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Operación Archery

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Era diciembre de 1941, hacía poco que Estados Unidos acababa de entrar en la Segunda Guerra Mundial. Los británicos peleaban en África contra alemanes e italianos y los rusos hacían enormes sacrificios por defender su patria. Los británicos decidieron enviar a sus comandos a Noruega. Golpeando en aquel país, Churchill consideraba que distraerían tropas enemigas, para que de ese modo, Alemania no concentrase todos sus esfuerzos sobre el norte de África y la Unión Soviética.

El objetivo era la isla de Vaagso, a unos 100 kilómetros al norte de la ciudad noruega de Bergen. En esta localidad pesquera los alemanes disponían de varias fábricas de aceite de pescado que se utilizaba en la producción de glicerina. Una vez obtenida la glicerina, se empleaba en la obtención de explosivos.

Para la custodia de las fábricas de aceite de pescado, los alemanes disponían de unos 150 hombres, un carro de combate, cuatro cañones en la vecina isla de Maloy y dos cañones en Rugsund. La guarnición alemana contaba con el apoyo aéreo que le brindaba la aviación destacada en los aeródromos de Hedla, Stavanger y Trodnheim.

Indeseables
Indeseables, David López Cabia

La incursión se bautizó con el nombre de Operación Archery. Para el éxito del ataque, la coordinación entre la Royal Navy, la Royal Air Force y los comandos debía ser perfecta. Tras los retrasos provocados por una meteorología adversa, por fin, el 27 de diciembre de 1941, los británicos atacaron. La ofensiva comenzó con el ataque de los bombarderos, al que se sumaron los buques de guerra para cubrir el desembarco de los comandos.
Los comandos consiguieron tomar tierra, cogiendo por sorpresa a la guarnición alemana.

El grupo dirigido por el teniente Clement logró someter rápidamente el puesto de Hollevik, Pero los hombres de Durnford-Slater no lo tuvieron tan fácil. Una bomba lanzada por un avión terminó impactando en una de sus lanchas, muriendo la mitad de sus tripulantes.
Pese a todo, los comandos lograron internarse en Vaagso, avanzando arrolladoramente a través de las casas del pequeño pueblo. El capitán Giles, que se distinguió en tan fulgurante ataque, terminó pereciendo bajo el fuego de un francotirador. A medida que transcurría el tiempo, la resistencia alemana se iba tornando más enconada. Los defensores se habían hecho fuertes en el Hotel Ulvesund.

operacion archery 2Fueron necesarios hasta tres asaltos para desalojar a los alemanes de su baluarte del Hotel Ulvesund. Mientras tanto, el teniente coronel Durnford-Slater, aguardaba con impaciencia informes sobre los progresos de sus unidades. La pérdida de las comunicaciones con sus tropas hizo que Durnford-Slatter solicitase el envío de las tropas de reserva del capitán Hooper.

En la cercana isla de Maloy, un peculiar capitán Jack Churchill, empuñando una espada Claymore, dirigía a sus hombres en un entusiasta ataque. Rápidamente, los hombres de Jack “el loco” Churchill (como era conocido popularmente), se hicieron con el control de Maloy y volaron la factoría de Mortenes.

Los destructores británicos también jugaron un importante papel en Vaagso, abriendo fuego contra los barcos fondeados en el fiordo. En uno de esos barcos, un oficial naval alemán intentaba deshacerse del libro de códigos. El contenido de aquel libro era de gran importancia, pues recogía las señales de radio de los buques alemanes en Noruega y Francia, así como las alertas y señales de emergencia. El buque, gravemente dañado, terminó encallando y el preciado libro de códigos cayó en manos británicas.

La embestida de los comandos comenzó a dar sus frutos y los alemanes empezaron a desmoronarse. Una vez el pueblo fue tomado por los comandos, Durnhford-Slater ordenó la voladura de las fábricas de aceite de pescado, los almacenes, un faro y la central telefónica.

La Operación Archery había sido todo un éxito y aunque se tratase de una pequeña victoria, había contribuido a mantener elevada la moral británica. Por su parte, Hitler ordenó reforzar las defensas de Noruega, detrayendo soldados de otros frentes en los que hubieran sido muy útiles.

david lopez cabia

 

David López Cabia debutó como escritor con su novela “La Última Isla” (Afronta Editorial) en la cual narra la crudeza del frente del Pacífico. En su segunda obra “En el Infierno Blanco” (Afronta Editorial) cambia de escenario bélico y nos traslada a los campos de batalla de Normandía y las Ardenas. Con “Indeseables” (Editorial Círculo Rojo), David nos sumerge en el arriesgado mundo de las operaciones especiales que lanzaron los aliados en la Segunda Guerra Mundial.

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