¿Qué fueron las Guerras Médicas?

Las  (492-449 a.C.) fueron una serie de guerras libradas por los estados griegos y  durante casi medio siglo. La lucha fue más intensa durante las dos invasiones que lanzó contra la  continental entre 490 y 478. Aunque el imperio persa estaba en el apogeo de su fuerza, la defensa colectiva montada por los griegos superó las pocas probabilidades de éxito e incluso logró liberarse de la amenaza.

El triunfo heleno aseguró la supervivencia de la cultura griega y sus estructuras políticas y sobrevivió al imponente imperio persa

En la generación anterior, los reyes persas  y Cambises II extendieron su dominio del valle del río Indo al mar Egeo. Después de la derrota del último rey de Lidia Creso (546), los persas fueron conquistando gradualmente las pequeñas ciudades-estado griegas a lo largo de la costa de Anatolia. En 522 Darío llegó al poder y se dedicó a consolidar y fortalecer el imperio persa.

En 500 a.C. las ciudades-estados griegas de la costa occidental de Anatolia se levantaron en rebelión contra Persia. Este levantamiento, conocido como la Revuelta Jónica (500-494 a.C.) fracasó, pero sus consecuencias para los griegos del continente fueron trascendentales. Atenas y Eretria habían enviado una pequeña flota en apoyo de la revuelta, y Darío lo tomó como pretexto para lanzar una invasión en toda regla.

Sus fuerzas avanzaron hacia Europa en el 492 a.C., pero, debido a una gran tormenta, gran parte de su flota fue destruida y tuvo que regresar a sus tierras. Sin embargo, en 490 un ejército persa de 25,000 hombres desembarcó sin oposición en Maratón y los atenienses apelaron a Esparta para unir fuerzas contra el invasor. Debido a una fiesta religiosa, los espartanos no llegaron, y los 10.000 atenienses tuvieron que enfrentarse a los persas solos ayudados por 1.000 hombres de Platea.

Los atenienses estaban comandados por 10 generales, entre los cuales estaba el audaz Milcíades el Joven. Mientras la caballería persa estaba ausente, aprovechó la oportunidad para atacar. Los griegos obtuvieron una victoria decisiva, perdiendo solo 192 hombres por los 6.400 de los persas (según el historiador Heródoto). Los griegos evitaron así un ataque a Atenas y marcharon rápidamente de regreso a la ciudad.

Después de su derrota en Maratón, los persas se fueron a casa, pero regresaron en número mucho mayor 10 años después, liderados por el sucesor de Darío, Jerjes. El tamaño sin precedentes de sus fuerzas hizo que su progreso fuera bastante lento, dando a los griegos tiempo suficiente para preparar su defensa. Una liga griega general contra Persia se formó en 481. El mando del ejército se le dio a Esparta, el de la armada a Atenas.

La flota griega contaba con alrededor de 350 buques y, por lo tanto, solo tenía alrededor de un tercio del tamaño de la flota persa. Heródoto estimó que el ejército persa se contabilizaba en millones, aunque ya sabemos de su tendencia a inflar cifras. El número era a buen seguro bastante inferior, pero impresionante para la época. Los griegos decidieron desplegar una fuerza de aproximadamente 7,000 hombres en el estrecho paso de las Termópilas y 271 barcos bajo el mando de Temístocles en Artemisio.

Los persas se enfrentaron con los griegos en batalla durante tres días en agosto de 480. En el mar, un destacamento de 200 barcos persas intentó sorprender a la flota griega, pero los griegos, prevenidos, les opusieron resistencia. Esa noche una tremenda tormenta destruyó el escuadrón persa mientras los griegos estaban a salvo en el puerto. En tierra, los persas atacaron a los griegos en las Termópilas durante dos días pero sufrieron grandes pérdidas. Sin embargo, la segunda noche un traidor griego guió a las tropas persas por un paso detrás del ejército griego. El general espartano Leónidas envió a la mayoría de los griegos al sur a un lugar seguro, pero luchó hasta la muerte en defensa de aquel importantísimo bastión.

Batalla de Salamina

Mientras la batalla se desataba en las Termópilas, la flota persa atacó a la armada griega, y ambos bandos perdieron muchas naves. El ejército de Jerjes, ayudado por los griegos del norte que se habían unido a él, marchó hacia el sur. En septiembre, los persas quemaron Atenas, aunque en ese momento había sido evacuada. Mientras tanto, los griegos decidieron estacionar su flota en el estrecho de SalaminaTemístocles ideó una estratagema ingeniosa: fingió retirarse, atrajo a la flota persa hacia el estrecho, y allí los persas fueron superados y golpeados brutalmente por las naves griegas en una de las batallas navales más importante de la historia. Poco después, la armada persa se retiró a Asia.

Aunque Jerjes regresó a Persia ese invierno, su ejército permaneció en Grecia. Finalmente fue expulsado del país después de la Batalla de Platea en 479 a.C., donde fueron derrotados por una fuerza combinada de espartanos, tegeos y atenienses. La armada persa fue derrotada en la costa asiática.

Aunque la invasión persa terminó con las batallas en Platea y Mícala, la lucha entre Grecia y Persia continuó durante otros 30 años. Dirigidos por los atenienses, la recién formada Liga de Delos fue el baluarte para liberar las ciudades-estado jónicas en la costa de Anatolia. La Paz de Calias finalmente puso fin a las hostilidades entre Atenas y sus aliados y Persia.

Referencias: Enciclopedia Británica, The medical wars, 1977