Samsung es indiscutiblemente una de las principales empresas multinacionales de todo el mundo. No mucha gente sabe que aparte de desempeñar un papel vital en la economía, los medios de comunicación, la cultura y la política de Corea del Sur, Samsung tuvo un comienzo muy humilde y se dedicaba a otros menesteres.
La historia de Samsung comienza en 1938 con la familia Lee Byung-Chull, que se trasladó a una ciudad próxima Daegu donde fundaron su primera empresa. Su nombre, Samsung Sanghoe, y contaba con cuarenta empleados.
Inicialmente, la empresa comenzó con el comercio de comestibles, en su mayoría fideos y otros alimentos comunes. Funcionó bastante bien en su primera década, y en 1947 había ganado suficiente confianza y dinero para cambiar su cuartel general a la capital, Seúl. Aunque la prosperidad no duró mucho tiempo; después del inicio de la Guerra de Corea, en la que participaron algunas de las naciones más poderosas del mundo, tuvieron que replegarse y dejar la ciudad para salvar a su compañía de la desaparición.
La siguiente aventura de la compañia fue el negocio del refinado de azúcar. Fundó Cheil Mojik en 1954 y localizó su planta y sede en Chimsan-dong, Daegu.
Durante los años siguientes, Samsung experimentó diversas áreas de negocio. Lee, el cabeza de familia y propietario, era un hombre de negocios muy ambicioso que quería tener una empresa que abarcara diferentes áreas de negocio en todo Corea, y tal vez más allá. Lee introdujo a Samsung en difíciles sectores como los seguros y valores bursátiles.
Desde 1947, el grupo Hyosung colaboró con Samsung y formaron conjuntamente una compañía llamada Samsung Mulsan Gongsa (Corporación comercial Samsung). La empresa tuvo un inicio muy sutil pero influyente y pronto creció significativamente en tamaño e impacto, convirtiéndose así en lo que hoy conocemos como Samsung C & T Corporation.
La imagen actual de Samsung comenzó a formarse en la década de 1960 cuando la compañía se anticipó al potencial de la industria electrónica y dio un cambio radical hacia la producción de ese sector. Tal vez la decisión más sabia en los años 60 fue formar diferentes divisiones que se ocupaban de componentes electrónicos específicos. Formó Samsung Dispositivos Electrónicos, Samsung Electro-Mecánica, Samsung Semiconductores y Samsung Telecomunicaciones. Todas estas divisiones operaban desde una instalación en Suwon. El primer producto electrónico fue un televisor en blanco y negro.
En 1980, entró de lleno en la industria del hardware de telecomunicaciones. Rápidamente comenzó a fabricar cuadros de distribución que recibieron buena respuesta de los consumidores. La instalación en Suwon se transformó en una unidad de fabricación de faxes y teléfonos y se convirtió en el eje central de la división de fabricación de teléfonos de Samsung. La instalación ha fabricado hasta ahora más de 800 millones de teléfonos móviles de diferentes tecnologías y características. En la década de 1980 todas las divisiones electrónicas se fusionaron y operaron bajo una sola bandera: Samsung Electronics.
De la venta de fideos en sus inicios a líder en electrónica en 2017. En 2015, a Samsung, sólo en los Estados Unidos, se le fueron concedidas más patentes que a cualquier otra organización o empresa, superando a Google, IBM, Microsoft, Sony y Apple.
Eso se llama reconversión industrial de las buenas.
Un saludo, Félix.
Tipos listos y espabilados 😉
Saludos, Cayetano!