La gola, la masculinidad en riesgo en el siglo XVII

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En 1637, el Marqués de Careaga criticaba las modas “delicadas y femeninas” de muchos hombres españoles, y advirtió que “derrocaban sus espíritus, disminuían su determinación y debilitaban su energía y vigor viril…”. Podríamos preguntarnos que clase de prenda estaba en su punto de mira y la de otros moralistas: la gola.

La gola se había convertido en una imagen de exceso. Un collar de varios cms de alto y a menudo decorado con hilos de fantasía que tenía que ser lavado y almidonado diariamente para mantener su buen estado. A principios de siglo XVII, algunos trataron de elevar aún más sus cuellos utilizando un soporte ceñido conocido como alzacuellos. Así, esta prenda llegó a focalizar una serie de quejas morales que iban desde la política exterior a los temores sobre el futuro de la masculinidad.

Para empezar, los colorantes utilizados para teñir estas prendas eran importados de un enemigo de España, los holandeses. Y aún peor, como muchos hombres representativos se entregaban a esta moda en un momento con conflictos militares en medio mundo, esa imagen poco varonil de los ciudadanos españoles podía acarrear consecuencias políticas graves.

Felipe IV

La corona, de hecho, legisló contra ellos. Ya en 1594 se especificó un ancho máximo y la necesidad de que su color y elementos decorativos habían de ser blancos. De nuevo, en 1600, se acordó una anchura menor, sin embargo la moda continuaba. Hasta que en última instancia la corona los abolió por completo en 1623. Incluso el rey mismo no podía estar por encima de estas normas, como podemos ver en este retrato de Velázquez de Felipe IV (1621-1665). Si Felipe II levantara la cabeza…

5 COMENTARIOS

  1. como la gola un antiguo atuendo masculino pudiera sacar la viriilidad del hombre, por favor que atrasados que estamos si pensamos igual que hace siglos atras

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