Göbekli Tepe, Turquía: el templo más antiguo de la Tierra

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El centro religioso más antiguo de la Historia

Göekli Tepe (en turco «Colina panzuda») está situado aproximadamente a 16 km al noreste de la ciudad de Sanliurfa, en el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria.

Este antiguo sitio arqueológico se encuentra en el punto más alto de un gran macizo montañoso en la región de Anatolia.

Las construcciones fueron hechas por cazadores-recolectores hace aproximadamente 11,500 años. Misteriosamente, todo este complejo de piedras, pilares y esculturas fue enterrado a propósito alrededor del 8000 aC. Se volvió a habitar durante el período clásico.

En la parte superior de las capas neolíticas, cementerios bizantinos e islámicos se encontraron durante una excavación en 1963. Sin embargo, Gobekli Tepe ha permanecido abandonado durante los últimos 500 años.

Es el lugar de culto religioso más antiguo del mundo creado por el hombre descubierto hasta ahora. Desde 1994, las excavaciones han sido organizadas y llevadas a cabo por un equipo compuesto por arqueólogos alemanes y turcos, bajo la dirección de Klaus Schmidt.

Gobekli Tepe es una serie de estructuras predominantemente circulares y ovaladas, y hay una clara evidencia de que estas instalaciones no se usaron para vivir, sino para fines rituales o religiosos. Gobekli Tepe está formado no solo por uno, sino por muchos templos de la edad de piedra.

Las excavaciones mostraron que hay más de 20 instalaciones que probablemente sirvieron como lugares de culto. Los huesos que se han descubierto en el sitio nos indican que, con seguridad, la colina fue utilizada para sacrificios rituales.

Los templos están hechos de pilares de más de 3 metros situados en círculos. El patrón seguido así lo indica: dos enormes pilares colosales en el centro de cada templo. Todos los pilares monolíticos de piedra caliza tienen forma de T.

Estas formas en T se interpretan como seres humanos estilizados debido a la representación de extremidades humanas que son perceptibles en la superficie de algunos de los pilares. También hay más formas «humanoides». Por ejemplo, hay un relieve que representa a una mujer desnuda que Schmidt conecta con las figurillas encontradas en el norte de África.

Pero la mayoría de los pilares de piedra están tallados con relieves de animales como serpientes, insectos, gacelas, jabalíes, grullas, patos silvestres, zorros, burros, toros y leones, así como símbolos e iconos abstractos.

Las tallas son similares a las encontradas en cuevas neolíticas. La mayoría de ellas están hechas en la superficie plana de los pilares, pero algunas son esculturas tridimensionales. Las imágenes de los animales no proporcionan indicios de violencia organizada. No hay representaciones de animales cazados o heridos.

En el momento en que se erigieron los templos, el entorno circundante probablemente albergaba una gran variedad de vida silvestre. Esto fue mucho antes de que el paso del tiempo, el cambiante clima y la agricultura masiva convirtiera la zona en lo que es hoy, una región polvorienta y dura.

Estos cazadores-recolectores vivieron en una época en la que todavía no se había descubierto la escritura, la producción del metal y la cerámica. Todavía no se sabe cómo estas personas lograron construir estas monumentales estatuas de piedra en la cima de una colina a 800 metros sobre el nivel del mar.

Cada pilar pesa entre 40 y 60 toneladas. Se erigieron a saber con que herramientas. Pero de alguna manera, encontraron una manera de cortar y transportar estos pilares de piedra y disponerlos. Gobekli Tepe genera dudas y nos da más preguntas que respuestas sobre nuestros orígenes. Una cosa es cierta: debemos cambiar nuestra percepción sobre el nacimiento de la civilización humana.