9 serpientes top de la historia y la mitología

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En todo el mundo, la serpiente siempre ha tenido un potente simbolismo

Desde la transgresión de Eva en el Jardín del Edén, las serpientes en la tradición cristiana se han asociado con mentiras, maldad y tentación. Pero en otras culturas, tan lejanas como la antigua Grecia y Egipto y los pueblos indígenas de América, las serpientes simbolizan la fertilidad, el renacimiento, la renovación e incluso la inmortalidad. El Ouróboros, el antiguo símbolo de la eternidad que se representaba en la tumba del rey Tut en el siglo XIV aC, es una serpiente que devora su propia cola.

Desde el dios azteca del viento, la lluvia y la creación hasta las criaturas semidivinas de serpientes humanas que custodiaban a Buda, os mostramos una importante lista de serpientes que han surgido, a través de la historia o el mito, para desempeñar papeles importantes en sus culturas.

Serpiente en el jardín del Edén

Un hombre. Una mujer. Una serpiente. Y una fatídica manzana. En el Libro del Génesis del Antiguo Testamento, una serpiente aparece en el Jardín del Edén, el paraíso terrenal que Dios creó para el primer hombre y mujer, Adán y Eva. La astuta serpiente convenció a Eva de comer el fruto prohibido del «árbol del conocimiento», y le dijo que «cuando comas de él, se te abrirán los ojos y serás como Dios, conociendo el bien y el mal». Cuando Dios se enteró de la transgresión de Adán y Eva, los expulsó a ambos del Edén y maldijo a la serpiente por su papel, diciendo: «Se arrastrará sobre su vientre y comerá polvo todos los días de su vida». Durante mucho tiempo se ha debatido si la serpiente en el Génesis era un reptil literal, una alegoría del deseo o la tentación sexual o incluso el mismo Satanás.

Serpientes que San Patricio expulsó de Irlanda

La cultura irlandesa está repleta de mitos y leyendas, pero tal vez ninguna tan famosa como la de San Patricio, el santo patrón de Irlanda , que desterró hasta la última serpiente de la «Isla Esmeralda». Según la historia, San Patricio, un misionero cristiano del siglo V, estuvo ayunando durante 40 días en la cima de una colina cuando fue atacado por serpientes. Logró expulsarlas conduciendo todas las serpientes de Irlanda al mar. Aunque Irlanda, como Nueva Zelanda, Hawái, Groenlandia, Islandia y la Antártida, en realidad carecen de serpientes. Esto es debido a el hecho de que desde la edad posglacial han estado rodeadas de agua, y antes de eso su clima era demasiado frío para que las serpientes sobrevivieran. La historia tiene más sentido como una alegoría: las serpientes eran un símbolo del paganismo, y a Patricio se le dio crédito por expulsar a los paganos y llevar el cristianismo a la Isla.

Jörmundgander, la serpiente marina vikinga

En la mitología nórdica, pocas historias son tan dramáticas como la de Jörmundgander, la poderosa serpiente marina. Jörmundgander, uno de los tres hijos del dios cambiante Loki y la gigante Angrboda, fue arrojado al mar por Odin, padre del poderoso dios del trueno Thor. Creció hasta que su cuerpo rodeó todo Midgard (o Tierra), y pudo agarrar su propia cola en su boca. Al comienzo del Ragnarok, la batalla final que terminaría en la destrucción de la tierra, Jörmundgander abandonó el mar y campó por la tierra causando estragos. En su enfrentamiento final, Thor mató a la serpiente con su poderoso martillo, Mjolnir, pero solo dio nueve pasos antes de caer muerto, envenenado por el veneno mortal de la serpiente.

Leviatán del libro de Job

Existe un debate sobre si los pasajes en Job sobre Leviatán y otra criatura bíblica gigante, Behemoth, describen bestias mitológicas, o animales reales que existieron en ese momento pero que más tarde se extinguieron. Se ha sugerido que Behemoth podría haber sido un hipopótamo, un elefante o incluso un dinosaurio, mientras que Leviatán pudo haber sido una antigua especie de cocodrilo. De cualquier manera, el Libro de Job empleó tanto a Leviatán como a Behemoth para demostrarle a Job el poder de la creación de Dios. Más tarde, la palabra «leviatán» se aplicaría de manera más general para referirse a una ballena gigante (acordémonos de Moby Dick ) u otra criatura marina gigante.

Medusa y las Gorgonas

En la mitología griega , las Gorgonas eran mujeres serpientes cuyas miradas convertían a la gente en piedra; tenían serpientes como cabello, largas garras, dientes afilados y escamas que cubrían sus cuerpos. Según algunos mitos, Medusa, la más famosa de las Gorgonas, era originalmente una hermosa mujer. Su cita con el dios Poseidón en uno de los templos de Atenea enfureció a la diosa virgen, que convirtió a Medusa en una Gorgona como castigo. Más tarde, Atenea ayudó al héroe Perseo a matar a Medusa, dándole un escudo de bronce brillante que usó para evitar la mirada de la Gorgona. Después de cortar la temible cabeza de Medusa (de la cual emergieron sus dos hijos con Poseidón, Crisaor y Pegaso, Perseo la montó en su escudo y la usó para paralizar a sus enemigos en la batalla.

Quetzalcóatl

Entre las deidades más prominentes en las culturas mesoamericanas, Quetzalcóatl, o «Serpiente emplumada», era una mezcla de pájaro y serpiente de cascabel (coatl es la palabra náhuatl para serpiente). El dios azteca del viento y la lluvia, así como del aprendizaje, la agricultura y la ciencia, se decía que Quetzalcóatl había jugado un papel clave en la creación del mundo. En una versión de la historia de la creación, él y otro dios, Tezcatlipoca, se transformaron en serpientes y partieron por la mitad un monstruo marino gigante llamado Cipactli; una parte de él se convirtió en la tierra, la otra en el cielo. Aunque las primeras representaciones de Quetzalcóatl lo muestran claramente como una serpiente con un penacho de plumas, las culturas posteriores lo representaron en forma humana.

Naga

En las religiones orientales del hinduismo, el budismo y el jainismo, una criatura mitológica semidivina conocida como naga (sánscrito para «serpiente») adoptó una forma mitad humana y mitad cobra, aunque podía cambiar de forma para adoptar completamente una o la otra. Se decía que el dios hindú Brahma había desterrado a los naga a su reino subterráneo cuando la Tierra se pobló demasiado. En el budismo, los naga a menudo se representaban como protectores de Siddhārtha Gautama, el Buda y el dharma (enseñanzas budistas), pero también se los consideraba poderosos y potencialmente peligrosos cuando se enojaban. De los muchos naga mencionados en las escrituras budistas, uno particularmente famoso fue Mucalinda, un rey naga que extendió su gran cabeza de cobra para proteger al Buda de una tormenta que llegó mientras el profeta meditaba profundamente.

Danza de la serpiente hopi

Durante miles de años, los miembros de la tribu nativa americana Hopi del norte de Arizona han realizado el ritual conocido como la Danza de la Serpiente. Durante el ritual de varios días, cuyo objetivo es alentar la lluvia y la fertilidad de la tierra, los bailarines del Clan Serpiente se colocaban serpientes vivas, desde pequeñas hasta serpientes de cascabel, en la boca y alrededor del cuello. Las serpientes son cuidadosamente recogidas y lavadas antes de la ceremonia, que también involucra a miembros del Clan Antílope. Gran parte de la larga ceremonia tiene lugar en cámaras subterráneas llamadas kivas, lo que permite que sus aspectos más sagrados sigan siendo misteriosos.

La leyenda de la serpiente blanca