Suicidas con alevosía en la Historia

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El primer suicida al que la Historia dedica unas líneas es Periandro (siglo VI a.C.), uno de los Siete Sabios griegos. Diógenes Laercio contó cómo el tirano corintio quería evitar que sus enemigos descuartizaran su cuerpo cuando se quitara la vida, por lo que elaboró un plan digno de Norman Bates. El monarca eligió un lugar apartado en el bosque y encargó a dos jóvenes militares que le asesinaran y enterraran allí mismo. Pero las órdenes del maquiavélico Periandro no acababan ahí: había encargado a otros dos hombres que siguieran a sus asesinos por encargo, les mataran y sepultaran un poco más lejos. A su vez, otros dos hombres debían acabar con los anteriores y enterrarlos algunos metros después, así hasta un número desconocido de muertos. En realidad, el plan para que el cadáver del sabio no fuera descubierto era brillante, pero en lugar de un suicidio tenía visos de masacre colectiva.

Si Periandro creó escuela en el ámbito de la inmolación, los escritores siempre han tendido a la estética sobreactuada en esto del suicidio y el agua ha servido a menudo como perfecto escenario. El poeta español Ángel Ganivet fue realmente contumaz al lograr el éxito en su segunda intentona. La primera vez que se lanzó al Mar del Norte, junto al puerto de Riga, fue rescatado por un barco pero, según sus salvadores se despistaron volvió a tirarse de nuevo, logrando esta vez su objetivo. Más poético fue el final de Virginia Woolf (1882-1941) que, aquejada de un trastorno de doble personalidad, se llenó los bolsillos de piedras y se ahogó en el río Ouse. De piedras y agua va también el suicido de Alfonsina Storni (1892-1938) que se lanzó desde un acantilado en Mar del Plata (Argentina). Se despidió escribiendo a su hijo “suéñame, que me hace falta” y aunque no la soñemos, sí que le canturreamos “Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?”.

Fuente: Suicidas de la Historia

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Comentarios30 comentarios

  1. Nilgün Marmara fue una poetisa turca y se suicidó cuando tenía tan sólo 29 años de edad.. :'(

    ”Mi pájaro y yo estamos apresuradamente dormidos
    reflejados en un espejo, nuestra jaula es nuestra cama
    nuestros rostros cara a cara aquel el uno con el otro
    dormimos bajo la nieve eternamente que cae
    mi pájaro y yo.
    Una cinta carmesí nos liga – mi compañero y yo
    indeleblemente juntos.
    La miseria se deleitaría con su separación.

    En nuestro espejo no hay nada más allá de esta obligación…
    Este lazo carmesí entre nosotros — mi compañero mi pájaro y yo…”

    http://analesdeturquia.blogspot.com/2006/02/literatura-turca-nilgn-marmara-1958.html

    un abrazo Felix!

  2. Lo de Periandro parece ser un suicidio “ordenado” acompañado de sucesivos asesinatos hasta… ¡vete tú a saber!

    Un abrazo Magister.

  3. Felix Casanova

    @Arzu
    No he tenido el gusto de conocer las letras de esta poetisa, pero si es cierto que las personas de letras y artistas son más propensas al suicidio que en otras disciplinas. Gracias por el poema.

    Un abrazo, amiga¡

  4. Felix Casanova

    @Javier
    Sagaz observación la suya, maestro. Dice la Historia que ocurrió, pero ¿con qué sentido?

    Un abrazo, maestro

  5. Muy interesante el texto amigo Felix.Un gusto pasar por aquí para leerte.Te envío un cordial saludo, deseándote un buen día amigo.

  6. Fue verdaderamente maquiavélico
    este suicidio de Periandro,
    el de Alfonsina llega al alma.

    Soy un alma desnuda en estos versos,
    Alma desnuda que angustiada y sola
    Va dejando sus pétalos dispersos.

    Alma que puede ser una amapola,
    Que puede ser un lirio, una violeta,
    Un peñasco, una selva y una ola.

    Alfonsina Storni

    Un abrazo Félix

  7. Felix Casanova

    @Marisa
    El suicidio de Periandro no lo podías haber definido mejor…
    Y muchas gracias por esas letras de Alfonsina Storni. Bellas, sin duda..

    Un abrazo, amiga

  8. Menuda cadena de asesinatos se marcó este Periandro.

    Es cierto que entre los escritores hubo mucho suicida, eso de leer tanto puede llevar a la locura, tipo el Quijote, je, je.

    Un abrazo.

  9. Felix Casanova

    @JRio
    Es curioso como el mundo de los artistas y literatos en general ha provocado tantos finales dramáticos. Si tiramos de hemeroteca nos quedariamos pasmados.

    Un abrazo

  10. Por fin he podido darle al botoncito para votarte en Bitácoras, que esta mañana no me funcionaba!!

    Siempre tendrás mi voto :)

    Besitos chulapos

  11. Como añoraba beber de tus fuentes de saber, siempre con los amigos salgo sabiendo algo más, divertido en parte, entretenido y sobre todo aleccionador.

    Un abrazo genio te has ganado unos churros este domingo.

  12. Laura de Bife

    A mí el que más me conmociona es el de Alfonsina (Alfonsina Storni)
    Gran poetisa, con una vida tortuosa…
    Además eligió su “ultimo viaje” en mi ciudad de Mar del Plata, en la zona de playas denominada “La Perla”, donde se erige un monumento en su memoria.

    Por la blanda arena
    Que lame el mar
    Su pequeña huella
    No vuelve más
    Un sendero solo
    De pena y silencio llegó
    Hasta el agua profunda
    Un sendero solo
    De penas mudas llegó
    Hasta la espuma.

    Sabe Dios qué angustia
    Te acompañó
    Qué dolores viejos
    Calló tu voz
    Para recostarte
    Arrullada en el canto
    De las caracolas marinas
    La canción que canta
    En el fondo oscuro del mar
    La caracola.

    Te vas Alfonsina
    Con tu soledad
    ¿Qué poemas nuevos
    Fuíste a buscar?
    Una voz antigüa
    De viento y de sal
    Te requiebra el alma
    Y la está llevando
    Y te vas hacia allá
    Como en sueños
    Dormida, Alfonsina
    Vestida de mar.

    Cinco sirenitas
    Te llevarán
    Por caminos de algas
    Y de coral
    Y fosforescentes
    Caballos marinos harán
    Una ronda a tu lado
    Y los habitantes
    Del agua van a jugar
    Pronto a tu lado.

    Bájame la lámpara
    Un poco más
    Déjame que duerma
    Nodriza, en paz
    Y si llama él
    No le digas que estoy
    Dile que Alfonsina no vuelve
    Y si llama él
    No le digas nunca que estoy
    Di que me he ido.

    Te vas Alfonsina
    Con tu soledad
    ¿Qué poemas nuevos
    Fueste a buscar?
    Una voz antigua
    De viento y de sal
    Te requiebra el alma
    Y la está llevando
    Y te vas hacia allá
    Como en sueños
    Dormida, Alfonsina
    Vestida de mar.

  13. Jose Antonio Bejarano

    Levî llevó a cabo su misión. Para ello se había despojado de la cota de malla que había requisado al último legionario romano ejecutado por él en tiempos de la Rebelión. Se había alisado las guedejas que le caían por sus sienes, se había encomendado al Altísimo y desenvainando su daga sacrificó a la parte de sus hermanos que le había correspondido, así como a los nueve ejecutores.
    A continuación se dirigió a la casa, donde había pasado los últimos meses, escondida junto a la muralla. Entró, y con rapidez, sin cruzar una sola palabra, enloquecido por el odio a los enemigos y por el intenso amor que sentía en aquel momento por sus dos seres más queridos, las tomó, puso a su hija en los brazos de su madre, las colocó en el suelo con brusquedad y en unos breves segundos la daga convocó al Ángel de la Muerte ―majestuoso, inexorable, puntual a la cita― que sobrevoló los dos cuerpos abrazados, tomando para sí sus almas inocentes y llevándolas al Valle de Josafat donde los verdaderos verdugos serían juzgados por Dios.
    Aunque había pensado en la posibilidad de quitarse la vida junto a su familia, en el último segundo cambió de opinión. Al salir, trastornado, tuvo la suficiente cordura para tapiar la pequeña puerta con dos lajas de piedra que encajaban perfectamente en la oquedad. Aquella ―pensó― sería la tumba de su familia y ni sus cadáveres encontrarían los tiranos.
    Salió al exterior de la explanada: aquel monumento a la firmeza era ahora la tumba común de los resistentes. Era el último de los celotes supervivientes, y ya sólo le quedaba cumplir el último acto: inmolarse, dar su vida. Pero lo iba a hacer de una manera distinta. Se dirigió hacia la parte de la muralla donde la rampa de acceso romana estaba a unos escasos centímetros de tocar la meta soñada, la base de la montaña.
    Levî, el último celote, se encaramó en lo alto del muro, dirigió una última mirada hacia la fortaleza solitaria, y en medio de una lluvia de flechas y “pilum” arrojada por los romanos, tomó impulso y se arrojó al vacío. Su cuerpo despedazado acabó en el fondo de unos peñascos, en territorio ocupado por la X Legión. Sería el único que lograrían recuperar, en territorio hollado por el Imperio Romano, a modo de rendición. A los demás los encontrarían horas más tarde, en territorio judío ―Masada―.
    La luna fue, con seguridad, el único testigo.
    Operación Masada (fragmento) ©Jose A. Bejarano

  14. Felix Casanova

    @Senovilla
    Más bien será al contrario, querido amigo. No conozco a nadie como tú en la red que sepa conjugar tan magistralmente historia y presente en tus artículos. Eres brillante, amigo.

    Un abrazo

  15. Felix Casanova

    @Jose Antonio Bejarano
    Estimado amigo:
    No has podido elegir texto mejor para ilustrar este artículo. Aquello fue un suicidio en masa a fin de que los romanos no se cebaran con ellos. Debió ser muy duro. Tus letras nunca dejan indiferente a nadie. Felicidades

    Un abrazo

  16. Felix Casanova

    @Mer
    Gracias por la fidelidad en el voto. Espero que cuando me presente a Eurovisión, también lo hagas :)

    Besos de azahar

  17. Vaya con el Periandro, no parece que tuviera mucho valor para despedirse del mundo, ¡sí que necesitó compañía y ayuda para el último viaje! Con lo fácil que hubiera sido pedir que se le incinerara… Estos sabios…

    Besos.

  18. Felix Casanova

    @Olvido
    La verdad es que un poco maquiavelico si que fue el Sr.Periandro. Como bien dices, estos sabios…

    Besos :)

  19. Estupendo blog y enhorabuena por vuestra clasificación preliminar en los premios Bitácoras. Seguiremos de cerca vuestro blog, os deseamos mucha suerte. Un saludo.

  20. Katy Sánchez

    Esta me la perdí.¿En donde andaría yo? Claro en agosto no estaba. Eché el cierre.
    Planear un suicidio si que es demencial. Siempre he creído que era algo espontáneo.
    Me alegro haberte leído.
    Bss

  21. felix casanova briceño

    Katy

    Pues estarías recorriendo el globo terráqueo ;)Como ves, se puede ser muy enrevesado a la hora de planear ese trágico final…

    Gracias y besos