Historia de la Reforma Calvinista en Francia
Los hugonotes eran calvinistas franceses, activos sobre todo en el siglo XVI. Fueron perseguidos por la Francia católica, y unos 300,000 de ellos huyeron de Francia hacia Inglaterra, Holanda, Suiza, Prusia y las colonias holandesas e inglesas en las Américas.
En América, el término hugonote también se aplicó a los protestantes de habla francesa, especialmente calvinistas de otros países, incluidos Suiza y Bélgica. Muchos valones (un grupo étnico de Bélgica y parte de Francia) eran calvinistas.
Hugonotes en Francia
En Francia, el Estado y la Corona en el siglo XVI se alinearon con la Iglesia Católica Romana. Hubo poca influencia de la reforma de Lutero, pero las ideas de Juan Calvino, el teólogo francés, calaron en Francia y acabaron llevando la Reforma también a ese país. Ninguna provincia y pocas ciudades se hicieron explícitamente protestantes, pero las ideas de Calvino, las nuevas traducciones de la Biblia y las nuevas congregaciones se difundieron con bastante rapidez. Calvino estimaba que a mediados del siglo XVI, 300.000 franceses se habían convertido en seguidores de su reformada religión. Los calvinistas en Francia estaban -creían los católicos-, organizándose para tomar el poder en una revolución armada.
El Duque de Guisa y su hermano, el cardenal de Lorena, fueron especialmente odiados, y no solo por los hugonotes. Ambos eran conocidos por mantener el poder por cualquier medio, incluyendo el asesinato. Catalina de Medici, la reina consorte francesa nacida en Italia que se convirtió en regente de su hijo Carlos IX, se opuso al surgimiento de la religión reformada.
La masacre de Vassy
La masacre de Vassy, que precipitó la primera Guerra de Religión en Francia (1562-1563) es uno de los acontecimientos que han marcado la historia francesa y, en cierto sentido, también la europea.
Francisco, duque de Guisa, ordenó la masacre, según cuentan, después de que se detuviera en Vassy para asistir a una misa y encontrara a un grupo de hugonotes que adoraban en un granero. Los soldados mataron a 63 hugonotes, que estaban todos desarmados e incapaces de defenderse, y más de un centenar resultaron heridos. Esto llevó al estallido de la primera de varias guerras civiles en Francia, conocidas como las Guerras de Religión francesa, y que duraron más de cien años.
Juana de Albret y Antonio de Borbón
Juna de Albret (Juana de Navarra) fue una de las líderes del partido hugonote. Hija de Margarita de Angulema -o de Navarra-, también tenía una buena educación. Era prima del rey francés Enrique III y había estado casada primero con el duque de Cleves, y luego, cuando se anuló ese matrimonio, con Antonio de Borbón. Antonio estaba bien situado en la línea de sucesión si la casa gobernante de Valois no produciera herederos al trono francés. Juana se convirtió en gobernante de Navarra cuando su padre murió en 1555, y Antonio, el consorte. En Navidad en 1560, Juana anunció su conversión al protestantismo calvinista.
Juana de Navarra, después de la masacre de Vassy, se convirtió más fervientemente en protestante. Andaba en disputa con su marido sobre la idoneidad de educar a su hijo como católico o protestante. Cuando amenazó con divorciarse, Antonio envió al joven a la corte de Catalina de Medici. En Vendome, los hugonotes se amotinaron y atacaron la iglesia romana local y las tumbas borbónicas. El papa Clemente, un papa de Aviñón del siglo XIV, había sido enterrado en una abadía en La Chaise-Dieu. Durante los combates en 1562 entre hugonotes y católicos, algunos hugonotes desenterraron sus restos y los quemaron.
Antonio Navarra (Antonio de Borbón) luchaba por la corona en el lado católico en Rouen cuando fue asesinado donde un asedio duró desde mayo hasta octubre de 1562. Otra batalla en Dreux llevó a la captura de un líder de los hugonotes, Luis de Borbón, príncipe de Condé.
El 19 de marzo de 1563, se firmó un tratado de paz, el Edicto de Amboise
Paz de Saint-Germain-en-Laye
Continuaron los combates en Navarra y Francia, con Juana alineada con los hugonotes y socavando a la iglesia romana en favor de la fe protestante. Un tratado de paz en 1571 entre católicos y hugonotes llevó, en marzo de 1572, a un matrimonio entre Margarita Valois, hija de Catalina de Medici y Enrique de Navarra, hijo de Juana de Navarra. Juana exigió para que se celebrase la boda que se respetase su fe protestante. Ella murió en junio de 1572, antes de que el matrimonio pudiera tener lugar.
Matanza de San Bartolomé
Carlos IX fue nombrado rey de Francia. Fue el cuarto rey de la rama Valois-Angoulema de la rama llamada de Valois de la dinastía capetiana. Catalina de Medici siguió siendo una poderosa influencia. La boda tuvo lugar el 18 de agosto. Muchos hugonotes llegaron a París para esta importante boda.
El 21 de agosto, hubo un intento fallido de asesinato contra Gaspard de Coligny, un líder hugonote. Durante la noche entre el 23 y el 24 de agosto, por orden de Carlos IX, los militares de Francia mataron a Coligny y otros líderes hugonotes. Los asesinatos se extendieron por París y desde allí a otras ciudades del país. De 10,000 a 70,000 hugonotes fueron muertos (las estimaciones varían ampliamente).
Esta masacre debilitó considerablemente a la corriente hugonote, ya que la mayoría de sus líderes habían sido asesinados. De los hugonotes restantes, muchos se reconvirtieron a la fe romana. Otros endurecieron aún más su resistencia al catolicismo, convencidos de que era una fe peligrosa.
Mientras algunos católicos estaban horrorizados por la masacre, otro sector los justificaba y apoyaban que los asesinatos habían ocurrido para evitar que los hugonotes tomaran el poder. En Roma, hubo celebraciones por la derrota de los hugonotes y diplomáticos de los países protestantes huyeron de París.
El duque de Anjou, el hermano menor del rey, fue clave en la ejecución del plan de la masacre. Su papel en los asesinatos llevó a Catalina de Medici a renunciar a su condena inicial del crimen, y también la llevó a privarlo del poder.
Enrique III y IV
Enrique de Anjou sucedió a su hermano como rey, convirtiéndose en Enrique III en 1574. Las luchas entre católicos y protestantes, incluso entre la aristocracia francesa, marcaron su reinado. Se las andaban tiesas entre Enrique III, Enrique de Navarra y Enrique de Guisa en un conflicto armado. Enrique de Guisa quería suprimir completamente a los hugonotes. Enrique III tenía una «tolerancia limitada». Enrique de navarra representaba a los hugonotes.
Enrique III hizo asesinar a Enrique I de Guisa y su hermano Luis, un cardenal, en 1588, pensando que esto fortalecería su gobierno. En cambio, creó más caos. Enrique III reconoció a Enrique de Navarra como su sucesor. Luego, un fanático católico, Jacques Clement, asesinó a Enrique III en 1589, argumentando que era demasiado indulgente con los protestantes.
Cuando Enrique de Navarra, cuya boda se vio empañada por la masacre del día de San Bartolomé, sucedió a su cuñado como rey Enrique IV en 1593, se convirtió al catolicismo. Algunos de los nobles católicos, especialmente la Casa de los Guisa y la Liga Católica, buscaron excluir de la sucesión a cualquiera que no fuera católico. Al parecer, Enrique IV creía que la única forma de lograr la paz era convertirse, supuestamente diciendo: «París bien vale una misa».
Edicto de Nantes
Enrique IV, que había sido protestante antes de convertirse en rey de Francia, en 1598 emitió el Edicto de Nantes, otorgando tolerancia limitada al protestantismo dentro de Francia. El Edicto contenía muchas claúsulas. Una, por ejemplo, protegía a los hugonotes franceses de la Inquisición cuando viajaban a otros países. Estableció el catolicismo como la religión del estado y exigió que los protestantes pagaran los diezmos a la iglesia católica y que siguieran las reglas del matrimonio católico y que respetaran los días festivos católicos.
Cuando Enrique IV fue asesinado, María de Medici, su segunda esposa, confirmó el edicto, lo que hacía menos probable una masacre católica de protestantes y también reducía la posibilidad de rebelión de los hugonotes.
Edicto de Fontainebleau
En 1685, el nieto de Enrique IV, Luis XIV, revocó el Edicto de Nantes. Los protestantes abandonaron Francia en gran número, y Francia se encontró en peores condiciones con las naciones protestantes que la rodeaban.
Edicto de Versalles
También conocido como el Edicto de Tolerancia, fue firmado por Luis XVI el 7 de noviembre de 1787. Devolvió la libertad de adoración a los protestantes y redujo la discriminación religiosa.
Dos años más tarde, la Revolución Francesa y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789 traerían completa libertad religiosa.
En nombre de la religión (una excusa como otra cualquiera) se han hecho a menudo atrocidades como la matanza de los hugonotes. Un día los malos son los católicos, otro son los protestantes, etc.
Un saludo.
Haber buenos, haylos… aquellos que a pie de barrio o sitio marginal ayudan a los demás. Los de arriba que matan en nombre de cualquier Dios no merecen ni los buenos días.
Un saludo
Cuantas barbaridades se hicieron, se hacen y se haran en nombre de la religión, sea esta la que sea. Si al primer mono que se puso en pie y comenzó a adorar una piedra, una nube o cualquier cosa que se le hubiese ocurrido, le hubieran dado una buena paliza, y la religión no se hubiese inventado, cuantos males se hubiese ahorrado la Humanidad. Aunque bueno, otra cosa se habría inventado para masacrarnos entre nosotros. ¿Quien dijo aquello de que el hombre es un lobo para el hombre? ¡Sabias palabras!. Como siempre muchas gracias por tus articulos Felix. 🙂
Es que somos muy de buscar deidades que expliquen las preguntas irresolubles de la vida 🙂
Gracias a tí!
Si, es cierto, tenéis toda la razón, La frase de¨Ama a tu prójimo como a ti mismo¨ todavía buena parte de nuestra humanidad no la ha comprendido, aún hoy en día siguen habiendo guerras por fanatismos religiosos.