Es una escena común en el imaginario medieval. Pero, ¿qué significa?
Es fácil encontrar, en gran cantidad de textos ingleses de los siglos XIII y XIV, bocetos y notas de lectores y escritores medievales. Y siempre aparece una escena extrañamente recurrente: un valiente caballero de brillante armadura lucha contra un caracol.
¡Están por todas partes!, como cuenta la web Got Medieval. A veces el caballero está montado a caballo, a veces no. A veces el caracol es monstruoso, a veces diminuto. A veces el caracol ocupa toda la página, a veces solo aparece justo debajo del pie del caballero. Por lo general, el caballero está dibujado para que se vea preocupado, aturdido, o sorprendido por su diminuto enemigo.
El épico combate de un caballero contra un caracol aparece con tanta frecuencia en los manuscritos medievales como aquel famoso Kilroy lo hizo en todo Estados Unidos durante los tiempos de la II Guerra Mundial.
Nadie sabe exactamente que significan las escenas. La Biblioteca Británica dice que bien pueden representar la Resurrección, o bien fuese una alusión a los lombardos, vilipendiados en la Edad Media por conducta traidora, usura y en general un comportamiento poco caballeresco.
Los valientes caracoles podrían aludir a la opresión social, o simplemente y la teoría más lógica es que se trate de humor medieval. Se supone más la imagen de un caballero temiendo atacar a un oponente fuertemente blindado, pero ¿un caracol?, ¿en serio?
Aunque Lisa Spangenberg, de Digital Medievalist, afirma: “el caracol que combate al caballero armado es un recordatorio de la inevitabilidad de la muerte” que bien podía aludir al Salmo 58 de la Biblia “pasen ellos como el caracol que se deshace en baba, como el que nace muerto, no vean el sol”. En cualquier caso, el combate era desigual…
Fuentes: Digital Medievalist, Got Medieval Imágenes: Flickr, WikimediaCommons
Sea cual sea la interpretación correcta, un asunto realmente baboso.
Un saludo, Félix.
Y tanto que sí, Cayetano 🙂
Saludos¡
El combate era desigual. Pero a veces lo pequeño puede más…
Los caracoles de ahora ya no son como los de antes, Katy. Antaño eran más valientes 😉
Bss