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Catador de alimentos, profesión de riesgo

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El veneno era una poderosa arma para deshacerse de un enemigo. Especialmente útil cuando el objetivo era una persona en el poder y estaba rodeado de guardaespaldas, y la mejor forma era administrarlo a través de la comida y la bebida. En las sociedades antiguas, el miedo a ser envenenado llevó a muchos miembros de la clase dominante a contratar catadores de alimentos. Lo crean o no, este miedo aún persiste hoy en día: hay varios ejemplos de catadores de alimentos a sueldo de los ricos y poderosos del mundo moderno.

En la antigua Roma, el catador solía ser un esclavo (llamado praegustator)

Cleopatra probando venenos con prisioneros condenados, Alexandre Cabanel (1887)
Cleopatra probando venenos con prisioneros condenados, Alexandre Cabanel (1887)

Como su nombre indica, un catador de alimentos tenía la tarea de probar la comida y la bebida para asegurarse de que no estuviera envenenada y que fuera segura para ser consumida. Uno de los «degustadores» más famosos fue un eunuco llamado Halotus. Era el catador de alimentos del emperador romano Claudio, y es recordado en la historia por haberlo asesinado.

Si bien la causa de la muerte de este emperador sigue siendo un tema de debate entre los estudiosos, Halotus ha sido señalado como el principal sospechoso. Según autores antiguos como Tácito, Suetonio y Plinio, Halotus fue quien sirvió las setas a Claudio (una de sus comidas favoritas) que le causaron la muerte en un banquete en el año 54 d.C. El plato contenía un veneno preparado por Locusta, y la trama fue orquestada por Agripina.

Banquete de Cleopatra. Por Gerard de Lairesse
Banquete de Cleopatra. Por Gerard de Lairesse

A pesar de que Halotus fue sospechoso de regicidio de por vida, no se enfrentó a represalia alguna por su presunto delito. De hecho, conservó su trabajo durante el reinado de Nerón, que sucedió a Claudio. Además, durante el reinado de Servio Sulpicio Galba (el sucesor de Nerón), Halotus fue nombrado procurador, un importante cargo gubernamental, por parte del nuevo emperador. Podemos añadir que mientras Galba ejecutó a casi todo el círculo de Nerón cuando llegó al poder, Halotus fue uno de los pocos que se salvó. Finalmente desapareció de los registros, pero se supone que murió por causas naturales.

El desafortunado catador de alimentos de Marco Antonio

No todos los catadores de alimentos, sin embargo, fueron tan afortunados como Halotus. Un ejemplo de un catador de alimentos «haciendo su trabajo» se puede ver en la historia de Marco Antonio y Cleopatra. Los dos son, sin duda, una de las parejas más famosas de la historia antigua, aunque parecían desconfiar entre sí. Según Plinio, durante el tiempo previo a la fatídica Batalla de Accio en el año 31 a.C., Marco Antonio tenía a mano un catador de alimentos en todo momento, ya que desconfiaba de Cleopatra y estaba preocupado de que ella lo envenenara cuando ya no fuera de su interés.

locusta venenoPlinio también nos contaba que Cleopatra encontraba aquello divertido, y decidió entretenerse a su costa. En un banquete, ella llevaba un anillo de flores que habían sido mojadas en veneno. Cuando la atmósfera del banquete se tornaba cada vez más alegre, Cleopatra desafió a su amante a tragar las flores mezclándolas con vino. Marco Antonio no pudo rechazar el desafío, y casi bebió el vino envenenado pero la reina lo detuvo. Luego convocó a su catador de comida, quien, huelga decirlo, cayó muerto después de beber el vino. Por lo tanto, Cleopatra le demostró a Marco Antonio que la mejor precaución que debía tomar para no ser envenenado era confiar en ella.

Degustando la comida del Führer y otros presidentes

El trabajo del catador de alimentos ha sobrevivido incluso en el mundo moderno. Durante la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, un grupo de mujeres jóvenes se vieron obligadas a convertirse en degustadoras para Hitler. En 2014, la última catadora del Führer, Margot Wölk, contó antes de morir su desgarradora experiencia ejerciendo esta profesión poco vocacional. También se ha revelado que los presidentes de EE. UU. tenían  catadores que se aseguraban de que sus alimentos no estuvieran envenenados.

Margot Wolk, catadora de Adolf Hitler
Margot Wolk, catadora de alimentos de Adolf Hitler

Esto se hizo patente en 2009, cuando la Agence France Presse informó que cuando la familia Obama visitó Francia para conmemorar el 65 aniversario del día D, un catador de alimentos probaba la comida de un restaurante donde el presidente y su familia iban a cenar. Finalmente, en una reversión de roles, un oficial de guardia del regimiento de fronteras escocesas del rey en un informe de 2016 reveló que la reina Isabel a menudo probaba los almuerzos de su guardia. Por supuesto, la reina no lo hacía por el veneno, sino para comprobar la calidad de la comida que se servía.

Referencias: Heighton, L., 2016. La reina degustaba la comida su guardia, The Telegraph – Luthern, A., 2009. El envenenamiento sigue siendo una profesión – Paterson, T., 2014. La ex catadora de comida de Hitler revela los horrores de la guarida del lobo – Plinio el Viejo, Historia Natural – Ancient Origins

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