Santiago Posteguillo es filólogo, lingüista y Doctorado europeo por la Universidad de Valencia. Estudió literatura creativa en la Universidad de Denison, en Granville (Ohio), Estados Unidos y lingüística y traducción en Gran Bretaña. Es profesor titular en la Universidad Jaume I de Castellón, donde imparte clases de literatura inglesa, especialmente de la narrativa del siglo XIX , prestando atención, a su vez, al teatro isabelino y la relación entre la literatura inglesa y norteamericana con el cine, la música y otras artes.
Su primera novela, Africanus: el hijo del cónsul, la publicó en el año 2006 y con ella comenzó la trilogía sobre Escipión el Africano, general romano que venció a Aníbal en laBatalla de Zama. La segunda parte Las legiones malditas fue publicada en el año 2008 y al año siguiente apareció el último libro de la trilogía: La traición de Roma. Convertido en superventas, en 2009 se reeditaron las tres novelas.
En el año 2011 comienza una nueva trilogía con la publicación de Los asesinos del emperador, descrito con un trepidante pulso narrativo destinado a trasladar al lector a la Roma imperial de los césares, con su posterior decadencia, hasta llegar al ascenso al trono del primer emperador de origen hispano: Trajano. La trilogía que comenzó con este superventas, continúa con Circo Máximo, publicado el 29 de agosto de 2013, un relato impactante y descomunal, donde Trajano, siendo ya emperador, debe enfrentarse a un río de problemas: batallas, conspiraciones, corrupción, acusaciones falsas ocomplicaciones amorosas, en el que nos veremos sorprendidos por acontecimientos como la conquista de la Dacia, o la construcción del puente más largo del mundo antiguo. Posteguillo trabaja en estos momentos en la tercera novela de la trilogía de Trajano. Espera que en la primavera de 2016 esté ya publicada para disfrute de sus lectores.
– Profesor, somos en gran parte “hijos de Roma”, y sin duda la época romana es el escenario perfecto para un autor amante de la novela histórica. Comencemos con Escipión, con él todo cambió y comenzó el auge como potencia del Imperio Romano. ¿Es un personaje poco considerado históricamente?
Sí, yo creo que estaba oculto bajo la enorme sombra de Aníbal. El cartaginés merece ser muy recordado pero es injusto que su audacia ensombrezca la figura de un Escipión que fue un gran estratega y a quien, además, debemos que Roma asimilara la cultura clásica de Grecia. Sin su familia quizá ni hablaríamos la lengua que hablamos ni pensaríamos de la forma que lo hacemos hoy día. No sé si seríamos mejores o peores, pero sin Escipión seríamos diferentes.
– La Iglesia Católica intentó borrar del mapa cualquier atisbo del paganismo romano, aunque mejor sería decir que “tomó prestado” mucho de aquel. ¿Cuánto absorbió el cristianismo del imperio?
La Iglesia se dio cuenta de que era más eficaz apropiarse de costumbres y de estrucutras ya creadas por el imperio romano que intentar partir de cero. En eso la Iglesia fue muy inteligente como institución. Mucha de la parafernalia, desde la indumentaria, el idioma y muchas costumbres católicas entroncan directamente con la Roma antigua: el calendario, donde las grandes fiestas paganas son “cubiertas” con nombres de santos, la ropa de papas y cardenales que nos retrotae a al púrpura imperial, etc.
– Suponemos que no debió ser tarea fácil meterse en la psicópata mente de Domiciano, pero ¿de verdad era tan “malote”? Algunos revisionistas incluso hablan bien de él, y que conste que no queremos jugar a ser abogados del diablo… Vd. dijo en una ocasión que con Trajano cenaría tranquilo, pero con Domiciano no tanto…
De cualquier personaje de hace 2000 años se pueden hacer reconstrucciones con ciertas variaciones, pero en el caso de Domiciano yo invitaría a los revisionistas que hablan de él bien (sobre todo anglosajones) a que, como dices en la pregunta, fueran a una cena con él a la Domus Flavia y le llevaran la contraria en algo. Con Trajano sé que si me le contradijera con educación no me pasaría nada, pero con Domiciano estoy seguro de que mis días estarían contados. Es cierto que Domiciano hizo algunas obras públicas, pero también los revisionistas aceptan que en el terreno familiar violaba a sus sobrinas, luego las obligaba abortar porque no quería descendencia que quisiera el trono antes de tiempo, envenenaba a los mejores generales porque tenía miedo que quisieran postularse como Césares, etc. Decir que Domiciano era bueno es como decir que Hitler lo era porque hizo magníficas carreteras y le gustaban mucho los perros.
– Ese proceso literario de tener retratada la escena en su mente y plasmarla en el teclado no viene de la noche a la mañana. ¿Cuándo se dio cuenta de que había alcanzado su madurez literaria? ¿O fue el respaldo de los lectores y las superventas lo que le hizo pensar que había dado con la clave?
Fue un amigo mío. Este amigo llevaba leyendo todo lo que yo hacía desde la adolescencia. Es un amigo muy sincero (a veces demasiado, lo digo con cariño). Siempre decía: “escribes bien pero no entretienes”. Era duro oír eso, pero me hizo bien. Un día le pasé a mi amigo una novela y me dijo, con voz y cara de sorpresa: “esta novela está bien escrita, como todo lo demás, pero además entretiene”. Era “Africanus”, la primera parte de la trilogía de Escipión. Para entonces me había doctorado en filología y había estudiado literatura creativa en Estados unidos y análisis del discurso en el Reino Unido. Es decir, había madurado intelectual y vitálmente. Un novelista es parte inspiración y mucha más parte trabajo y preparación.
– En sus libros auna rigor histórico con entretenimiento. Para estar tan documentado hace falta un bajaje increíble y una labor de investigación de muchos años. Pero, además de esto, está su labor como profesor, conferenciante, sus viajes, publicaciones, talleres literarios… Además de una pasión infinita por lo que hace, ¿Cómo es el día a día de Santiago Posteguillo? ¿Cuándo escribe?
A ver: hay que erradicar una fantasía que es irreal: nunca existe el momento perfecto para escribir. No existe. El que espera a tener ese tiempo perfecto no lo encontrará nunca. Por supuesto, hay períodos mejores que otros. En mi caso, el tiempo que dedico a escribir ha evolucionado con mi vida. De muy joven escribía de madrugada, algo muy romántico. Como profesor y con familia, empecé a escribir en horario diurno y cuando no tenía clases. Al surgir las promociones, las conferencias y los viajes, escribo en trenes, aviones, estaciones de AVE, aeropuertos, taxis y hoteles. La tercera novela de Trajano que saldrá en unos meses empezó en Colombia y ha sido escrita en España, México, Argentina, Chile, Perú, Turquía, Portugal, Italia… y, cuando puedo en la tranquilidad de mi casa de campo en al montaña. Pero si espero a esos momentos de más sosiego, tardaría cinco siglos en hacer una novela.
– De la gran novela histórica a “La noche en la que Frankenstein leyó el Quijote”. Toda una agradable sorpresa literaria que debería ser lectura obligada para muchos. Esa trastienda, esa vida secreta, las “licencias” de sus autores”… Decántese por un par de ellos, 2 clásicos imprescindibles que todo joven estudiante debería leer.
Aquí la edad y la maduración lectora de cada uno varía, pero digamos que un adolescente medio podría leer y disfrutar mucho con “las leyendas de Bécquer” y con relatos de Agatha Christie o Conan-Doyle. Yo utilizaría el relato corto muchísimo más en las clases y dejarías las novelas para un poco más adelante. Emplearía los relatos fantásticos de Cortázar (pero no “Rayuela” que es una novela compleja para un joven), o cuentos de Poe, Wilde o el desconocido Saki. Hay reatos breves de Asimov o Wensceslao Fernánde Flórez donde el misterio y el humor harían la literatura más atractiva para los que se inician en ella.
– Cuando comenzó a dar clases intentó aplicar esa máxima latina de “docere et incundum” (enseñar y entretener), utilizando misterios y curiosidades de los autores y personajes para llevar a los estudiantes a lo sustancial de la obra. De ahí dio el salto al mundo editorial. Vive la literatura desde las dos vertientes: explicarla y construirla. Sabemos que lleva la docencia en el ADN, pero ¿se decantaría por una faceta de ambas?
Si me pusieran un revólver en la cabeza y me obligaran a elegir, optaría, con seguridad, por la escritura, porque un escritor no es nada sin su arte, pero observa que he dicho que me tendrían que obligar a elegir. La enseñanza para mí, pese a todos los errores reiterados y pertinaces de nuestros gestores docentes (ministros, consejeros de autonomías de educación y políticos en general) sigue siendo estimulante. Pero la incapacidad manifiesta de nuestra clase política nacional y autonómica de conseguir un gran pacto educativo ilustra porque España, ni en su conjunto ni por partes segregadas, podrá despegar como otros países más avanzados. La educación es para la clase política un arma arrojadiza. Lástima me da.
– Nos salimos de contexto porque el saber no ocupa lugar, ¿Nos cuenta quién escribió los viajes de Marco Polo?
Rustichello da Pisa. Era un magnífico escritor porvenzal que compartió celda con Marco Polo en las guerras entre distintas republicas italianas. Cuando Polo le contó todo lo de sus viajes Rustichello comprendió que eso debía recogerse en un libro y así lo hizo. Pero la historia y el personaje de Marco Polo son tan enormes que todos nos olvidamos que el que lo narra fue el bueno de Rustichello.
– ¿Quedó en “stand by” la humanidad tras el declive del Imperio Romano?
En cierta forma sí, pero hubo núcleos donde se concentró el saber. Aquí la Iglesia jugo un papel importante, en especial, los monasterios. Se destruyó mucho, pero se preservó mucho. Tampoco es correcto identificar la Edad Media con un período oscuro. Creo que una iglesia románica o una catedral gótica son cualquier cosa menos algo triste o retrasado. Pero sí es cierto que la unión, forzada pero unión, que el imperio romano dio a gran parte del mundo occidental y parte del oriental, se perdió. De hecho, el conflicto occidente-oriente aún perdura, aunque en occidente hemos creado una unión europea, con muchas debilidades, pero creada está, que recuerda a las estructuras del imperio romano.
– Sus novelas son entretenidas, pero también voluminosas. Haciendo un símil con el cine (su obra tiene mucho de ello), hay películas largas vibrantes y de corto metraje que se tornan infumables. Recordando a “El Padrino” la productora quería reducir a la mitad la duración de la película, pero cambió de parecer al darse cuenta de que durando 3 horas engancharía más al espectador. ¿Ocurre algo parecido con sus libros?
Cada novela debe tener la spáginas que sean necesarias para crear un mundo atractivo u emocionante. Kafka o Conrad necesitan pocas páginas para crear genialidades como “La metamorfosis” o “el corazón de las tinieblas”. Pero cuando quería escribir “El proceso” o “lord Jim” usaban tantas páginas como creían precisas. Si uso 1200 páginas en una novela es porque creo que así va a resultar un viaje aún más emocionante que con cien. Pero cuando creo que lo breve hace más intenso el relato, como en los cuentos de “La noche en que Frankenstein leyó el Quijote” o “La sangre de los libros”, entonces empleo relatos de cinco páginas. No me comparo con los grandes maestros, pero sí los menciono porque los tengo como modelos. Hemos de tener grandes modelos para, la menos, intentar emularlos en la medida de nuestras limitadas capacidades.
– Las RRSS, Webs y Foros sobre su obra juegan un papel importante en la difusión de sus libros, aunque también en su caso “el boca a boca” sigue funcionando y de que manera. Nombrar a Santiago Posteguillo es abrir tertulia con un buen café y grata compañía. Y es que, querido profesor “nos gustan las de romanos”. ¿En Marzo de 2016 estará en las librerías la tercera parte de la trilogía de Trajano? Me cuentan que ya hay gente tirándose de los pelos…
Lo entiendo y que la gente me insista constantemente en que saque ya la tercera parte es muy emocionante, pero he de mantener la cabeza fría y no entregar al novela hasta que considere que está como las anteriores. Mi editora ha leído ya el 80% y está muy contenta. Falta el final. En ello estamos. Es más importante que la novela esté bien que que esté ya. George R.R. Martin dice “que luego te recuerdan por si tus novelas estaban bien, no `por si las entregabas pronto”. Tiene razón. Pero trabajo a diario. Todo el verano sin parar.
– Eso de que en Italia (también) guste su obra es un espaldarazo definitivo a que definitivamente no lo hace del todo mal…
En Italia ya están traduciendo una tercera novela mía y, sin duda, que los italianos quieran más novelas mis me da muchos ánimos, porque, dijo yo, que algo sabrán en Italia sobre Roma. Si les gusta como se lo cuento, como dices, es que del todo mal no lo estaré haciendo. Pero siempre hay que mejorar. Nunca hay que dormirse en los laureles.
Estupenda entrevista. Enhorabuena a los dos.
Gracias, pero la enhorabuena la merece Santiago por acercarnos la historia de esa forma tan trepidante. Ya me hubiera gustado ser alumno suyo.
Amigo Felix.
Antes de la lectura, me puse mi ropa de romano, al estilo Cesar, con laureles incluidos. Y disfrute de esta pagina como un cochino vivo, después de las navidades.
Hay que tener ARTE para escribir sobre Roma y seguir aun enganchando, pero aun hay que tener mas ARTE, para hacer estas preguntas y no caer en los tópicos.
Un abrazo.
«Arts longa, Vita brevis» don Pedro. Los libros son eternos. Un abrazo
Gran entrevista, enhorabuena!!!
Historia+entretenimiento, la mejor fórmula.
Gran verdad lo de la incapacidad de nuestra clase política.
Estaremos atentos a la salida de la tercera parte de Trajano.
Saludos.
Gracias! El hecho de que no se llegue a un consenso en materia educativa está deteriorando y de que manera la sociedad actual, y lo que es peor, el futuro… Deben dejar trabajar a los docentes y darles a ellos el bastón de mando. Posteguillo se ha «mojado» y algo sabrá…
Un saludo
Te codeas con los grandes. ¿Por qué será?
Un abrazo y enhorabuena por la entrevista.
Gracias, Javier. Tú también pasaste por el «diván» de las entrevistas en HDNH. Amor por la historia y gentileza de los invitados. 😉
Un abrazo, maestro