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El primer gran éxito pornográfico de Europa se hizo en el Vaticano

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Copias de las 16 pinturas explícitas se convirtieron en un folleto que circulaba por todo el continente.

Las estancias de Rafael en el Vaticano contienen frescos del maestro renacentista y sus discípulos, aunque también albergaron las ilustraciones ahora perdidas de los primeros éxitos pornográficos del mundo occidental. (Nota: imágenes explícitas acompañan este artículo).

La Sala de Constantino es la más grande de todas. Ahora representa escenas de la vida del primer emperador romano en convertirse al cristianismo. Otrora, otros bocetos más salaces adornaban las paredes.

Esto no debe parecernos extraño. El sexo, el arte y la iglesia católica estuvieron en el siglo XVI estrechamente unidos. Se rumorea que Rafael iba a ser hecho cardenal por el papa León X, pero que murió de una fiebre causada por una noche de exceso sexual con su joven amante antes del nombramiento. Los registros muestran que las casas propiedad de la iglesia o de sus funcionarios estaban ocupadas a menudo por mujeres jóvenes «sin apellido», muy probablemente las amantes de los funcionarios de la iglesia, mantenidas en el anonimato.

Incluso el arte erótico en las paredes del Vaticano no era una excepción. En 1516, el cardenal Bibbiena encomendó a Rafael que decorase un cuarto de baño con ninfas desnudas que se bañaban mientras que eran espiadas por sátiros o imágenes sexuales explícitas.

Retrato de Rafael del cardenal Bibbiena

El baño de un cardenal es un lugar privado. Tal vez nadie hubiera oído hablar de aquellas pinturas si no fuera por los esfuerzos de otro artista. Marcantonio Raimondi, un talentoso copista, grabador e imprentor, que ganó su reputación copiando e imprimiendo las obras de Rafael.

«Las Dieciséis Posturas», como llegaron a ser conocidas, circularon rápidamente por toda Roma. El papa Clemente VII envió a Raimondi a la cárcel, pero el copista tenía amigos poderosos, y lo defendieron.

Entre los que pidieron la liberación de Raimondi se encontraba Pietro Aretino, un poeta satírico y un ser humano completamente destemplado. Como le escribió a un amigo años después: «Después de hablar con el Papa Clemente para liberar a Raimondi… deseé ver esas imágenes que habían causado que el Vaticano clamara al cielo».

Inspirado por los grabados explícitos, Aretino decidió añadir su propia contribución. Para cada imagen, compuso un soneto que describía alegremente la escena. El folleto tenía muchos nombres, aunque sin duda «I Modi» fue el más popular. También se conoce como Posturas de Aretino , Los Dieciséis Placeres , y De Omnibus Veneris Schematibus en latín. Con la ayuda de la imprenta, el triunvirato (o trinidad) de Rafael, Raimondi y Aretino había nacido el primer éxito de taquilla porno, y como no, fue copiado y difundido hasta la extenuación.

La gente de toda Europa no escatimaba dinero en hacerse con una copia. Era una de esas obras de pornografía que calan en la cultura popular. Como Cincuenta Sombras de Grey o Garganta Profunda.

Las copias ilegales de «I Modi» siguieron siendo populares durante más de un siglo. No hay forma de saber cuántas copias se imprimieron. Iglesias y gobiernos «cazaban» y destruían las copias con tanta entusiasmo como la gente las compraba. Sólo los sonetos sobreviven intactos.

Excepto por algunos fragmentos que hay en el Museo Británico, cuidadosamente recortados para censurar los genitales, las imágenes originales se han perdido. La iglesia que blanqueó la obra de Rafael (literalmente) y pintó cortinas sobre los desnudos masculinos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina no iba a preservar cuidadosamente las imágenes de personas en pleno acto sexual.

Fragmentos del I Modi o Los dieciséis placeres encontrados en el Museo Británico

Imágenes: British Museum, WikimediaCommons – Fuentes: Atlas Obscura

9 COMENTARIOS

  1. ¿Podrían decir cuáles son las referencias de este artículo? He leído I Modi en dos ediciones críticas de las mejores, una en español y otra en inglés, (la de español es de Siruela, por cierto), y en ambas se explica que los dibujos primitivos fueron diseñados por el pintor Giulio Romano (cuya relación con Rafael era haber sido su alumno), para el Palacio del Té de Mantua por orden del marqués Federico II de Gonzaga, nada de ningunas habitaciones de cardenales, y menos en Roma, y que la Iglesia lo persiguió desde el principio como hizo siempre con todo lo que considerase pornografía. Lo mismo he encontrado en todas las referencias enciclopédicas a las que he acudido. En cuanto a Pietro Aretino era conocido por sus poemas lujuriosos, por eso no era bien recibido entre la curia hasta que escribió unas obras de carácter moralizante que le congraciaron con la jerarquía de la Iglesia. Además, las ilustraciones mostradas en esta entrada ni siquiera son las de ningún artista al que se haga referencia, sino las de Agostino Carracci, que, aunque del siglo XVI, no fueron publicadas hasta el XVIII. Antes de publicar nada como serio, hay que contrastar las fuentes, y esto suena a bulo.

    • También he leído la edición de Editorial Siruela, y si bien habla de De Giulio Romano como autor de las imágenes, no es menos cierto que la amplia mayoría de los estudiosos de la época abogan por lo contrario. Si por algo se hizo famoso era por sus «copias», fue un gran imitador. Respecto a las imágenes que ilustran el artículo, son las recreaciones posteriores, cierto, pero se hace hincapié en el texto que las originales fueron destruidas por la Iglesia Católica. Esto no es de extrañar, y no se trata de un ataque gratuito a un credo, sino a las personas que han ostentado el poder a lo largo de los siglos.
      El Palacio del té fue saqueado y prácticamente destruido y se perdió buena parte de los tesoros artísticos que albergaba. La historiadora Esther Arkell, que no es sospechosa de ser anti-católica ha encontrado pruebas más que notorias de los registros en la biblioteca vaticana de las órdenes encomendadas a fin de que las pinturas obscenas de las habitaciones regias fueran «blanqueadas» y sustituidas por otras de moral procedente. Es lo mismo que le ocurrió a Miguel Angel. ¿Tanto le extraña esta actitud? ¿Acaso no circularon por Europa miles de copias de «Las dieciseis posturas? Las imprentas de Alemania, por citar un ejemplo, funcionaban a todo tren, y esto fue extensible a toda Europa. Esto enervó en demasía al funcionariado vaticano y siempre se ha echado tierra encima sobre el asunto.
      Saludos

      • Me debí de expresar mal. «Si bien se habla de Giulio Romano como autor de las imágenes, no es menos cierto que la amplia mayoría de los estudiosos de la época abogan por lo contrario». La pregunta no es si se duda o no de que Pietro Aretino fuera quien dibujó las escenas de las paredes del Palacio del Té, sino qué tienen que ver éstas, con sus posturas pornográficas de desnudos completos, con las del Vaticano, que por cierto nunca estuvieron como se dice en la Sala de Constantino, sino en otra habitación mucho más pequeña, la Stuffetta della Bibbiena (aquí se nombra de paso al cardenal Bibbieno), en la cual jamás hubo nada explícito, luego se repintó de blanco cuando la sala pasó a ser una cocina y por fin, pero ya en el siglo XIX, se arrancó la pintura blanca y se restauraron los frescos de Rafael.

        Le estoy preguntando por las referencias que relacionan las pinturas de uno con las del otro, puesto que no tienen nada que ver. Unas, las del Vaticano, son pinturas de escenas paganas de sátiros y ninfas al estilo de las que vemos en cualquier museo pintadas por Van Dyck o Rubens (y por cierto, incluso nunca íntegramente desnudas, como incluso sí vemos en estos cuadros sin necesidad de buscarle el repunte de goce sexual por parte del pintor o del que encargó la obra), y las otras, las del Palacio del Té, escenas abiertamente pornográficas como las que se representan en esta entrada. Cuál es la relación entre unas y otras para que se las meta aquí a todas juntas, y con qué autoridad histórica se cita esta información, ésa es la pregunta. No «se dice que…» o «por ahí cuentan…», o «la amplia mayoría de los que entienden…», porque si es la amplia mayoría, no he sido capaz de dar con ella y sí con la minoría.

        Gracias. Un saludo.

  2. Jajajaja, me encanta descubrir lo joven o inculta que soy. Reconozco que aunque sabía del tema nunca había visto estos cuadros. Curioso. El desnudo es bello cuando es bello.

  3. Si os interesan los «modi», mirad aquí:

    http://oportunitatsisaldos.blogspot.com.es/2015/02/los-modi-y-los-sonetos-lujuriosos.html

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