Un gobernante podía emitir un pasaporte a sus funcionarios permitiéndoles entrar en cualquier ciudad de su reino de forma gratuita. Pero el primero en emitir uno para pedir a las ciudades extranjeras que permitieran que una persona viajara sin pagar tasas fue el rey Enrique V de Inglaterra.
Historia del Pasaporte
No debemos olvidar que ya los antiguos egipcios hacían uso de un «pase especial» para embarcarse en los puertos y cruzar algunas fronteras, pero como hemos mencionado el primero en «normalizarlo» y más parecido a lo que conocemos hoy día fue Enrique V.
La mayoría de las ciudades se mostraban afines a permitir a los diplomáticos el libre paso como un signo de amistad. Estos pasaportes o salvoconductos continuaron siendo usados aunque de forma minoritaria por los países durante los siguientes siglos.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, los países impusieron controles fronterizos para bloquear la entrada de subversivos y la salida de hombres con habilidades útiles para la guerra. Se emitieron pasaportes para permitir el acceso de los viajeros salvando estas restricciones. Cuando llegó la paz en 1918, la mayoría de los países conservaron los controles fronterizos y los pasaportes.
En 1920, la Liga de las Naciones normalizó el diseño y la función del pasaporte. Estas normas han permanecido vigentes, sujetas a revisión ocasional por la Sociedad de Naciones y más recientemente por las Naciones Unidas.
Relativamente moderno el uso extensivo de pasaportes para viajar. Me ha encantado ver a Conan Doyle:-)
Su detective olvidó el pasaporte. Bss
Apenas tiene 100 años tal y como lo conocemos hoy. Sir Arthur siempre presente, un grande!
Bss
Curiosamente aquí pudo nacer el problema, por el que ayer salieron cientos de miles de personas a la calle a Barcelona.
Cierto, josemari1969. A lo largo de la historia nos hemos empeñado en poner fronteras. No se le pueden poner «puertas» al campo…
Un saludo
Otro para ti y síguenos enseñando la historia, haber si algún día mejoramos el futuro
Un asunto curioso. Hasta el punto de que Julio Verne bautizó a uno de sus personajes con el nombre de «Passepartout». Si no es lo mismo que venga Dios y lo vea. Passepartout es una palabra francesa que puede significar entre otras cosas «pasa cualquiera» o «pasa a través de todo». Al fin y al cabo, el pasaporte sirve para eso, para pasar. La obra en cuestión es «La vuelta al mundo en 80 días». Y nuestro personaje no es otro que el sirviente de Phileas Fogg.
Un saludo, Félix.
Touché! No es fortuito que lo llamará así el bueno de Jules, haciendo alusión al origen etimológico de la palabra, ciertamente francesa.
Saludos, Cayetano