Para la mayoría de nosotros, sobre todo en nuestro ámbito judeo-cristiano, las fiestas Navideñas son una tregua en nuestras ajetreadas vidas. Pero si son convulsos nuestros derroteros diarios, más lo son las guerras, y como no acordarnos de aquel milagro que sucedió en la I Guerra Mundial, el que mostró el camino a seguir, aunque fuese por unas horas…
Las imágenes más recordadas de la I Guerra Mundial son, sin duda, las trincheras del frente occidental. Los hombres se apostaban a ambos lados de tierra de nadie entre alambres de púas y sacos de arena que proporcionaban poca protección contra las balas y bombardeos enemigos. Unos páramos antes vergeles que se habían convertido en lugares nocivos, con olor a cadáver y emanaciones de gases venenosos.
Aquello era el infierno. Aunque también hizo posible uno de los más bellos acontecimientos en la ponzoñosa historia de las guerras, el armisticio no oficial de la Navidad de 1914.
La tregua comenzó cuando algunas tropas alemanas decoraban sus trincheras con velas y árboles de Navidad y cantaban villancicos. Las tropas británicas respondieron con villancicos propios. El día de Navidad, algunos grupos se aventuraron en «tierra de nadie» para compartir su comida, cantar, orar por sus muertos y jugar partidos de fútbol.
Josef Wenzel, un soldado alemán, describió la escena en una carta a sus padres:
«Un inglés estaba tocando la armónica de un muchacho alemán, algunos bailaban, mientras que otros mostraban orgullosos como pavos reales los cascos alemanes sobre sus cabezas. Los británicos irrumpieron con un villancico, al cual respondieron los alemanes con otro no menos hermoso. Fue una escena conmovedora, jamás en mi vida la podré olvidar…»
Se estima que 100.000 hombres tomaron parte en la tregua de Navidad. En algunos lugares, la tregua sólo duró el día de Navidad. En otros, se prolongó hasta el día de Año Nuevo. En otros sectores, la guerra continuó sin cesar.
La tregua de Navidad no se repitió en 1915. Los altos mandos británicos y alemanes se mostraron horrorizados con aquella confraternización flagrante con el enemigo y dieron órdenes estrictas para evitar que se repitiera futuros incidentes. Después de todo, ¿cómo se lucha en una guerra si los hombres en el frente deciden no pelear?
HDNH OS DESEA LO MEJOR A TODOS LOS HOMBRES Y MUJERES DE BUENA VOLUNTAD. FELIZ 2018
Por una nueva tregua indefinida de Navidad, muchas felicidades y que pases estos días en amor y compaña, con salud y alegría.
Un abrazo.
Que así sea. El deseo es recíproco, te deseo la mejor de las venturas y que nos sigas deleitando con tu buena pluma literaria.
Un abrazo navideño
El ser humano es así.
Capaz de lo mejor y de lo peor.
Capaz de lo peor en lo mejor.
Y también, como en este caso, de lo mejor en lo peor.
Gracias por deleitarnos, una vez más, con esta bonita y bien traida historia.
FELIZ NAVIDAD
Dice un refrán que las buenas fuentes se demuestran en tiempos de sequía. Como bien dices somos inauditos, un caso aparte…
Gracias a tí y mis mejores deseos.
¡FELIZ NAVIDAD¡
Gracias por traernos esta historia tan conmovedora.
Ojalá y no haya habido, ni hubiera nunca más guerras en este mundo…. Un deso utópico, lo sé….
Pero no puedo dejar de desearlo con todo mi corazón!
Muy Feliz Navidad, querido amigo Felix!!!
Un abrazote!!
Lau.
Por desgracia la enemistad entre humanos se antoja utopía, pero no dejemos nunca de desearlo con todo el corazón.
Un fuerte abrazo querida amiga ¡¡FELIZ NAVIDAD¡¡