El descubrimiento de las reliquias ceremoniales de Tiwanaku no tiene precedentes
Un antiguo sitio ceremonial ha sido descubierto en los Andes por arqueólogos marinos, quienes recuperaron ofrendas rituales y restos de animales sacrificados en un arrecife en medio del lago Titicaca.
El descubrimiento apunta a una historia de ceremonias en las que la élite del estado de Tiwanaku de la región navegaba hacia el arrecife y sacrificaba llamas jóvenes y hacía ofrendas de oro y exquisitas miniaturas de piedra a una deidad.
El estado de Tiwanaku surgió en la cuenca del lago Titicaca, alrededor de la frontera entre Bolivia y Perú, entre los siglos V y XII, y se convirtió en uno de los más grandes e influyentes de los Andes. Formada por una falla natural que divide a los Andes en dos cadenas montañosas, la cuenca es un ecosistema único con un “mar interior” establecido a 3.800 m sobre el nivel del mar. En el momento de la conquista española, la cuenca era el hogar de aproximadamente 1 millón de personas.
Los arqueólogos marinos decidieron explorar el arrecife después de que buzos aficionados encontraran una serie de objetos antiguos en el sitio. El arrecife está sumergido a 5 metos de profundidad a unos 10 km de la punta noroeste de la Isla del Sol.
Los investigadores encontraron diversos objetos entre los cuales estaban una estatuilla de puma de lapislásuli y otros animales de piedra en miniatura, quemadores de incienso de cerámica y ornamentos de oro que incluyen láminas grabadas, un medallón y una pieza en forma de L marcada con las siluetas de un puma y un cóndor.
En conjunto, los artículos revelan cómo en las lujosas ceremonias se usaban los materiales más valiosos que el dinero podía comprar en el antiguo imperio andino. Además del oro y las piedras talladas y pulidas, había conchas de las cálidas aguas de la costa ecuatoriana, a casi 2.000 kilómetros de distancia. Solo se pudieron haber obtenido a través del comercio.
“Lo bueno de estos objetos es que, más allá de su belleza y calidad de fabricación, se descubrieron en su contexto sin haber sido alterados”, dijo Christophe Delaere, arqueólogo marino de la Universidad de Oxford y la Universidad Libre de Bruselas. “Esta es una de las ventajas del patrimonio subacuático. El lago Titicaca protege su antigua cultura material del tiempo y del hombre. Nunca antes se han descubierto tantos objetos de esta calidad. La historia que nos cuentan es excepcional”.
Junto a los objetos se encontraron huesos de llamas y restos de pescado asado, que se cree que se consumieron durante las ceremonias. La datación por carbono ha determinado que las ofrendas se realizaron entre los siglos VIII y XI, según un informe publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias . Sin duda, un descubrimiento maravilloso que dará mucho que hablar y nos ayudará a recomponer la historia americana.
(*) Referencias: The Guardian Fotografías: Teddy Seguin
Lo malo de la historia antigua, prehistórica y protohistórica es que los nuevos hallazgos ponen patas arriba todo lo aprendido anteriormente. Y hay que ponerse al día. Por lo demás, apasionante.
Un saludo, Félix. Te imagino ya inmerso en plena campaña.