Genios con inicios difíciles
Estas palabras las han escuchado a lo largo de la Historia personajes tan variopintos como Enrique Caruso, el cantante de ópera italiano al que su profesor recomendó dejar las clases de voz porque “vd. no tiene suficiente voz para el canto”; Albert Einstein, incapaz de leer hasta los siete años, sin el nivel para ingresar en la Escuela Politécnica de Zurich, tuvo que ver como en 1905 su tesis doctoral fue rechazada por el claustro de la Universidad de Berna por considerarla irrelevante.
El inventor Thomas Edison, de quién los profesores decían que era demasiado tonto para aprender, motivo por el cual su madre lo sacó del colegio para enseñarle en casa; el biólogo Charles Darwin, padre de la moderna teoría de la Evolución, a quién según su propía biografía: “mis profesores y mis padres me consideraban un chico común, más bien por debajo del comun del intelecto”; o el cantante Elvis Presley, a quien el manager de Grand Ole Opry le dijo en 1954: “Hijo, no vas a llegar a ninguna parte. Te recomiendo que vuelvas a conducir un camión”.
El escritor ruso Leon Tolstoi fue expulsado de la escuela “por no tener capacidad ni voluntad para el aprendizaje”. El general Douglas MacArthur fue rechazado por dos veces en su intento por ingresar en la Academia Militar de West Point. No se quedó atrás el gran escultor francés Auguste Rodin, de quién su padre decía: “tengo un hijo idiota” debido a sus tres intentos por ingresar en la Escuela de Bellas Artes de París; Clin Eastwood, a quién en 1959 un ejecutivo de Universal Pictures le espetó: “vd. no triunfará en el cine, tiene una patata en los dientes, su nuez de Adán sobresale demasiado y habla excesivamente lento”, otro cazatalentos.
El escritor, productor, director y actor Woody Allen fue reprobado tanto en la Escuela de Producción Cinematográfica de la Univ. de Nueva York como en el City College de la misma ciudad; a la actriz Marilyn Monroe, por entonces Norma Jean Baker, una gordita aspirante a modelo, le dijo en 1944 Emmeline Suively, directora de la prestigiosa agencia de modelos Blue Book: “No tienes futuro como modelo ni actriz. Te recomiendo aprendas secretariado o… ¡cásate¡”.
El creador de Mash, Richard Hooker, vió rechazada su novela homónima por 21 editores por “su baja calidad literaria y ausencia total de talento”. Hooker decidió publicarla por su cuenta convirtiéndose en un best-seller inmediato… y terminamos con el gran Rudyard Kipling, que en 1889 recibió una nota del director del San Francisco Examiner rechazando su obra: “Señor Kipling, lo siento, pero vd. no sabe usar el idioma inglés”.
La Historia está repleta de personas que triunfaron “a pesar de” y, aunque no están todos los que son y quizás algunos no sean de nuestro agrado, lo que no se puede poner en duda es la tenacidad que tuvieron para cumplir sus sueños en la vida.
Suele ser frecuente entre la gente de talento. Razón: se mueven en unos parámetros muy diferentes a la gente «normal». Se salen de los esquemas corrientes. Son gente original, incluso rebelde.
Un saludo, amigo Félix.
Suelen decir que los genios siempre han sido unos incomprendidos y a fe que la historia nos da muestras de ello.
Un saludo don Cayetano
La falsa creencia de un «talento» ha hecho trizas a la humanidad. Digamos que todos los nombrados fueron insistentes, porque otros millones se han creido esas tonterías que les dijeron.
Así es don Gabriel. Se han quedado muchos en el camino sobre todo por los tópicos y la falta de libertad para la expresión del talento natural del individuo.
Estoy convencida plenamente que escritor se nace. Luego lo demás viene por añadidura. Hay talentos y talentas. Estar en el momento justo y editar también cuenta. Me ha gustado el post
Estar en el momento justo pero también contar con el apoyo del entorno. «Yo soy yo y mis circunstancias», muchos genios se han quedado en el camino por no confiar en ellos. Gracias¡