un abrazo

  27. @CarmenBéjar
    Ante la duda es mejor evitar andar a «deshoras» por esos lares. Porque no es la primera vez que la «ficción» o «leyenda» se convierte en realidad…

    Besos

  28. @Olvido
    La transformación de las leyendas via oral es la clave, querida amiga, y bien que lo has expuesto. ¿dónde tuvo su origen? ni siquiera antropólogos e historiadores lo saben a ciencia cierta… y sí, tenemos muchos (demasiados) fantasmas en nuestra mente…

    Besos

  29. @Kassiopea.
    El miedo siempre fue un mecanismo de control social y lo más probable es que nos encontremos en que el origen radica ahi. No obstante, en las ciudades tendrían que salir corriendo a pedrada límpia. El monte es más tranquilo… Yo tampoco me animo y menos todavía cogería la vela o la cruz…

    Un abrazo

  30. J*e Felix…
    Menos mal que no nos acercamos a las luces que vinos de lejos en los caminos de las Hurdes, el sábado con las motos.Si no, no hubiesemos vuelto a casa ja ja…
    No creo en estas cosas, pero hay veces que te las cuentan y la mente es muy traicionera.
    Un beso

  31. Esta es una de esas historias que hace…
    mmmm….
    no sé… 35 años me hubiera asustado de veras.
    Me encantan las leyendas y los mitos, aunque ya sabemos que de realidad y de lógica andan bastantes faltos.
    Sin embargo hubo y hay gente que cree…

    Un saludo.

  32. La leyendas son parte de nuestras tradiciones, acá en México, contamos con la leyenda de «La llorona», viene desde la conquista de la nueva españa y es muy «popular» y sí da un poco de miedo cuando se escenifica con actores en algunos ciudades como Guanajuato, ciudad colonial.
    Buen post, felicidades.
    Saludoa a ti y a todo@s desde Chihuahua México

  33. @Laura.M
    Las Hurdes tiene una serie de leyendas que invitan a no pasear mucho de noche. Es un paraje maravilloso y sin igual, pero de día…
    La mente nos juega malas pasadas en muchas ocasiones…

    Un beso

  34. @Adelaida Ortega Ruiz
    A mi me pasa justo lo contrario que a tí, querida amiga. No por el miedo, sino que a medida que me hago mayor me vuelvo más heterodoxo si cabe…

    Un abrazo

  35. @3NRIQ3 @EL_GARRICK
    La leyenda de «La llorona» es mundialmente conocida y forma parte del patrimonio cultural y antropológico de vuestra tierra. Y ciertamente provoca mucha desazón a aquel que la lee (no he tenido la suerte de verla escenificada). Gracias.

    Un abrazo para tí y Chihuahua.

  36. Aish.. por suerte que te leo de día!!! que si no .. :/

    La verdad es que a mi estas leyendas me encantan, sobre todo contadas en los pueblos… recuerdo pasar de pequeña varias semanas santas en el pueblo de mis abuelos y nos contaban historias que el diablo salía en busca de almas de niños después de las 6 de la tarde.. xD

    Besos:)

  37. @Silvia
    Todo este tipo de leyendas que se dan en todas las culturas y civilizaciones, no podemos negar que producen cierta desazón y miedo. Pero tienen algo de mágico que las hacen interesantes. En el pueblo de tus abuelos eran sabios 🙂

    Besos¡ 😀

  38. Con lo miedoso que soy yo… si el día que veo Cuarto Milenio no puedo dormir en un par de días jaja

    Cuando estuve caminando por Galicia me crucé con algún Cruceiro, incluso tengo alguna foto de ellos, recuerdo que había personas que querían hacer las etapas del Camino de noche y yo pensaba ya verás como se les aparezca la Santa Compaña jajaja

    Abrazos!!!

  39. @Mer
    Pues a mi me encantaba y me encanta pasear por la noche en el campo a la luz de la luna, observando las constelaciones y nuestra Vía Láctea. El único pero que le pongo es que los bichitos del campo me ponen enfermo,jaja. Una chica educada y fina como tú no debía haberse ido sola ningún día a casa sin ser acompañado de un gentil caballero 🙂

    Besos de azahar

  40. @Mer
    No hay de que :). En este virtualizado mundo hay cabida para todo tipo de fauna y flora. Tú estás en la flora, por supuesto. Hay personas que utilizan la Red con intereses oscuros que todos ya conocemos y personas que la usan como medio de aprendizaje e interacción. Afortunadamente, de estos últimos los hay más.
    Coincidimos en lo de los bichitos del campo. Es algo superior a mi porque les temo más que a un cocodrilo,jaja.

    Besos de azahar

  41. ESTIMADOS HERMANOS:
    Solicito la conversion a zombies a mis calumniadores y a mis conspiradores por los fieros de Villa Nueva porque los tales están inscritos en mi rostro con la crucifixion de Jesucristo y con la cruz del calvario debido a que los tales aceptaron su derrota y anhelan ser convertidos a zombies convalecientes de la perfidia a mi persona por motivo de que Jehová de los ejércitos (Yeshúa de los ejércitos) gana la guerra sin luchar por consecuencia de que su Santo Espíritu no contenderá con el inicuo todo el tiempo por la razon de que soy la encarnacion divina y espiritual del Santo Espíritu y del Dios espíritu.

    Atentamente:
    Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
    Documento de identificacion personal:
    1999-01058-0101 Guatemala,
    Cédula de Vecindad:
    ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
    Ciudadano de Guatemala de la América Central.

  42. LA SANTA COMPAÑA: ORÍGENES, QUÉ ES, CÓMO LIBRARNOS DE ELLA, LA SANTA COMPAÑA EN PAÍSES Y REGIONES CÉLTICAS – MISTERIOS Y LEYENDAS DE GALICIA Y ASTURIAS

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  43. LA SANTA COMPAÑA: ORÍGENES, QUÉ ES, CÓMO LIBRARNOS DE ELLA, LA SANTA COMPAÑA EN PAÍSES Y REGIONES CÉLTICAS | LEYENDAS DEL MUNDO CENIZA

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