Inicio Edad Antigua ¿Cómo era la vida en Sumeria, la primera civilización de la historia?

¿Cómo era la vida en Sumeria, la primera civilización de la historia?

sumer
Tiempo de lectura: 4 minutos

La vida del ser humano sufrió un increíble cambio cuando se construyeron las primeras ciudades. Hasta ese momento, casi todas las personas trabajaban como agricultores o cazadores, moviéndose de un lugar a otro en una lucha constante por sobrevivir.

Todo eso cambió hace unos 7.000 años, cuando nació la civilización sumeria, la primera, el referente. Por vez primera en la historia de la humanidad, la gente se trasladó a la seguridad de una ciudad amurallada. Por vez primera no tenían que dedicarse exclusivamente a cazar o cultivar. Podían convertirse en constructores, astrólogos y maestros. Podían hacer cosas que, hasta entonces, nadie había siquiera soñado.

Fue el comienzo de la historia; el cambio más grande que los humanos hayan experimentado

¿Cómo debió haber sido? ¿Por qué aquellas personas dejaron de lado su vida nómada y se mudaron a las primeras ciudades? ¿Y como era de diferente de la vida actual?

Reconstrucción de Zigurat en Ur
Reconstrucción de Zigurat en Ur

Es imposible decir con certeza lo que experimentaron, pero en las ruinas de las primeras ciudades, hay algunas pistas. Los arqueólogos e historiadores han explorado los restos de Sumer para que podamos hacernos una idea de la vida en la primera civilización de la humanidad.

La vida gira alrededor del templo

Las primeras ciudades comenzaron alrededor de los templos. Estos, eran dirigidos por sacerdotes llamados «Ensi» que hacían los servicios religiosos y actuaban como una especie de reyes para las personas que vivían cerca de ellos.

Eran centros religiosos de principio a fin. Las primeras personas probablemente se mudaron para estar cerca de los templos de sus dioses; no habría habido un no creyente entre ellos. Se les pedía que hicieran una ofrenda antes de establecer sus hogares.

A medida que las comunidades alrededor de estos templos crecían, sus propósitos cambiaron. Las primeras tiendas y redes comerciales se establecieron en los aledaños, y se crearon los primeros trabajos seculares. Parte de la población dejó sus granjas y se convirtió en comerciantes profesionales, costureras, artistas y mensajeros.

Cerveza e impuestos

Los reyes sacerdotes establecieron un sistema temprano de impuestos para mantener su estructura. Cada familia que vivía dentro de la protección de la ciudad tenía que contribuir con una parte de lo que ganaban. El templo usaba lo recaudado para alimentar a sus sacerdotes y sus artesanos.

cerveza sumeria
La representación más antigua del consumo de cerveza muestra a algunas personas bebiendo de un recipiente comunal a través de pajitas de caña

Por lo general, se pagaba con cerveza. En Sumer, la cerveza no era sólo una forma de emborracharse. Era tan espesa como un batido y cargada de nutrientes. La mayoría de las veces, se servía como plato principal de una comida. Que te emborrachara era una ventaja adicional.

La otra forma en que el templo te cobraría impuestos era llamarte a filas para trabajar en proyectos de construcción pública. Las personas eran reclutadas y obligadas a pasar algunos meses mejorando el templo o construyendo nuevas murallas. Y pronto, a través de este sistema, estas ciudades se convirtieron en los lugares más seguros de la tierra.

Vida dentro y fuera de las murallas de la ciudad

Las murallas de la ciudad tenían dos propósitos. Indudablemente, eran una forma de mantener a la gente a salvo. Los protegían de las ciudades vecinas, donde los señores de la guerra estaban empezando a luchar contra el poder de los sacerdotes e invadirlos. Pero en la práctica, también sirvieron para un segundo propósito: eran una gruesa pared de arcilla que dividió a los ricos de los pobres.

mapa sumeriaLos hombres más poderosos eran aquellos que no cultivaban su propia comida. Eran los sacerdotes, los artesanos, los administradores y los comerciantes los que vivían de los impuestos recaudados de los pobres.

Vivían en casas hechas de ladrillos de barro, diseñadas para mantenerlos frescos, a salvo de los abrasadores veranos sumerios. Tenían esclavos y contrataban animadores que actuaban en sus casas y les cantaban canciones o les contaban historias mientras la familia cenaba.

Pero en el exterior estaban los granjeros. Pasaban sus días labrando la tierra y cultivando sus verduras y hortalizas, y luego regresaban a su casa, una cabaña hecha de juncos atados en apretados fardos. Dormían en esteras de paja en el suelo, y cuando hacía frío quemaban hojas de palmera en un hoyo poco profundo en el medio de sus cabañas.

El comienzo de la educación

La vida podía cambiarte en cualquier momento. El agricultor más humilde podía llegar a la cima siempre que estuviera dispuesto a trabajar lo suficiente. Los agricultores eran dueños de sus tierras, y si trabajaban lo suficiente, podían comprar más. Entonces podrían vender su tierra a otros obteniendo un beneficio y llegar a ser rico. El objetivo, hacerse un hueco dentro de la «élite» de la ciudad.

sumeriaLa alfabetización era una buena forma de crecer (como hoy en día). A medida que los sumerios comenzaron a comerciar, cobrar impuestos y contratar trabajadores, se dieron cuenta de la necesidad de hacer un seguimiento de todo lo que hacían. Desarrollaron el primer lenguaje escrito, cuneiforme. Leer y escribir se convirtió en la clave para ser un buen administrador, y las primeras escuelas se construyeron.

Aprender cuneiforme, sin embargo, no era tarea fácil. Tomaba doce años en la escuela, desde los siete años, para que un niño aprendiera todo lo que necesitaba saber para convertirse en escriba o sacerdote. Trabajaría desde el amanecer hasta el atardecer para copiar lo que su maestro escribía en una tableta, y a menudo lo azotaban si se equivocaba.

Los muy ricos contrataban tutores privados para seguir enseñando a sus hijos incluso después de que terminaran las clases. Un chico noble que aprendiera lo suficiente podía convertirse en sacerdote, y eso lo convertiría en uno de los hombres más poderosos de la ciudad. Los padres sumerios estaban dispuestos a sacrificar todo para llevar a sus hijos a la cima.

Estatus social

En la práctica, sin embargo, era muy difícil cambiar tu estatus. Las escuelas eran prohibitivamente caras, por lo que era muy raro que alguien pudiera ascender de posición social. Mientras que algunos que vivían dentro de las murallas de la ciudad lograban convertir a sus hijos en sacerdotes, no hay ningún registro de que alguien de «las afueras» lo lograra.

Y si las cosas iban mal, podían empeorar aún más. Si una familia acumulaba suficientes deudas, podría verse obligada a vender a sus hijos como esclavos. Y si todavía no podían hacer frente a sus pagos, podrían ser arrastrados a la esclavitud ellos mismos.

Aún así, algunos lo lograron. Algunos que se convirtieron en esclavos lograron ganar lo suficiente para comprar su propia libertad. Y algunos plebeyos subieron hasta la cima. Una mujer, llamada Ku-Baba, comenzó su vida como tabernera y, con el tiempo, se convirtió en gobernante suprema de una ciudad llamada Kish.

4 COMENTARIOS

  1. los sumerios y los chinos están emparentados fueron las primeras razas de la humanidad y su cultura comenzó más o menos en los mismos periodos, muchas palabras sumerias están en el antiguo mandarín predinastico y la cultura de edificios escalonados es algo similar, la escritura primitiva de ambos comenzó siendo ideográficas luego evolucionaron cada una por su cuenta, raro que los sabios no estudien esta hipotesis.

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