Las confusas ideas de Dionisio el Exiguo

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Dionisio el Exiguo, un monje ruso que murió sobre el 544, fue consultado por Juan I para tener un criterio cierto de las fechas cristianas más señaladas. Al parecer, el Papa estaba dispuesto a poner un poco de orden ante el descontrol que existía. Dionisio decidió comenzar con lo que para él era la fecha de nacimiento de Jesús. Eligió el año en que Roma fue fundada y determinó, según sus evidencias, que el hijo de Dios había nacido 753 años después.

Estaba convencido según textos que había leído de Hipólito (170-236) que la fecha del nacimiento de Jesús fue un 25 de diciembre, pero el problema es que Hipólito no había respaldado esta afirmación con argumentos sólidos. Estas eran las pruebas de peso que esgrimía aquel “erudito”:

  • Sus contemporáneos afirmaban que Dios creó la tierra el 25 de marzo.
  • Era inconcebible que el hijo de Dios pudiera haber nacido de manera imperfecta.
  • Por lo tanto, Jesús debió haber sido concebido el 25 de marzo.
  • Esto significaba que tenía que haber nacido nueve meses después, el 25 de diciembre.

Y se quedó tan pancho, ancha es Castilla… Cuando, en el año 527 se formalizó la fecha del nacimiento de Jesús, Dionisio puso la Navidad en el mapa. Jesús nació, declaró, el 25 de diciembre del año 753 romano.

Pero Dionisio se equivocó en sus cálculos. Posiblemente nunca leyera el relato del evangelio del nacimiento de Jesús (da la impresión de que le costaba coger los libros). En Mateo, se dice que Jesús nació mientras Herodes era todavía rey (2: 1). Eso se traduciría en 4 a.C. (o incluso antes). Como consecuencia, para los cristianos el año 2000 no es dos mil años después del nacimiento de Jesús, sino más bien 2004, como mínimo. Esto nos evoca a los famosos 33 años que Jesús tenía cuando fue cruxificado. A buen seguro tenía más.

Pero ese no fue su único error. Como en aquellos tiempos no se conocía el concepto numérico del CERO en Occidente, y al comenzar su calendario en el año UNO, todo ese cambio trastocó los cálculos y reajustes posteriores que ha habido a lo largo de la historia. En realidad no sabemos cuando nació Jesús. Ni el año, ni el mes, ni el día. La cronología de nuestro calendario occidental se basa en la mitología disfrazada de teología.

Comentarios7 comentarios

  1. Además resulta chocante que con el frío que hace en invierno en aquel lugar, los rebaños anden sueltos por la noche y no estén recogidos. Belén, a 775 metros sobre el nivel del mar con inviernos fríos como los de Madrid.
    Un saludo.

    • Félix Casanova

      Cierto, no se sostiene la fecha por ningún lado, incluso en lo que se refiere al aspecto estacional. La Judea no ha variado mucho el clima y no es extraño temperaturas cercanas a los cero grados en esas fechas.
      Un saludo

  2. Estamos hablando de hace 2.000 años. Creo que por aquella época la historia no es fiable, ni esta ni ninguna. Es ahora con vídeos y se dice lo contrario de lo que se ve. Creo que a mi me da igual la época, la fecha y el año. Da igual que igual da. Bss

    • Félix Casanova

      Por supuesto que su fecha de nacimiento no cambia nada, Katy. La importancia del nazareno en el transcurso de la historia ha sido determinante y un cálculo no lo va a cambiar, pero aunque hablemos de hace 2.000 años había más que indicios para saber que había nacido antes (si tomamos como válidas las Escrituras). La Fe con la verdad no han porque estar reñidas, aunque ya se encarga la Iglesia Católica en separarlas. Besos

  3. Cefe Dé Rois

    El peritaje de Dionisio el Exiguo (probablemente, el “exacto” y no el “pequeñajo”) consistió en correlacionar las distintas fechas de celebración de la Pascua en las distintas tradiciones locales, y sus aciertos o errores tienen más que ver con los ajustes de calendario sol- lunar que con otros ignorandos.
    Que Jesús nació en invierno está claro por el censo romano en Judea que llevó a sus padre a Belén con los pastores

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