El Louvre es uno de los museos más famosos del mundo y su reputación como importante centro cultural es bien merecida. Este opulento palacio alberga algunas de las mejores obras de arte de la historia, desde la Mona Lisa de Da Vinci hasta antiguas esculturas como la Venus de Milo o la Victoria alada de Samotracia.
Se presta mucha atención a las fabulosas obras de arte del Louvre, pero este extraordinario museo es casi tan famoso por el impresionante edificio que las contiene. El Louvre es un monumento dorado del glorioso pasado de la monarquía francesa, y forma parte del paisaje parisino.
Sin embargo, este fabuloso palacio comenzó su vida de una manera más austera. Los orígenes del Louvre se remontan al siglo XII, cuando el rey francés Felipe II «El augusto» eligió el sitio como el lugar perfecto para su nueva fortaleza.
Felipe estaba preocupado por la seguridad de París, ya que se vio envuelto en una serie de guerras con los reyes angevinos de Inglaterra, que controlaban territorios que cubrían más de la mitad de lo que ahora es Francia.
La amenaza de un ataque a París en el siglo XII era muy real, y Felipe era consciente de la necesidad de reforzar las defensas de la ciudad. La ciudad estaba rodeada por un muro fortificado, que podía repeler incluso a un gran ejército. Sin embargo, estos muros tenían una gran debilidad: el río Sena corría por el centro de la ciudad, forzando una ruptura en los muros y creando un lugar vulnerable en las defensas de París.
Felipe necesitaba construir una fortaleza para garantizar que ningún ejército pudiera penetrar en la ciudad en el punto donde los muros se encontraban con el río.
El castillo que erigió, al oeste de la ciudad, era una formidable fortaleza defensiva. Era un edificio grande e imponente, cuadrado, estaba rodeado por un foso y tenía una serie de altas torres circulares separadas por 25 metros, lo que significaba que cualquier ejército invasor siempre estaría al alcance de una flecha.
En el siglo XIII, el rey Luis IX, también conocido como San Luis, comenzó a expandir el austero castillo de su abuelo. A medida que la ciudad creció más allá de las murallas medievales, el castillo perdió su importancia estratégica.
Luis comenzó a adecuar el castillo para convertirlo en una residencia real, agregando salones y salas de recepción que no tenían ningún propósito defensivo real. A finales del período medieval, el castillo fue olvidado en gran parte por los reyes franceses, utilizado solo como un sitio de retiro en tiempos de inestabilidad.
Sin embargo, en 1528, Francisco I decidió hacer del Louvre su hogar principal. Construyó un lujoso palacio renacentista con hermosos jardines. Esta extensa remodelación fue continuada por su hijo Enrique II, y el Louvre se convirtió en el centro de la corte francesa de Enrique y su famosa esposa, Catalina de Medici.
Durante el siguiente siglo, los sucesivos reyes franceses agregarían sus propios toques personales al Palacio del Louvre, haciendo que esta residencia real fuera cada vez más extravagante.
En particular, Luis XIV, también conocido como el Rey Sol, construyó una increíble habitación dorada conocida como la Galería Apolo. El Louvre era ahora un impresionante monumento al poder absoluto e impresionante del monarca francés.
Una vez que el Rey Sol trasladó su corte a Versalles, el Louvre se convirtió en un depósito para su colección personal de arte. El palacio se transformaría gradualmente en un hogar para la fabulosa riqueza artística reunida por la monarquía francesa, y en poco tiempo, los miembros seleccionados de la élite tendrían acceso para admirar las maravillosas colecciones ocultas dentro de sus muros.
Sin embargo, el estallido de la Revolución Francesa en 1793 fue el catalizador para abrir las puertas del Louvre al público. Los pensadores ilustrados abogaron por un espacio de exposición abierto, para permitir el acceso del público en general a esta increíble colección de arte.
El saqueo de las guerras napoleónicas y la expansión imperial de Francia en el siglo XIX llenó el Louvre con tesoros reunidos de todo el mundo. Hoy en día, este lujoso palacio es el museo de arte más visitado del mundo, y contiene cerca de 35,000 objetos y obras de arte.
Sin embargo, todavía está en transformación. En 1989, el artista chino Ieoh Ming Pei diseñó tres pirámides de vidrio y metal para el patio central del Palacio del Louvre como parte de una remodelación más amplia para hacer que el museo sea más accesible. Estas imponentes pirámides son ahora una parte icónica e inolvidable del paisaje urbano de París, y un recordatorio de que el Louvre, como la propia Ciudad de las Luces, continúa evolucionando.
(*) Imágenes: Wikicommons Referencias: VintageNews – Foto subterráneo del Louvre de Pierre-Emmanuel Malissin y Frédéric Valdes CC BY-SA 3.0
