La leyenda dice que Rómulo y Remo fundaron Roma en el río Tíber en 753 a.C. Durante los siguientes ocho siglos y medio, pasó de ser un pequeño pueblo de criadores de cerdos a un vasto imperio que se extendió de la Gran Bretaña a Egipto y rodeó completamente el mar Mediterráneo.
El Imperio Romano conquistó estas tierras atacándolas con una fuerza militar inigualable, y se aferró a ellas al permitirles gobernarse a sí mismas.
Roma se expande con la captura de una ciudad etrusca
Roma era relativamente pequeña cuando pasó de ser un reino a una república en el 509 a.C. La primera expansión significativa de la república se produjo en el 396 a.C., cuando Roma derrotó y capturó la ciudad etrusca de Veii. En lugar de destruir la urbe, los romanos dejaron que la ciudad continuara operando como lo había hecho antes, sólo que bajo control romano y con el acuerdo de que Roma podía reclutar hombres libres para su ejército.
La conquista de Veii fue un gran punto de inflexión para los romanos porque se apoderaron de un territorio que era la mitad del tamaño del territorio que ya tenían. Durante los siguientes dos siglos y medio, Roma se extendió por toda la península italica conquistando territorios y haciéndolos aliados independientes o extendiendo la ciudadanía romana.
La expansión por la península fue en realidad una absorción; no era tanto un régimen colonial. Más tarde, en el siglo I a.C., extendió la ciudadanía romana a todas las personas libres. Aún así, nunca concedió la ciudadanía a las miles de personas esclavizadas (mientras lo fueran) en sus territorios «obtenidas» a través del comercio, la piratería, las guerras y otros medios.
Las conquistas romanas llegan al extranjero
Esta estrategia de absorción cambió cuando Roma conquistó sus primeros territorios de ultramar. Durante las Guerras Púnicas con Cartago entre 264 a.C. y 146 a.C., Roma se extendió por varias islas del Mediterráneo y la costa este de la España moderna. Sin embargo, en lugar de extender su república a estos territorios o formar alianzas, Roma ordenó estos nuevos territorios como provincias y nombró gobernadores romanos para supervisarlas y dirigirlas.
Después de que Roma expulsara a Cartago de Sicilia en la primera guerra, la isla italiana se convirtió en la primera provincia extranjera de Roma. Durante la Segunda Guerra Púnica, Roma se tuvo que defender cuando el general cartaginés Aníbal y sus elefantes marcharon sobre los Alpes y el sur hacia la capital. Nuevamente, Roma derrotó a Cartago y conquistó parte de su territorio, incluso el de suelo hispano.
Territorio conquistado en el norte de África
En la tercera y más corta guerra púnica, Roma destruyó la ciudad capital de Cartago en la actual Túnez y esclavizó a los habitantes de la ciudad. También conquistó todo el territorio de Cartago en el norte de África y lo convirtió en una provincia romana. Roma era ahora la potencia hegemónica en la región mediterránea. Durante el siglo siguiente, consolidó su estatus al conquistar los territorios costeros de Grecia, Turquía, Egipto y otros, hasta que rodeó por completo el mar Mediterráneo.
Después de eso, Roma usó su impresionante ejército para extenderse más aún, a veces simplemente aprovechando los estados y reinos vecinos a medida que caían. En los años 60 a.C., Roma se extendió al Medio Oriente y capturó Jerusalén. Estos territorios orientales tenían viejos y complejos sistemas políticos que «Roma dejó estar».
Julio César impulsa Roma por toda Europa
La siguiente década, el general Julio César llevó a los soldados romanos al noroeste de Europa, básicamente porque César quería hacerlo y tenía tropas que eran capaces de hacerlo. El enfoque romano en estos territorios occidentales fue ligeramente diferente, porque no tenían sistemas políticos antiguos y complejos. Cuando Roma los invadió, introdujo algunos sistemas romanos, mientras intentaba mantener el poder en manos de los líderes locales para garantizar una transición sin problemas.
Además de impulsar el avance de Roma por toda Europa, César también anunció el fin de la república y el comienzo del Imperio Romano. Después de declararse de forma un tanto ilegal dictador de por vida, los senadores lo asesinaron en el 44 a.C. La república cayó definitivamente cuando su sobrino nieto, Augusto César, se declaró emperador en el 27 a.C. Ahora, los extensos territorios de Roma eran oficialmente el Imperio Romano.
El pico del imperio romano, luego el colapso
El imperio alcanzó su apogeo en 117 a.C cuando fortificó sus fronteras y llegó hasta la actual Inglaterra. Pero después dejó de expandirse, porque los líderes no creían que valiera la pena el tiempo y la energía. La estructura imperial básica que permitía a las provincias gobernarse a sí mismas hizo que todo fuera manejable hasta el 212, cuando el Imperio Romano extendió la ciudadanía a todas las personas libres (las mujeres libres eran ciudadanas a pesar de que tenían menos derechos que los hombres).
Pero la extensión de la burocracia imperial hizo que el imperio fuera mucho más difícil de administrar; y esta fue una de las razones por las que el imperio comenzó a dividirse. El año 395 fue la última vez que todo el imperio se unió bajo un emperador. Después de eso, la mitad occidental se separó y colapsó en un siglo. En el este, el Imperio Romano, también conocido como el Imperio Bizantino, continuó durante más de un milenio.
Referencias: SPQR Una Historia de la Antigua Roma, Mary Beard – Becky Little, history.com Imágenes: WikimediaCommons
Cada vez se hacía más difícil de mantener un territorio tan grande y, a su vez, defender convenientemente sus «limes». La avaricia rompió el saco.
Saludos.
Toda civilización o imperio tiene fecha de caducidad. Demasiado para tantas luchas intestinas que, sumado a los que venían del norte, terminaron de colapsarlos.
Un abrazo
Guarda algún parecido al imperio norteamericano en la actualidad, guardadas las proporciones.
En cierta medida. A ellos también les llegará su hora, nada es para siempre…
Saludos