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El mito de “Las mujeres y los niños primero”

¿Cómo nació la leyenda del protocolo que indica que en caso de naufragio hay que priorizar la salvación de las mujeres y los niños? Como veremos, tienen su origen, pero es una máxima que casi nunca se ha aplicado. De hecho, los hombres son los primeros en salvarse. Un mito de supuesta caballerosidad reducido a cenizas tras un estudio de los hundimientos más importantes desde 1852.

El 25 de febrero de 1852, el vapor de transporte de tropas británico navegaba por la costa de Sudáfrica. Los 643 pasajeros y la tripulación del buque, la mayoría de Escocia, incluían a 25 mujeres y 31 niños, parientes de los oficiales a bordo. En las primeras horas de la mañana siguiente, se despertaron sobresaltados cuando el Birkenhead golpeó un arrecife, provocando una abertura fatal a lo largo de su casco de hierro. El agua inundó rápidamente las cubiertas inferiores, ahogando a docenas de soldados en sus hamacas.

Hms Birkenhead

El capitán del buque, Robert Salmond apareció en cubierta en medio del pánico y el caos, en un intento de poner orden en el desastre. Mientras algunos de los hombres trabajaban inútilmente con las bombas de achique, otros llevaron a todas las mujeres y niños a los pocos botes salvavidas que había. Salmond, al darse cuenta de que las olas pronto engullirían el Birkenhead, ordenó a los sobrevivientes reunidos en cubierta que abandonaran el barco y se salvaran.

Fue entonces, según cuenta la historia, cuando un teniente coronel llamado Seton ordenó a los soldados y la tripulación mantenerse firmes. Temía que el tropel de hombres desesperados se arrojaran al mar y hundieran los botes salvavidas, condenando a las mujeres y los niños que había ya en el interior. Cuando el barco se hundió definitivamente, más de 400 personas se ahogaron en las aguas o cayeron presas de grandes tiburones blancos. Sin embargo, los botes salvavidas se mantuvieron a flote, y así nació la “leyenda del Birkenhead”, el protocolo que prioriza a las mujeres y los niños durante los .

Supervivientes del

“Las mujeres y los niños primero” ganó mayor protagonismo a raíz del hundimiento del Titanic, que acabó con la vida de 1.491 personas. Las mujeres tuvieron mejor suerte en las frías aguas del Atlántico Norte el 15 de abril de 1912, disfrutando de una tasa de supervivencia del 75% en comparación con sólo el 17% de los hombres. Más del 50% de los niños a bordo de la famosa nave superó el desastre. En todo el mundo, los relatos de sacrificios hechos por hombres galantes, particularmente distinguidos viajeros de primera clase, llenaron los titulares. La caballería demostrada a bordo de Titanic en sus momentos finales reforzó la creencia extensamente sostenida que los hombres británicos en particular se aferraban firmemente al código de las en situaciones de apuro.

Los dos casos mencionados, el Birkenhead y el Titanic son la punta de lanza y parecen confirmar la regla de la caballerosidad, pero nada más lejos de la realidad. Los economistas Mikael Elinder y Oscar Erixson, de la Universidad de Uppsala en Suecia, han estudiado de forma objetiva 18 desastres marítimos que tuvieron lugar entre 1852 y 2011. Exceptuando estos dos famosos hundimientos, en el resto los hombres tuvieron mucha más ventaja, y por tanto más “egoísmo racional” con una tasa de supervivencia promedio del 37% comparado con el 27% de las mujeres y el 15% de los niños. En lugar de “las mujeres y los niños primero”, afirmaron en su tesis, los pasajeros y la tripulación de los barcos afectados practicaron un protocolo muy diferente, muy alejado de la caballerosidad y galantería más propia de novelas.

El noble concepto de hundirse con su nave, incluso en el caso de los capitanes, tampoco es tan cierto. El estudio también concluyo que la disparidad entre hombres y mujeres es mayor en los buques británicos que en los no británicos; en otras palabras, “ser británico” no suele traducirse en renunciar a su asiento de bote salvavidas…

Incluso a bordo del Titanic y el Birkenhead, donde el axioma de “las mujeres y los niños primero” pareció funcionar, puede haber habido más factores en juego que la decencia excepcional de los hombres involucrados. Elinder señaló: “Una explicación que parece plausible de nuestra investigación es que los capitanes de ambos barcos dieron órdenes explícitas para evacuar a las mujeres y a los niños primero”.  Además, hay constancia histórica de que los hombres que trataron de alcanzar los botes salvavidas fueron amenazados con violencia por sus oficiales. Así pues, no fue realmente caballerosidad (hubo nobles casos, eso sí).

Entonces, ¿cómo se originó el mito de “las mujeres y los niños primero”?. Elinder señaló el trabajo de la historiadora de la Universidad de Cambridge, Lucy Delap, quien ha argumentado que la élite gobernante británica durante la era eduardiana difundió la idea de que los hombres ponen los intereses de las mujeres en primer lugar. Su objetivo, según Delap, era entorpecer el incipiente sufragio femenino. Elinder también observó que la repetición hasta la saciedad de la tragedia del Titanic desde 1912 ha moldeado irrevocablemente la comprensión de la gente del comportamiento durante desastres marítimos.

Aunque inicialmente sorprendido por los resultados, Elinder dijo que tienen sentido dado lo que sabemos sobre la naturaleza humana. “Después de todo, arriesgar tu propia vida por otra persona es un acto extraordinario de altruismo”, señaló. “Y como no vemos ese tipo de altruismo extremo en muchos otros contextos, no es tan sorprendente que tampoco sea común en los desastres marítimos”.

Referencias e imágenes: Albert Mohler, History web, Daily Mail, Valeria Ardante, Trey, Savage y Torgler, “Interacción de instintos de supervivencia natural y normas sociales, explorando los desastres del Titanic y Lusitania”, Actas de la Academia Nacional de Ciencias , 1 de marzo de 2010.

4 COMENTARIOS

  1. En las películas queda muy bien la frase. A la hora de la verdad, la supervivencia personal es lo prioritario.
    Un saludo.

  2. Te dire Felix, desde niña lei lo del Titanic , soy excelente nadadora , eso si …no navegare en ningun barco ni siquiera ese , que llegara un dia a Itaca…e este ultimo..ya ire DORMIDA…gracias..ciao a los barcos…

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