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Pesando Almas Humanas, la Teoría de 21 Gramos

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El 10 de abril de 1901, se llevó a cabo un inusual experimento en Dorchester, Massachusetts. El doctor Duncan MacDougall quería probar que el alma humana tenía masa y, por lo tanto, era mensurable.

El realizó este experimento en seis pacientes moribundos que fueron colocados en básculas de peso especialmente diseñadas y de alta precisión. La intención del doctor era pesar cada cuerpo antes y después de la muerte para determinar cualquier diferencia. Los pacientes fueron seleccionados sobre la base de su muerte inminente. Eran cinco hombres y una mujer.

En compañía de otros cuatro médicos, el Dr. MacDougall midió cuidadosamente el peso de su primer paciente antes de su muerte. Una vez que el paciente falleció, sucedió algo interesante: “De repente, coincidiendo con la muerte, la sensible balanza se movió y el peso bajó 3/4 de onza -21 gramos-“.

El experimento continuó en el siguiente paciente con los mismos resultados. El Dr. MacDougall sintió que estaba ante algo extraordinario. Los cinco médicos tomaron sus propias medidas y compararon sus resultados. No todos los pacientes perdieron el mismo peso, pero lo que perdían no podía explicarse.

Todo se tomó en cuenta, desde el aire en los pulmones hasta los fluidos corporales. Aún no había explicación. Una variación interesante ocurrió en el tercer paciente, que mantuvo su mismo peso inmediatamente después de la muerte. Pero después de un minuto, perdió los 21 gramos de rigor.

Después del experimento y la consulta con los otros médicos asistentes, se determinó que la pérdida de peso promedio de cada persona era ¾ de onza. El Dr. MacDougall concluyó que un alma humana pesaba 21 gramos.

Posteriormente realizó el mismo experimento en 15 perros. Los ensayos no mostraron ningún cambio en el peso después de su muerte. MacDougall concluyó que esto puede significar que sólo los seres humanos tienen almas.

H. LaV. Twining, un profesor de física en la High School secundaria politécnica de Los Ángeles, intentó el mismo experimento con ratones en 1917. Su conclusión estaba en línea con la del Dr. MacDougall. No hubo desviación de peso cuando los ratones murieron.

Hay que decir que el Dr. MacDougall era muy respetado en aquellos tiempos, no era un cualquiera. Aunque este experimento sería considerado anti-ético en los tiempos modernos, sigue siendo una peculiaridad que suscita una gran cantidad de críticas, que acaban implicando incluso a la .

El propio doctor admitió que había que investigar más para obtener conclusiones fiables, aunque después de estos experimentos desvió su atención para intentar fotografiar el alma al salir del cuerpo humano. Por desgracia, Duncan MacDougal falleció en 1920, con los trabajos inconclusos y dejando para el debate de los excépticos y no tanto la .

Nota: Una gran película titulada “21 Gramos” de 2003 que hace referencia a los experimentos del Dr. MacDougall. Haga clic aquí para más detalles.

2 COMENTARIOS

  1. Creo que son muchos más -o muchas más- los que prefieren perder peso en vida, aunque sean esos ridículos 21 gramos. Una vez muertos, qué más da. Jejeje.
    Un saludo.

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